© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
Proposición. La religión primitiva tuvo un origen biológico. El hombre crea la religión a partir del miedo y las ilusiones.
«La religión primitiva tuvo un origen biológico, un desarrollo evolucionario natural, aparte de las asociaciones morales y de toda influencia espiritual. Los animales más elevados tenían temores, pero no ilusiones, por lo tanto no tenían religión. El hombre crea sus religiones primitivas a partir de sus temores y mediante sus ilusiones.» LU 85:0.1
Proposición. La adoración primitiva fue sugerida por objetos cercanos de la naturaleza.
«En la evolución de la especie humana, la adoración en sus manifestaciones primitivas aparece mucho antes de que la mente del hombre sea capaz de formular los conceptos más complejos de la vida aquí y la del más allá, que merecen llevar el nombre de religión. La religión primitiva era totalmente intelectual en su naturaleza y se basaba enteramente en circunstancias asocionales. Los objetos de la adoración eran siempre sugestivos; consistían en las cosas de la naturaleza que estaban cerca, o que tenían gran influencia en la experiencia común de los primitivos urantianos de mente simple.» LU 85:0.2
Proposición. El hombre ha adorado todo lo que hay sobre la faz de la tierra (incluído él mismo).
«En uno u otro momento el hombre mortal ha adorado todo lo que se encuentra en la faz de la tierra, incluyéndose a sí mismo. También ha adorado todo lo que se pudiera imaginar en el cielo y por debajo de la superficie de la tierra.» LU 85:0.4
Proposición. El primer objeto de adoración fue una piedra.
«El primer objeto adorado por el hombre en evolución fue una piedra. Aún presentemente los katerinos del sur de la India adoran una piedra, así como lo hacen numerosas tribus en el norte de la India. Jacob durmió sobre piedra porque la veneraba; hasta llegó a ungirla. Raquel ocultaba una cantidad de piedras sagradas en su tienda.» LU 85:1.1
Proposición. Las tumbas son un símbolo superviviente de adoración a las piedras.
«En efecto, entre todas las tribus y pueblos atrasados las piedras aún se consideran con veneración supersticiosa. La adoración de las piedras aún presentemente está muy difundida en todo el mundo. La piedra sobre la tumba es un símbolo sobreviviente de las imágenes e ídolos que se esculpían en la piedra, en relación con las creencias en fantasmas y espíritus de los seres humanos fallecidos.» LU 85:1.4
Proposición. Pronto se adoraron las colinas y las montañas; los dioses vivían en las montañas, los demonios en cuevas.
«La adoración de las colinas vino después de la adoración de las piedras, y las primeras colinas que fueron veneradas eran grandes formaciones rocosas. Luego se volvió costumbre creer que los dioses habitaban las montañas, de manera que las altas elevaciones de tierra eran adoradas por esta razón adicional. A medida que pasaba el tiempo, ciertas montañas fueron asociadas con ciertos dioses y por consiguiente se volvieron sagradas. Los aborígenes ignorantes y supersticiosos creían que las cuevas llevaban al mundo subterráneo, con sus espíritus y demonios malignos, en contraste con las montañas, que eran identificadas con los conceptos de desarrollo más reciente de los espíritus y las deidades buenos.» LU 85:1.5
Proposición. Las plantas fueron primero temidas, después adoradas. Los licores intoxicantes fascinaron al hombre primitivo.
«Las plantas primero fueron temidas y después adoradas debido a los licores intoxicantes que de ella se derivaban. El hombre primitivo creía que la intoxicación lo volvía a uno divino. Se suponía que había algo de especial y sagrado en tal experiencia. Aún en los tiempos modernos las bebidas alcohólicas se conocen con el nombre de «bebidas espirituosas».»
«El hombre primitivo consideraba el grano en crecimiento con temor y respeto supersticioso. El apóstol Pablo no fue el primero en derivar del grano en crecimiento profundas lecciones espirituales y en predicar creencias religiosas.» LU 85:2.1
Proposición. Los cultos de la adoración de los árboles están entre las religiones más antiguas.
«Los cultos de la adoración de los árboles están entre los grupos religiosos más antiguos. Todas las primitivas bodas se celebraban bajo los árboles, y cuando la mujer deseaba hijos, se la encontraba de vez en cuando en el bosque abrazando afectuosamente un roble robusto. Muchas plantas y árboles eran venerados debido a sus poderes medicinales verdaderos o imaginarios. El salvaje creía que todos los efectos químicos se debían a la actividad directa de la fuerzas sobrenaturales.» LU 85:2.3
Proposición. La varilla adivinadora y el «tocar madera» son reliquias de los antiguos cultos a los árboles.
«La creencia de que el agua o los metales preciosos por debajo de la superficie de la tierra pueden ser detectados por una varilla adivinadora de madera es una reliquia de los antiguos cultos a los árboles. El mayo, el árbol de navidad y la práctica supersticiosa de tocar madera perpetúan algunas de las antiguas costumbres de adoración a los árboles y algunos de los cultos al árbol más recientes.» LU 85:2.5
Proposición. El hombre primitivo tenía un sentimiento fraternal hacia los animales más elevados: incluso los veneraba y adoraba.
«El hombre primitivo nutría un sentimiento peculiar y fraternal hacia los animales más elevados. Sus antepasados habían convivido con ellos y aún se habían apareado con ellos. En el sur de Asia primitivamente se creía que las almas de los hombres volvían a la tierra en forma animal. Esta creencia era un residuo de la práctica aún más primitiva de adorar a los animales.
«Los hombres primitivos reverenciaban a los animales por su fuerza y su astucia. Creían que el agudo sentido del olfato y la vista de lince de ciertas criaturas denotaba guía espiritual. Todos los animales han sido adorados por una u otra raza en uno u otro momento. Entre dichos objetos de adoración había criaturas que eran consideradas mitad humanas y mitad animales, tales como los centauros y las sirenas.
«Los hebreos adoraron a las serpientes hasta los días del rey Ezequías, y los hindúes aún tienen relaciones amistosas con sus serpientes domésticas. La adoración de los chinos por el dragón es un residuo de los cultos a la serpiente.» LU 85:3.1
**Proposition.**El hombre primitivo vio espíritus en manantiales burbujeantes y en torrentes impetuosos. El bautismo se convirtió en una ceremonia religiosa.
«La humanidad ha adorado la tierra, el aire, el agua y el fuego. Las razas primitivas veneraban los manantiales y adoraban los ríos. Aún ahora en Mongolia florece un influyente culto al río. El bautismo se volvió una ceremonia religiosa en Babilonia, y los griegos practicaban el baño ritual anual. Era fácil para los antiguos imaginar que los espíritus habitaban en las surgentes burbujeantes, en las fuentes profundas, en los ríos fluyentes y en los torrentes impetuosos. Las aguas movedizas impresionaban vívidamente a estas mentes sencillas con creencias en la animación de los espíritus y de las potencias supernaturales. A veces ocurría que le negara socorro a un hombre a punto de ahogarse por temor a ofender al dios del río.» LU 85:4.1
Proposición. Las nubes, el granizo, las tormentas de viento, los truenos y los relámpagos atemorizaban al hombre primitivo.
«Las nubes, la lluvia y el granizo han sido temidos y adorados por numerosas tribus primitivas y por muchos cultos primitivos de la naturaleza. Las tormentas de viento con truenos y relámpagos asustaban al hombre primitivo. Tanto le impresionaban estos disturbios elementales que el trueno era considerado la voz de un dios airado. La adoración del fuego y el temor al relámpago estaban correlacionados y muy difundidos entre muchos grupos primitivos.» LU 85:4.3
Proposición. La adoración a la naturaleza llevó a la deificación del sol, la luna y las estrellas.
«La adoración de las rocas, las colinas, los árboles y los animales evolucionó naturalmente a través de la veneración temerosa de los elementos hasta deificar el sol, la luna y las estrellas. En la India y en otros lugares, las estrellas eran consideradas las almas glorificadas de los grandes hombres que habían partido de la vida en la carne. Los cultistas caldeos de las estrellas se consideraban a sí mismos hijos del cielo el padre y de la tierra la madre.» LU 85:5.1
Proposición. El dios sol era el padre místico de los hijos salvadores nacidos de una virgen.
«El dios sol se consideraba el padre místico de los hijos del destino nacidos de la virgen que de vez en cuando, según se creía, se otorgaban como liberadores de razas favorecidas. Estos infantes sobrenaturales siempre aparecían a la deriva en algún río sagrado para ser salvadores de una forma extraordinaria, después de lo cual crecían hasta volverse personalidades milagrosas y los liberadores de sus pueblos.» LU 85:5.3
Proposición. El fuego fue adorado durante mucho tiempo, y llegó a su máximo en Persia.
«El fuego se confundía con la magia en la mente de los mortales primitivos sobrecogidos por el temor. Los aficionados a la magia recordarán vívidamente un resultado azaroso positivo en la práctica de sus fórmulas mágicas, mientras que olvidarán tranquilamente una serie de resultados negativos, fracasos completos. La reverencia al fuego llegó a su máximo en Persia, donde persistió por mucho tiempo. Algunas tribus adoraban el fuego como una deidad en sí, otros lo reverenciaban como símbolo flamante del espíritu purificador y de purga de sus deidades veneradas. Las vírgenes vestales tenían el deber de vigilar los fuegos sagrados, y en el siglo veinte se encienden velas como parte del rito de muchos servicios religiosos.» LU 85:4.4
Proposición. El hombre se adoró a sí mismo (incluyendo a lunáticos, epilépticos y estúpidos).
«Habiendo adorado todo lo demás en la faz de la tierra y en los cielos, el hombre no dudó en honrarse a sí mismo con dicha adoración. El salvaje de mente sencilla no hace una distinción clara entre bestias, hombres y dioses.
«El hombre primitivo consideraba sobrehumanas todas las personas fuera de lo común, y tanto temía a estos seres que los reverenciaba; hasta cierto punto, literalmente los adoraba. Aún el nacimiento de mellizos se consideraba sumamente afortunado o sumamente desafortunado. Los lunáticos, los epilépticos y los retardados frecuentemente eran adorados por sus semejantes de mente normal, quienes creían que dichos seres anormales estaban habitados por los dioses. También eran adorados los sacerdotes, los reyes y los profetas; los hombres santos de la antigüedad se consideraban inspirados por las deidades.» LU 85:6.1
Proposición. Si bien la adoración a la naturaleza surgió de manera natural, se vio aumentada por la acción del sexto espíritu ayudante de la mente.
«La adoración de la naturaleza puede parecer haber surgido natural y espontáneamente en la mente de los hombres y mujeres primitivos, y así ocurrió; pero durante todo este tiempo existía en operación en estas mismas mentes primitivas el espíritu ayudante sexto, que había sido otorgada a estos pueblos como influencia directora para esta fase de la evolución humana. Y este espíritu estaba constantemente estimulando el impulso a la adoración en la especie humana, sin importarle cuán primitivas fueran sus primeras manifestaciones. El espíritu de adoración dio origen definida al impulso humano de adorar, aunque el temor a los animales motivó la expresión de la adoración, y su práctica temprana se centró en objetos de la naturaleza.»LU 85:7.1
Proposición. El hombre primitivo no logró diferenciar entre temer, evitar, honrar y adorar. La sabiduría desarrolló todo esto en una verdadera religión.
«Debéis recordar que el sentimiento, y no el pensamiento, fue la influencia guía y controladora en todo desarrollo evolucionario. Para la mente primitiva existe poca diferencia entre temer, evitar, honrar y adorar.
«Cuando el impulso de adoración está disciplinado y dirigido por la sabiduría — pensamiento meditativo y experiencial— comienza a evolucionar hacia un fenómeno de verdadera religión.» LU 85:7.2
Proposición. Los primeros temores del hombre se hicieron religiosos a medida que la naturaleza se personalizaba, espiritualizaba y finamente se deificaba.
«La evolución de la religión que partió del impulso de adoración primitivo y precedente no depende de la revelación. El funcionamiento normal de la mente humana bajo la influencia directora del sexto y séptimo ayudantes de la mente de la dote espiritual universal es totalmente suficiente para asegurar tal desarrollo.
«El más primitivo temor prerreligioso del hombre a las fuerzas de la naturaleza, gradualmente se volvió religioso a medida que la naturaleza se fue personificando, espiritualizando y finalmente deificando en la conciencia humana. La religión de tipo primitivo fue por lo tanto una consecuencia biológica natural de la inercia psicológica de la mente animal en evolución una vez que dicha mente llegaba a captar el concepto de lo sobrenatural.»LU 86:0.1
Proposición. El hombre primitivo vivió con miedo al azar; la existencia era un juego de azar.
«El hombre primitivo vivía en la inseguridad y en el temor constante del azar — de la mala suerte. La vida era un estimulante juego de azar; la existencia, una empresa arriesgada. No es de extrañar que los pueblos parcialmente civilizados aún crean en el azar y manifiesten predisposiciones residuales por el juego de azar. El hombre primitivo alternaba entre dos poderosos intereses: la pasión de conseguir algo por nada y el temor de conseguir nada por algo. Este juego de la existencia era el interés principal y la suprema fascinación de la mente salvaje primitiva.» LU 86:1.4
Proposición. Incluso el sabio decía: «ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes».
«Esta idea de azar y suerte colorearon fuertemente la filosofía de todos los pueblos antiguos. Aun en tiempos recientes en la sabiduría de Salomón está escrito: «Me volví y vi que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y occasión acontenecen a todos. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos».» LU 86:1.6
Proposición. La religión primitiva se ocupaba del azar (de la buena y mala suerte).
«Aparte del impulso natural de adoración, la religión evolutiva primitiva tuvo su origen en las experiencias humanas del azar: la así llamada suerte, los sucesos comunes. El hombre primitivo era un cazador de alimentos. Los resultados de la caza variaban constantemente, y esto dio origen inevitable a esas experiencias que el hombre interpreta como buena suerte y mala suerte.»LU 86:1.1
Proposición. Los hombres primitivos creían que los tormentos de la vida estaban causados por los espíritus.
«La lucha por la vida es tan dolorosa que ciertas tribus retrógadas aún hoy lloran y lamentan cada amanecer. El hombre primitivo constantemente se preguntaba: «¿Quién me atormenta?». Al no hallar una fuente material de su sufrimiento, se contentó con una explicación espiritual. Así nació la religión del temor a lo misterioso, el respeto a lo invisible y el terror de lo desconocido. El temor a la naturaleza se volvió así un factor en la lucha por la existencia: primero por la presencia del azar y luego por la presencia del misterio.» LU 86:2.2
Proposición. El salvaje lo personalizaba todo: tanto la naturaleza como el azar.
«… El salvaje trata de personalizar todo lo que sea intangible y abstracto, y de este modo tanto la naturaleza como el azar se vuelven personalizados como fantasmas —espíritus— y más adelante como dioses.» LU 86:2.3
Proposición. El azar es una palabra que significa que el hombre es o demasiado ignorante o indolente para determinar las causas.
«Azar es una palabra que significa que el hombre es demasiado ignorante o demasiado indolente para determinar las causas. El hombre considera los sucesos naturales como accidentes o mala suerte sólo cuando carece de curiosidad e imaginación, cuando la raza no tiene iniciativa ni sentido de la aventura.» LU 86:2.5
Proposición. Inmediatamente se asoció la buena suerte con los buenos espíritus y la mala suerte con los malos espíritus.
«A medida que progresó la evolución, la buena suerte se empezó a asociar con los buenos espíritus y la mala suerte con los espíritus malignos. Las dificultades de una adaptación forzada a un medio ambiente cambiante se consideraban mala suerte, la ira de los fantasmas espíritus. El hombre primitivo lentamente desarrolló la religión, partiendo de su innato impulso natural hacia la adoración y de su interpretación errónea del azar. El hombre civilizado provee esquemas de seguro para sobreponerse a estas vicisitudes del azar; la ciencia moderna ofrece un actuario de seguros basado en la matemática para reemplazar a los espíritus ficticios y dioses caprichosos.» LU 86:6.4
Proposición. El salvaje pagó voluntariamente las primas de temor y terror y los obsequios a los sacerdotes para obtener su póliza de seguro mágico contra la mala suerte.
«El salvaje sintió la necesidad de asegurarse, y por consiguiente pagó voluntariamente las pesadas primas de temor, superstición, terror y obsequios a los sacerdotes para obtener su póliza de seguro mágico contra la mala suerte. La religión primitiva fue simplemente el pago de las primas de seguro contra los peligros del bosque; el hombre civilizado paga primas materiales contra los accidentes de la industria y las exigencias del sistema moderno de vida.» LU 86:7.1
Proposición. El hombre moderno ha trasladado las operaciones de seguro del ambiente sacerdotal al dominio de la economía.
«La sociedad moderna traslada las operaciones de seguro del ambiente sacerdotal y religioso al mundo de la economía. La religión se ocupa cada vez más al seguro de la vida más allá de la tumba. Los hombres modernos, por lo menos los que piensan, ya no pagan primas inútiles para controlar su suerte. La religión asciende lentamente a niveles filosóficos más altos, en comparación con su antigua función como sistema de seguros contra la mala suerte.» LU 86:7.2
Proposición. La religión fue el ajuste del hombre a sus ilusiones de miedo y azar; la adoración fue el seguro contra los infortunios.
«La religión representa la adaptación del hombre a sus ilusiones del misterio del azar. El temor a los espíritus y la subsiguiente adoración fueron adoptados como seguro contra la mala suerte, como pólizas de prosperidad…» LU 87:5.2
Proposición. El miedo a los fantasmas fue la fuente de todas las religiones mundiales.
«El temor a los fantasmas fue la fuente de todas las religiones mundiales; durante muchas edades muchas tribus se aferraron a su vieja creencia en un tipo de fantasmas. Enseñaban que el hombre tenía buena suerte cuando el fantasma estaba contento, mala suerte cuando éste estaba airado.» LU 87:4.1
Proposición. Inmediatamente se desarrolló la idea de buenos espíritus (fantasmas glorificados). Se extendió ampliamente la noción de que había dos tipos de fantasmas.
«A medida que el culto del temor a los fantasmas se amplió, se produjo el reconocimiento de un tipo más elevado de espíritus, espíritus que no se identificaban claramente con ningún individuo humano. Eran fantasmas graduados o glorificados que habían progresado más allá del dominio de la tierra de los fantasmas a los reinos espirituales más elevados.
«La noción de dos tipos de espíritus-fantasmas fue progresando lenta pero seguramente en todo el mundo. Este nuevo espiritismo dual no tuvo que difundirse de tribu en tribu; surgió independientemente en todo el mundo. Al influir la mente evolucionaria en expansión, el poder de una idea no se encuentra en su realidad ni en su razón sino más bien en la intensidad y universalidad de su aplicación pronta y sencilla.» LU 87:4.2
Proposición. Este concepto dual de fantasma explicaba tanto la mala como la buena suerte.
«Cuando finalmente maduró la doctrina de los espíritus buenos y malos, se tornó la más difundida y persistente de las creencias religiosas. Este dualismo representaba un gran avance religio-filosófico porque permitía que el hombre encontrara una explicación tanto para la buena suerte como para la mala suerte y al mismo tiempo originaba la creencia en seres supermortales cuya conducta era en cierto modo coherente.»LU 87:4.5
Proposición. Los hombres consideraban que los fantasmas tenían derechos ilimitados, pero no deberes.
«El hombre primitivo consideraba que los espíritus y los fantasmas tenían derechos casi ilimitados, pero ningún deber; al mismo tiempo se creía que los espíritus contemplaban al hombre como teniendo múltiples deberes, pero ningún derecho. Se creía que los espíritus consideraban al hombre con cierto desprecio porque éste constantemente fallaba en el cumplimiento de sus deberes espirituales.» LU 87:5.1
Proposición. Quitarse valor a uno mismo era un esfuerzo para evitar los celos de los fantasmas. Todo esto llevó a la modestia y reserva civilizadas.
«El método adoptado para prevenir que los espíritus se pusieran celosos de la prosperidad humana consistió en acumular vituperaciones sobre una cosa o persona afortunada o tiernamente amada. La costumbre de evitar las alabanzas de la persona o su familia se originó de esta manera, y finalmente evolucionó en la modestia civilizada, la reserva y la cortesía. Por el mismo motivo, estaba de moda la fealdad. La belleza estimulaba la envidia de los espíritus; era símbolo de orgullo humano pecaminoso. El salvaje deseaba un nombre feo. Esta característica del culto obstaculizó el avance de las artes, y por mucho tiempo mantuvo al mundo sombrío y feo.» LU 87:5.7
Proposición. Los esfuerzos para aplacar a los fantasmas y sobornar a los espíritus llevó a una filosofía mundial.
«La intención y voluntad de los espíritus se estudiaban por medio de señales, oráculos y presagios. Estos mensajes de los espíritus se interpretaban por la adivinación, la profecía, la magia, la ordalía y la astrología. Todo el culto era un esquema inventado para aplacar, satisfacer y sobornar a los espíritus mediante estos sobornos enmascarados.
«Así pues surgió una nueva filosofía mundial ampliada que consistía en:
«1. Deber — las cosas que se deben hacer para que los espíritus sean favorables o, por lo menos, neutrales.
«2. Derecho — la conducta y ceremonial correcto para ganar activamente a los espíritus a la causa del interés propio.
«3. Verdad — la manera correcta de comprender, y la actitud correcta hacia los espíritus, y por lo tanto, hacia la vida y la muerte.» LU 87:5.9
Proposición. El hombre buscó primero sobornar a los fantasmas y después, mediante ceremonias, forzaba la ayuda de los espíritus.
«En los primeros días del culto, los esfuerzos del hombre para influir sobre las acciones de los fantasmas se confinaban a la propiciación, intentos de soborno para evitar la mala suerte. A medida que progresó la evolución del culto a los fantasmas hacia el concepto de los espíritus buenos y los espíritus malignos, estas ceremonias tomaron aspectos de naturaleza más positiva, el esfuerzo de ganar la buena suerte. La religión del hombre ya no era completamente negativista, ni tampoco se conformó el hombre con el esfuerzo para conseguir la buena suerte; poco tiempo más tarde comenzó a inventar esquemas para obligar a los espíritus a que cooperaran con él. El religioso ya no está indefenso ante las demandas incesantes de los espíritus fantasmales de su propia creación; el salvaje comienza a inventar armas para obligar a los espíritus a la acción y para forzar su ayuda.» LU 87:6.2
Proposición. El culto a los fantasmas hicieron inevitable el culto a los antepasados.
«El avance del culto a los fantasmas tornó inevitable la adoración a los antepasados, puesto que se volvió el eslabón de conexión entre los fantasmas comunes y los espíritus más altos, los dioses en evolución. Los dioses primitivos eran simplemente humanos muertos glorificados.
«La adoración a los antepasados fue originalmente más un temor que una adoración, pero estas creencias definitivamente contribuyeron a la difusión ulterior del temor y adoración a los fantasmas. Los devotos de los primitivos cultos a los fantasmas y a los antepasados aún temían bostezar, pues un fantasma maligno podía aprovechar ese momento para entrar en su cuerpo.» LU 87:3.1
Proposición. La religión evolutiva nació del miedo del hombre a lo desconocido, lo inexplicable y lo incomprensible. Mediante intercesores, logró el concepto de un Dios que es amor.
«La religión evolucionaria nace de un temor simple y todopoderoso, el temor que sobrecoge la mente humana que enfrenta lo desconocido, lo inexplicable y lo incomprensible. La religión finalmente alcanza la comprensión profundamente sencilla de un amor todopoderoso, el amor que inunda irresistiblemente el alma humana cuando ésta despierta al concepto del afecto ilimitado del Padre Universal por los hijos del universo. Pero entre el comienzo y la consumación de la evolución religiosa, existen largas épocas de shamanes, quienes tienen la presunción de actuar entre el hombre y Dios como intermediarios, intérpretes e intercesores.» LU 90:0.3
Proposición. Para el hombre primitivo, la muerte era una combinación aterradora de azar y misterio. La muerte no violenta era una visita terrible.
«La muerte era para el hombre evolutivo el supremo arcano, la combinación más aterradora de azar y misterio. El arcano de la muerte, más bien que la santidad de la vida, inspiró el temor y de esta manera fomentó eficazmente la religión. Entre los pueblos salvajes la muerte era generalmente violenta, de modo que la muerte sin violencia se tornó cada vez más misteriosa. El concepto de muerte como fin natural y previsto de la vida no era claro para la conciencia de los pueblos primitivos, y le llevó al hombre edades tras edades darse cuenta de su inevitabilidad.
«El hombre primitivo aceptaba la vida como hecho, pero consideraba la muerte una visitación». LU 86:3.1
Proposición. Los sueños eran muy reales para los salvajes.
«El concepto de una fase supermaterial de la personalidad mortal nació de la asociación inconsciente y puramente accidental de los sucesos de la vida diaria sumados al sueño fantasmal. El hecho de que varios miembros de una tribu soñaran simultáneamente con un cacique fallecido parecía constituir prueba convincente de que el viejo cacique había realmente retornado en alguna forma. Resultaba todo muy real para el salvaje quien despertaba de tales sueños bañado de sudor, temblando y gritando.» LU 86:4.1
Proposición. Los sueños dieron origen a la creencia en una vida futura.
«El origen onírico de la creencia en una existencia futura explica la tendencia a imaginar siempre cosas invisibles en términos de cosas vistas. Finalmente este nuevo concepto de vida futura en el sueño fantasmal se tornó efectivamente el antídoto para el temor a la muerte, asociado con el instinto biológico de la autopreservación.» LU 86:4.2
Proposición. El «aliento de la vida» se consideró como la diferencia entre los vivos y los muertos.
«El hombre primitivo mucho se preocupaba por su respiración, especialmente en los climas fríos, allí donde aparecía su aliento como una nube cuando exhalaba. El aliento de la vida se consideraba un fenómeno que diferenciaba a los vivos de los muertos. Sabía que el aliento podía abandonar al cuerpo, y sus sueños, en los que hacía todo tipo de cosas extrañas mientras dormía, le convencieron que había algo inmaterial en el ser humano. La idea más primitiva del alma humana, el fantasma, se derivó del sistema ideacional del aliento-sueño.» LU 86:4.3
Proposición. El culto a los fantasmas llevó a la creencia en encarnaciones recurrentes.
«La doctrina primitiva de supervivencia después de la muerte no fue necesariamente una creencia en la inmortalidad. Estos seres que no llegaban a contar más de veinte difícilmente podían concebir la infinidad y la eternidad; más bien pensaban en encarnaciones recurrentes.» LU 86:4.5
Proposición. El doble del hombre en el sueño se ha llamado fantasma, espíritu, sombra, espectro y más recientemente alma.
«La parte no material del hombre se ha denominado variadamente fantasma, espíritu, sombra, espectro, y últimamente alma. El alma era el doble del hombre primitivo en su sueño; era en todas las formas exactamente igual al mortal mismo excepto que no respondía al sentido del tacto. La creencia en los dobles oníricos condujo directamente a la idea de que todas las cosas animadas e inanimadas tienen alma, tanto como tienen los hombres. Este concepto tendió a perpetuar por largo tiempo las creencias en los espíritus de la naturaleza. Los esquimales aún conciben que todo en la naturaleza tiene su espíritu.» LU 86:5.1
Proposición. Se temía a la muerte, porque liberaba otro fantasma con el que luchar.
«Se temía a la muerte porque significaba la liberación de otro fantasma de su cuerpo físico. Los antiguos hacían todo lo posible por prevenir la muerte, para evitar el problema de tener que luchar con otro fantasma más. Siempre intentaban ansiosamente inducir al fantasma a que abandonara la escena de la muerte, para embarcarse en el viaje hacia la tierra de los difuntos. El fantasma se temía más que nada durante el supuesto período de transición entre su aparición en el momento de la muerte y su posterior partida hacia la tierra de los fantasmas, un concepto vago y primitivo del seudocielo.» LU 87:1.1
Proposición. El miedo a los fantasmas inició la religión evolutiva del hombre y este no echará el ancla hasta que no llegue a la Deidad.
«El hombre ha sostenido una larga y amarga lucha con el culto a los fantasmas. Nada, en la historia de la humanidad inspira mayor lástima que este cuadro de la esclavitud abyecta del hombre al temor de los espíritus-fantasmas. Con el nacimiento de este mismo temor, la humanidad empezó su evolución religiosa. La imaginación humana zarpó de los límites del yo y no volverá a echar ancla hasta llegar al concepto de la verdadera Divinidad, el Dios real.» LU 87:0.2
Proposición. Los cuerpos muertos no se dejaban nunca en la oscuridad. Todavía encendemos velas.
«Los antiguos creían que se debía proveer luz para el cadáver; un cuerpo muerto no se dejaba nunca en la oscuridad. En el siglo veinte, aún se encienden velas en las cámaras fúnebres, y los hombres siguen velando al muerto. El así llamado hombre civilizado aún no ha podido eliminar completamente el temor a los cadáveres de su filosofía de la vida.» LU 87:1.4
Proposición. El servicio fúnebre era un esfuerzo para deshacerse del fantasma.
«El servicio fúnebre se originó en el esfuerzo del hombre por inducir al alma fantasmal a partir hacia su futuro hogar, y el sermón fúnebre fue originalmente inventado para instruir al nuevo fantasma sobre el camino para llegar a él. Era costumbre pro-veer alimentos y vestimentas para el viaje del fantasma, colocándose estos artículos dentro de la tumba o cerca de ella. El salvaje creía que se requerían de tres días a un año para «conjurar al fantasma» —para que abandonara la cercanía de la tumba. Los esquimales todavía creen que el alma permanece con el cuerpo durante tres días.»LU 87:2.3
Proposición. El aplacamiento de los fantasmas precedió a la súplica a los espíritus; la primera adoración fue de defensa, no de reverencia.
«En la religión el programa negativo de aplacamiento de los fantasmas precedió con mucho al programa positivo de coerción y súplica a los espíritus. Las primeras manifestaciones de la adoración humana fueron fenómenos de defensa, no de reverencia. El hombre moderno considera sabio asegurarse contra el incendio; del mismo modo el salvaje consideraba sabio asegurarse contra la mala suerte provocada por los fantasmas. Los esfuerzos para conseguir esta protección formaron las técnicas y los rituales del culto a los fantasmas.» LU 87:2.1
Proposición. El hombre heredó un medio ambiente natural, adquirió un medio ambiente social e imaginó un medio ambiente fantasmal. El estado es su reacción al medio ambiente natural, el hogar al medio social, la iglesia a los fantasmas ilusorios.
«El hombre heredó un medio ambiente natural, adquirió un medio ambiente social e imaginó un medio ambiente fantasmal. El estado es la reacción del hombre a su medio ambiente natural, el hogar a su medio ambiente social, la iglesia a su medio ambiente fantasmal ilusorio.» LU 86:6.1
Proposición. Durante muchas edades, el «aliento de la vida» fue un fetiche.
«Los hombres primitivos creían que el alma estaba asociada con el aliento, y que sus cualidades podían ser impartidas o transferidas por el aliento. El cacique valeroso respiraba sobre el niño recién nacido, impartiéndole así valor. Entre los cristianos primitivos la ceremonia de donar el Espíritu Santo iba acompañada de respirar sobre los candidatos. Dijo el salmista: «Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca». Por mucho tiempo fue costumbre del hijo mayor tratar de aspirar el último aliento de su padre moribundo.» LU 86:5.13
Proposición. Las sombras y los reflejos en el agua se consideraban con superstición.
«Más adelante se llegó a temer la sombra y reverenciarla, como el aliento. El propio reflejo en el agua también se consideraba a veces como prueba del ser doble, y los espejos se respetaban con miedo supersticioso. Aun ahora muchas personas civilizadas dan vuelta al espejo contra la pared cuando hay una muerte en la familia. Algunas tribus retrógadas aún creen que hacer retratos, dibujos, modelos o imágenes quita todo o parte del alma del cuerpo; por lo tanto estas cosas están prohibidas.»LU 86:5.14
Proposición. La doctrina de la posesión por espíritus es fetichismo.
«El concepto del espíritu que penetra en un objeto inanimado, un animal o un ser humano, es una creencia muy antigua y honorable, que prevaleció desde el comienzo de la evolución de la religión. Esta doctrina de la posesión por los espíritus no es más ni menos que fetichismo. El salvaje no necesariamente adora al fetiche; adora con mucha lógica y reverencia al espíritu que reside en el fetiche.»LU 88:0.1
Proposición. Los tullidos, lunáticos, epilépticos e idiotas fueron personalidades fetiche. La histeria se asociaba a la brujería.
«Los niños jorobados y tullidos se consideraban fetiches, se creía que los lunáticos estaban bajo la influencia de la luna. El hombre primitivo no podía distinguir entre el genio y la locura; los idiotas eran azotados a muerte o reverenciados como personalidades fetiches. La histeria confirmó aún más la creencia popular en la brujería; los epilépticos eran a menudo sacerdotes y curanderos. La intoxicación alcohólica se consideraba una forma de posesión de los espíritus. Cuando un salvaje se emborrachaba, se colocaba una hoja en el pelo para significar que no era responsable de sus acciones. Los venenos y los intoxicantes se volvieron fetiches; se les consideraba poseídos.» LU 88:1.9
Proposición. La creencia en las reliquias es una consecuencia del culto a los fetiches.
«La creencia en las reliquias es una consecuencia del antiguo culto fetichista. Las reliquias de las religiones modernas representan un intento de racionalizar el fetiche del salvaje elevándolo así a una posición de dignidad y respetabilidad en los modernos sistemas religiosos. Es pagano creer en los fetiches y en la magia, pero parecería bien aceptar las reliquias y los milagros.» LU 88:2.2
Proposición. El hombre moderno ataca sus problemas con la ciencia; el salvaje confiaba en la magia. El propósito de la magia era doble.
«El hombre civilizado se enfrenta a los problemas de un medio ambiente concreto mediante su ciencia; el hombre salvaje intentaba solucionar los problemas reales de un medio ambiente ilusorio fantasmal mediante la magia. La magia era una técnica para manipular el imaginario medio ambiente espiritual cuyas maquinaciones explicaban constantemente lo inexplicable; era el arte de obtener la cooperación voluntaria de los espíritus y de forzar la ayuda involuntaria de los espíritus mediante el uso de fetiches o de otros espíritus más poderosos.
«El objeto de la magia, la hechicería y la nigromancia era doble:
«1. Alcanzar una visión del futuro.
«2. Influir favorablemente sobre el medio ambiente.» LU 88:4.1
Proposición. Los hombres tenían un nombre común y un nombre mágico, que se ocultaba a los extraños.
«El hombre primitivo creía que los nombres debían ser tratados con respeto, especialmente los nombres de los dioses. El nombre se consideraba una entidad, una influencia distinta a la de la personalidad física; se la ponía al mismo nivel que el alma y la sombra. Los nombres se empeñaban para obtener préstamos; un hombre no podía usar su nombre hasta que hubiese rescatado el préstamo mediante pago. Presentemente los hombres firman su nombre en los pagarés. Muy pronto el nombre de un individuo se volvió importante en la magia. El salvaje tenía dos nombres; el nombre importante se consideraba demasiado sagrado como para utilizarlo en ocasiones comunes, por consiguiente existía el segundo nombre o el de todos los días: un sobrenombre. Él nunca pronunciaba su nombre verdadero ante extraños. Toda experiencia de naturaleza poco común le estimulaba a cambiarse el nombre; a veces era para curar una enfermedad o detener la mala suerte. El salvaje podía conseguir un nuevo nombre comprándoselo al cacique tribal. Aun ahora los hombres invierten en títulos y diplomas. Pero entre las tribus más primitivas, tales como los bosquimanos africanos, no existen nombres individuales.» LU 88:5.5
Proposición. La magia desarrolló la ciencia; la astrología llevó a la astronomía; los números mágicos a las matemáticas.
«La magia fue la rama del árbol religioso evolucionario que finalmente dio el fruto de la era científica. La creencia en la astrología llevó al desarrollo de la astronomía; la creencia en la piedra filosofal llevó al conocimiento de los metales, mientras que la creencia en los números mágicos fundó la ciencia de las matemáticas.» LU 88:6.5
Proposición. La magia todavía perdura: muchas palabras fósiles aportan pruebas de ello: hechizado, encantador y estupefacto. Todavía tenemos el mal de ojo y la astrología.
«Gradualmente la ciencia está eliminando de la vida el elemento del juego de azar. Pero si los métodos modernos de educación fracasan, habrá una reversión casi inmediata a las creencias primitivas en la magia. Estas supersticiones aún habitan la mente de muchos pueblos así llamados civilizados. El idioma contiene muchos fósiles que atestiguan que la raza por mucho tiempo ha estado impregnada de la superstición mágica, palabras como hechizado, malaventurado, posesiones, inspiración, quitarle a uno el espíritu, ingenio, embelesador, estupefacto y asombrado. Los seres humanos inteligentes aún creen en la buena suerte, el mal de ojo y la astrología.» LU 88:6.7
Proposición. La magia antigua fue el embrión de la ciencia moderna.
«La magia antigua fue el capullo de la ciencia moderna, indispensable en su tiempo pero ya no útil. Así los fantasmas de la superstición ignorante agitaron las mentes primitivas de los hombres hasta que pudieran nacer los conceptos de la ciencia. Hoy en día, Urantia está en los albores de su evolución intelectual. Una mitad del mundo busca ansiosamente la luz de la verdad y los hechos del descubrimiento científico, mientras que la otra mitad languidece en los brazos de la superstición antigua y de la magia sólo ligeramente disfrazada.»LU 88:6.8
Proposición. La salvación dependía de votos, juramentos, promesas, ayunos y oraciones. Después llegó la abnegación, el sufrimiento y las privaciones.
«Luego sobrevino la práctica de los votos rituales, seguida muy poco después por las promesas religiosas y los juramentos sagrados. Muchos de estos juramentos iban acompañados de autotortura y automutilación; más adelante, de ayuno y oración. Posteriormente se consideró que la autonegación era un método coercitivo seguro; esto era especialmente cierto en cuanto a la represión del impulso sexual. Así pues el hombre primitivo desarrolló pronto una austeridad firme en sus prácticas religiosas, la creencia en la eficacia de la autotortura y de la autonegación como ritos capaces de coercer a los espíritus reacios a que reaccionen favorablemente frente a tal sufrimiento y privación.» LU 87:6.16
Proposición Había dos tipos de sacrificios: el de obsequio y el de deuda.
«Pronto en la evolución de la religión existieron dos conceptos del sacrificio —la idea del sacrificio obsequio, con la connotación de una actitud de acción de gracias, y el sacrificio deuda, que incorporaba la idea de la redención. Más adelante se desarrolló la idea de la substitución.» LU 89:4.2
Proposición. El culto del sacrificio evolucionó en el culto del sacramento.
«Así pues, después de largas edades, el culto del sacrificio ha evolucionado en el culto del sacramento. De esta manera, los sacramentos de las religiones modernas son los legítimos sucesores de aquellas horrorosas ceremonias primitivas de sacrificio humano y de los aún más primitivos ritos canibalísticos. Muchos aún dependen de la sangre para la salvación, pero por lo menos ésta se ha vuelto figurativa, simbólica y mística.» LU 89:9.4
Proposición. El hombre todavía hace tratos con Dios, toca madera y se permite otros rituales.
«El hombre moderno ya no intenta abiertamente la coerción de los espíritus, aunque sigue manifestando una tendencia a negociar con la Deidad. Sigue jurando, toca madera, cruza los dedos y responde al estornudo con una frase convencional; antiguamente se trataba de una fórmula mágica.» LU 87:6.17
Proposición. La religión se aferra a las costumbres. El sacramento no consiste en lo nuevo, sino en lo viejo.
«La religión se aferra a las costumbres; lo que fue es antiguo y supuestamente sagrado. Por esta razón y ninguna otra, las herramientas de piedra persistieron largamente en el medio de la edad de bronce y de hierro. Esta declaración está registrada: «Si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería, porque al labrar la piedra con tus herramientas lo profanarás». Aun hoy en día los hindúes encienden los fuegos del altar utilizando un artefacto primitivo de encendido. En el curso de la religión evolucionaria, la novedad siempre ha sido considerada sacrilegio. El sacramento debe consistir, no en un alimento nuevo y manufacturado, sino en la más primitiva de las vituallas: «Carne asada al fuego y panes sin levadura; con yerbas amargas». Todo tipo de uso social y aún los procedimientos legales se aferran a las viejas formas.» LU 92:2.2
Proposición. Las observancias religiosas progresaron del aplacamiento, evitación, exorcismo, coerción, conciliación y propiciación hasta el sacrificio, la expiación y la redención. El ritual pasó por los fetiches a la magia y los milegros y estuvo dominado por los chamanes y los sacerdotes.
«la evolución de las observancias religiosas progresó del aplacamiento, evitación, exorcismo, coerción, conciliación y propiciación hasta el sacrificio, la expiación y la redención. La técnica del rito religioso pasó de las formas del culto primitivo, a través del fetichismo, a la magia y a los milagros; y a medida que el rito se tornaba más complejo en respuesta al concepto cada vez más complejo del hombre sobre los reinos supermateriales, estuvo inevitablemente dominado por los curanderos, shamanes y sacerdotes.» LU 90:0.1
Proposición. El ritual santifica la costumbre y perpetúa los mitos. Social en un principio, adquiere la santidad del ceremonial religioso.
«El rito es la técnica de santificar la costumbre; el rito crea y perpetúa mitos contribuyendo a la vez a la preservación de las costumbres sociales y religiosas. Nuevamente, el rito mismo ha sido originado por los mitos. Los ritos son frecuentemente primero sociales, luego se vuelven económicos y finalmente adquieren la santidad y dignidad de una ceremonia religiosa. El rito puede ser personal o de grupo en su práctica —o ambos— tal como se ilustra en la oración, la danza y el drama.» LU 90:5.2
Proposición. El ritual evoluciona a través de las ceremonias de purificación y santificación hasta la adoración que abarca la oración, la canción y la lectura responsiva.
«Las palabras se hacen parte del rito, tal como es el uso de los términos amén y selah. El hábito de las malas palabras, la profanidad, representa una prostitución de la repetición ritualista previa de los nombres sagrados. Hacer peregrinajes a los santuarios sagrados es un rito muy antiguo. El rito posteriormente evolucionó en elaboradas ceremonias de purificación, limpieza y santificación. Las ceremonias de iniciación de las sociedades secretas primitivas de la tribu fueron en realidad un rito religioso burdo. La técnica de adoración de los antiguos cultos de misterio tan sólo fue una larga cantinela de ritos religiosos acumulados. El rito finalmente se desarrolló en los tipos modernos de ceremonias sociales y adoración religiosa, servicios que comprenden la oración, la canción, la lectura responsiva y otras devociones espirituales individuales y de grupo.» LU 90:5.3
Proposición. Una religión duradera sacia la sed espiritual y proporciona la salvación.
«Una religión considerada en forma superficial y con ligereza, no puede durar, especialmente cuando no cuenta con un sacerdocio que fomente sus formas y llene el corazón de los devotos de temor y respeto. La religión olímpica no prometía salvación, ni calmaba la sed espiritual de sus creyentes; por lo tanto estaba destinada a perecer. Dentro de un milenio de su eomienzo ya casi había desaparecido, y los griegos no tenían una religión nacional, habiendo perdido los dioses del Olimpo su influencia sobre las mejores mentes.» LU 98:2.1
Proposición. El misticismo lleva al aislamiento social y al fanatismo religioso.
«El misticismo, como técnica para cultivar la conciencia de la presencia de Dios, es en general merecedor de alabanzas, pero cuando dichas prácticas conducen al aislamiento social y culminan en el fanatismo religioso, son censurables. Demasiado frecuentemente lo que el místico sobreexcitado evalúa como inspiración divina es la sublevación de su propia mente profunda. El contacto de la mente mortal con su Ajustador residente, aunque frecuentemente favorecido por la meditación devota, es más frecuentemente facilitado por el servicio amante de todo corazón en el ministerio altruista de los semejantes.» LU 91:7.1
Proposición. Hay siete pruebas que aplicar al misticismo, el éxtasis y la inspiración.
«La prueba práctica de todas las experiencias religiosas extrañas del misticismo, el éxtasis y la inspiración consiste en observar si estos fenómenos hacen que un individuo:
«1. Disfrute de una salud física mejor y más completa.
«2. Funcione más eficaz y prácticamente en su vida mental.
«3. Socialice más plena y alegremente en su experiencia religiosa.
«4. Espiritualice más completamente su vida diaria descargando al mismo tiempo fielmente los deberes comunes de la existencia mortal rutinaria.
«5. Aumente su amor y apreciación de la verdad, la belleza y la bondad.
«6. Conserve los valores sociales, morales, éticos y espirituales, reconocidos en su época.
«7. Aumente su compenetración espiritual, su conciencia de Dios.» LU 91:7.5
Proposición. La gente común anhelaba el consuelo y las promesas de salvación. Los cultos de misterio proporcionaron estas certezas.
«La mayoría de la masa del mundo grecorromano, habiendo perdido sus primitivas religiones familiares y estatales y siendo incapaces o no queriendo captar el significado de la filosofía griega, dirigieron su atención a los cultos espectaculares y emocionales de misterio provenientes de Egipto y del Levante. La gente común ansiaba promesas de salvación —el consuelo religioso para hoy y el seguro de la esperanza de la inmortalidad después de la muerte.
«Los tres cultos de misterio más populares fueron:
«1. El culto frigio de Cibeles y su hijo Atis.
«2. El culto egipcio de Osiris y su madre Isis.
«3. El culto iranio de la adoración de Mitras como salvador y liberador de la humanidad pecadora.» LU 98:4.1
Proposición. Las primeras oraciones no se dirigieron a Dios; decían algo así como: «deséame suerte».
«Las formas más primitivas de oración no estaban dirigidas a la Deidad. Estas expresiones eran muy semejantes a lo que puedes decir a un amigo al embarcarte en alguna empresa importante: «Deséame suerte»». LU 91:0.2
Proposición. Con la llegada de la conciencia de Dios, estas peticiones lograron el nivel de oración.
«Cuando los conceptos de fantasmas y espíritus evolucionaron, estas solicitudes se dirigieron a las fuerzas sobrehumanas, y con la conciencia de los dioses, dichas expresiones llegaron a los niveles de la verdadera oración. Como ilustración de esto, entre algunas tribus australianas las oraciones religiosas primitivas antedataron su creencia en los espíritus y en las personalidades sobrehumanas.»LU 91:0.3
Proposición. Las primeras oraciones eran meramente deseos verbalizados.
«Las primeras oraciones fueron simplemente deseos verbalizados, la expresión de deseos sinceros. Luego la oración se volvió una técnica para obtener la cooperación de los espíritus. Finalmente llegó a la función más elevada de asistir a la religión en la conservación de todos los valores nobles.» LU 91:2.1
Proposición. El hombre oró antes de conocer a Dios (cuando estaba en apuros o lleno de júbilo).
«Existe un aspecto verdaderamente espontáneo de la oración, ya que el hombre primitivo se encontró orando mucho antes de tener un concepto claro de un Dios. El hombre primitivo solía orar en dos situaciones distintas: cuando sufría grandes penurias, experimentaba el impulso de buscar ayuda; cuando se regocijaba, se dejaba llevar por la expresión impulsiva del regocijo.» LU 91:8.1
Proposición. Al principio, la oración es asunto del ego y del alter ego, pero siempre es socializadora, moralizadora y espiritualizadora.
«Como es concebido por sucesivas generaciones de mortales que oran, el otro yo evoluciona desde los fantasmas, fetiches y espíritus a los dioses politeísticos, y finalmente al Dios Único, un ser divino que comprende los más altos ideales y las más elevadas aspiraciones del yo en oración. De este modo, la oración funciona como la agencia más poderosa de la religión en la conservación de los valores e ideales más altos de aquellos que oran. Desde el momento de la concepción del otro yo hasta la aparición del concepto de un Padre divino y celestial, la oración es siempre una práctica socializadora, moralizadora y espiritualizadora.» LU 91:3.3
Proposición. La oración primitiva negociaba y discutía con los dioses.
«Las formas primitivas de oración no fueron más ni menos que negociaciones con los espíritus, regateos con los dioses. Era un tipo de trocamiento en el cual la súplica y la persuasión fueron sustituidos por algo más tangible y costoso. El desarrollo del comercio entre las razas había inculcado el espíritu comercial y había desarrollado la astucia del trueque; ahora pues estos rasgos comenzaron a aparecer en los métodos de adoración del hombre. Así como algunos hombres eran mejores comerciantes que otros, del mismo modo algunos rezaban mejor que otros. El rezo de un hombre justo era altamente apreciado. El hombre justo era aquel que había pagado todas sus cuentas a los espíritus, habiendo descargado toda obligación ritual en los dioses.» LU 89:8.7
Proposición. La oración primitiva apenas tenía adoración: buscaba salud, riqueza y vida.
«La oración primitiva no fue adoración; era una petición negociadora de salud, riqueza y vida. Y en muchos aspectos las oraciones no han cambiado mucho con el paso de las edades. Aún se leen en los libros, se recitan formalmente y se las escribe para colocarlas sobre las ruedas o para colgarlas de los árboles, allí donde el soplo de los vientos le ahorra al hombre el trabajo de usar su propio aliento.» LU 89:8.8
Proposición. La mayoría de oraciones están relacionadas con el subconsciente, pero las más espirituales pueden alcanzar el superconsciente.
«Durante los tiempos más primitivos de la evolución racial y aun en el tiempo presente, en la experiencia diaria del mortal común, la oración es en gran medida un fenómeno de la conversación del hombre con su propio subconsciente. Pero también existe un dominio de la oración en el que el individuo intelectualmente alerta y espiritualmente progresista logra un mayor o menor contacto con los niveles superconscientes de la mente humana, el dominio del Ajustador del Pensamiento residente. Además hay una fase espiritual definida de la verdadera oración que se refiere a su recepción y reconocimiento por parte de las fuerzas espirituales del universo, y que es enteramente distinta de toda asociación humana e intelectual.» LU 91:2.6
Proposición. La motivación de la oración varía: puede ser alabanza alegre o ruego de perdón.
«La oración puede ser una expresión espontánea de la conciencia de Dios o una recitación sin sentido de las fórmulas teológicas. Puede ser la alabanza extática del alma conocedora de Dios o la obediencia esclava de un mortal dominado por el miedo. Es a veces la expresión patética del deseo espiritual y a veces el grito flagrante de frases pías. La oración puede ser alabanza regocijada o humilde ruego de perdón.» LU 91:8.5
Proposition. La oración puede ser o bien una petición totalmente egoísta o bien un gesto magnífico hacia la realización de la hermandad.
«La oración puede ser el ruego infantil de lo imposible o la súplica madura de crecimiento moral y poder espiritual. La solicitud puede ser por el pan de cada día o el resultado de un anhelo sincero de hallar a Dios y hacer su voluntad. Puede ser un pedido totalmente egoísta o un gesto verdadero y magnífico hacia la realización de la fraternidad altruista.» LU 91:8.6
Proposition. La oración puede ser un grito airado de venganza o la alegría de un hijo liberado de Dios.
«La oración puede ser un grito airado de venganza o una intervención misericordiosa para con los enemigos de uno. Puede ser la expresión de la esperanza de cambiar a Dios o la poderosa técnica de cambiarse a sí mismo. Puede ser el ruego servil de un pecador perdido ante un Juez supuestamente severo o la expresión regocijada de un hijo liberado del Padre celestial viviente y misericordioso.» LU 91:8.7
Proposición. Los peligros de prostituir la oración consisten en la ignorancia, la superstición, la cristalización, la desvitalización, el materialismo y el fanatismo.
«Para aquellos mortales que no han sido redimidos de la esclavitud primitiva del temor, hay verdadero peligro de que la oración pueda conducir a un sentido morboso del pecado, convicciones no justificadas de culpa, reales o imaginarias. Pero en los tiempos modernos no es probable que muchos pasen tanto tiempo orando como para llegar a preocuparse peligrosamente por su falta de valor o sus tendencias pecaminosas. Los peligros que se relacionan a la distorsión y a la perversión de la oración estriban en la ignorancia, la superstición, la cristalización, la desvitalización, el materialismo y el fanatismo.» LU 91:1.6
Proposición. La verdadera oración es la comunión entre el hombre y su Hacedor.
«Cuando el hombre aprendió que la oración no fuerza a los dioses, ésta se volvió más una solicitud, una búsqueda de favor. Pero la oración más verdadera es en realidad una comunión entre el hombre y su Hacedor.» LU 91:2.3
Proposición. La oración eleva el ego y refuerza el yo para vivir mejor.
«Aparte de todo lo que es superyo en la experiencia de orar, debe recordarse que la oración ética es una forma espléndida de elevar al propio yo y reforzar al ego para una mejor vida y un logro más elevado. La oración induce al ego humano a mirar a los dos lados para conseguir ayuda: ayuda material de la reserva subconsciente de experiencia mortal, inspiración y guía a los límites superconscientes de contacto de lo material con lo espiritual, con el Monitor Misterioso.» LU 91:3.5
Proposición. Es imposible separar los aspectos psicológicos de la oración de los espirituales.
«La oración siempre ha sido y siempre será una experiencia humana doble: un procedimiento psicológico interasociado con una técnica espiritual. Estas dos funciones de la oración no pueden ser nunca completamente separadas.» LU 91:3.6
Proposición. La oración nunca puede ser ética cuando el que pide busca una ventaja egoísta sobre sus semejantes.
«Ninguna oración puede ser ética cuando el que solicita busca la ventaja egoísta por sobre los intereses de sus semejantes. La oración egoísta y materialista es incompatible con las religiones éticas que se predican sobre la base del amor altruista y divino. Toda oración no ética revierte a los niveles primitivos de la seudomagia y es inmerecedora de las civilizaciones en avance y de las religiones esclarecidas. La oración egoísta transgrede el espíritu de toda ética fundada en una justicia amante.» LU 91:4.1
Proposición. La oración no debe prostituirse para convertirse en un sustituto de la acción.
«La oración no debe prostituirse nunca tanto hasta el punto de volverse un sustituto de la acción. Toda oración ética es un estímulo a la acción y la guía a la lucha progresiva por obtener los fines idealistas del logro del superyo.» LU 91:4.2
7 . Proposition. En toda oración, sed justos: recordad, la oración puede ser egoísta o altruista.
> «En todas tus oraciones, sé justo; no esperes que Dios muestre parcialidad, que te ame más que a sus otros hijos, tus amigos, vecinos, aun tus enemigos. Pero la oración de las religiones naturales o evolucionadas no es al principio ética, como lo es en las religiones reveladas más recientes. Toda oración, sea ésta individual o comunal, puede ser o egoísta o altruista. Es decir que la oración puede centrarse en el yo o en los demás.» LU 91:4.3
Proposición. La oración no cambia a Dios, pero puede llevar a cabo grandes cambios en el que reza.
«Recordad, aunque la oración no cambia a Dios, muy frecuentemente efectúa cambios grandes y duraderos en el que ora con fe y confianza. La oración ha sido el antepasado de mucha paz mental, alegría, calma, valor, autodominio y justicia entre los hombres y las mujeres de las razas en evolución.» LU 91:4.5
Proposición. La oración en grupo socializa y lleva a esfuerzos colectivos efectivos.
«Pero no es necesario que la oración sea siempre individual. El orar en grupo o en congregación es muy eficaz en cuanto tiene repercusiones altamente socializadoras. Cuando un grupo se dedica a la oración comunitaria para el enaltecimiento moral y la elevación espiritual, estas devociones son reactivas sobre los individuos que componen al grupo; todos ellos se vuelven mejores gracias a esta participación. Aun una ciudad entera o una entera nación puede ser ayudada por tales devociones de oración. La confesión, el arrepentimiento y la oración han conducido a individuos, ciudades y naciones y razas enteras a enormes esfuerzos de reforma y valerosos actos de logro valiente.» LU 91:5.2
Proposición. La oración es una cura segura para el hábito de criticar a los demás.
«Si deseas verdaderamente sobreponerte a la costumbre de criticar a un amigo, la forma más rápida y segura de alcanzar este cambio de actitud consiste en establecer el hábito de orar por esa persona cada día de tu vida. Pero las repercusiones sociales de dichas oraciones dependen en su mayor parte de dos condiciones:
«1. La persona por la cual se ora debe saber que se está orando por ella.
«2. La persona que ora debe tener una relación social íntima con la persona por quien está orando.» LU 91:5.3
Proposición. Deberíamos ser tolerantes con los que rezan a la manera antigua.
«Pero la mente de mayor esclarecimiento espiritual debe ser paciente y tolerante de los intelectos menos dotados que desean el simbolismo para movilizar su débil visión espiritual. Los fuertes no deben mirar con desprecio a los débiles. Aquellos que tienen conciencia de Dios sin simbolismo no deben negar el ministerio gracioso del símbolo a aquellos que encuentran difícil adorar a la Deidad y reverenciar la verdad, la belleza y la bondad sin forma ni rito. En la adoración orante, la mayor parte de los mortales visualizan un símbolo del objeto-meta de sus devociones.» LU 91:5.7
Proposición. La oración no es la cura para las enfermedades físicas, pero ha hecho que muchos inválidos irritables sean ejemplos de paciencia.
«La oración no es una técnica para curar males reales y orgánicos, pero ha contribuido enormemente al disfrute de abundante salud y a la cura de numerosos sufrimientos mentales, emocionales y nerviosos. Aun en el caso de verdaderas enfermedades bacterianas, la oración muchas veces ha contribuido a la eficacia de otros procedimientos de curación. La oración ha transformado a muchos inválidos irritables y quejumbrosos en un ejemplo de paciencia, una inspiración para todos los demás humanos sufrientes.» LU 91:6.2
Proposición. La pereza hace que pidamos a Dios que resuelva nuestras dificultades; es más adecuado rezar para pedir sabiduría.
«No seas tan perezoso como para pedir a Dios que solucione tus dificultades, pero no vaciles jamás en pedirle sabiduría y fuerza espiritual para guiarte y sostenerte mientras atacas con resolución y valor los problemas que te enfrentan.» LU 91:6.5
Proposición. La oración fue un factor indispensable en el progreso de la civilización religiosa.
«La oración ha sido un factor indispensable en el progreso y la preservación de la civilización religiosa, y aún contribuye poderosamente al enaltecimiento ulterior y la espiritualización de la sociedad si los que oran lo hacen a la luz de los hechos científicos, la sabiduría filosófica, la sinceridad intelectual y la fe espiritual. Orad tal como Jesús enseñó a sus discípulos: honesta y altruísticamente, con justicia y sin dudar.» LU 91:6.6
Proposición. La oración enriquece la vida; la adoración ilumina el destino.
«La oración es indudablemente una parte de la experiencia religiosa, pero ha sido acentuada erróneamente por las religiones modernas, que han olvidado en gran parte la comunión de adoración, más esencial. Los poderes reflectivos de la mente se encuentran profundizados y ampliados por la adoración. La oración podrá enriquecer la vida, pero la adoración ilumina el destino.» LU 102:4.5
Proposición. La eficacia de la oración no depende de la cultura ni de la educación.
«Pero la eficacia de la oración en la experiencia espiritual personal del que ora no depende de ninguna manera de la comprensión intelectual del adorador, de su agudeza filosófica, de su nivel social, de su posición cultural, ni de otros atributos mortales. Los concomitantes psicológicos y espirituales de la oración de fe son inmediatos, personales y experienciales.» LU 91:6.7
Proposición. Jesús definió la oración eficaz. Jesús enseñó que la oración eficaz debe ser:
- Desinteresada: no solo para uno mismo.
- Creyente: de acuerdo con la fe.
- Sincera: honrada de corazón.
- Inteligente: de acuerdo con las luces.
- Confiada: sometida a la voluntad omnisapiente del Padre. Vean: LU 144:3.17
Proposición. Jesús trató sobre todas las fases de la oración eficaz. Vean: LU 146:2.1
Proposición. Condiciones de la oración eficaz. Vean: LU 91:9.1
Proposición. En el sentido más elevado, adoramos solo al Padre Universal.
«En el sentido más elevado, adoramos al Padre Universal y sólo a él. Ciertamente, podemos adorar y adoramos al Padre según se manifiesta en sus Hijos Creadores, pero es el Padre, directa o indirectamente, a quien adoramos y rendimos culto.» LU 5:3.1
Proposición. La adoración circula por el circuito de la personalidad del Padre.
«Pero la adoración indudablemente entra en circuito y es enviada a la persona del Creador por el circuito de la personalidad del Padre. Creemos además que tal registro del homenaje de una criatura en quien habita un Ajustador se facilita por la presencia del espíritu del Padre.» LU 5:3.2
Proposición. La adoración no pide nada y no espera nada en favor del que adora.
«La adoración es por su propio motivo; la oración incorpora un elemento de autointerés o interés en la criatura; ésa es la gran diferencia entre adoración y oración. No hay absolutamente ninguna autodemanda ni ningún otro elemento de interés personal en el culto verdadero; simplemente adoramos a Dios por lo que entendemos que es él. La adoración no pide nada ni espera nada en favor del que adora.» LU 5:3.3
Proposición. La adoración asiente al intento del Ajustador de guiar los esfuerzos del hijo por la fe de comunicarse con su Padre.
«La experiencia de la adoración consiste en el sublime intento del Ajustador asociado para comunicar al Padre divino los anhelos inefables y las aspiraciones inexpresables del alma humana: la creación conjunta de la mente mortal que busca a Dios y del Ajustador inmortal que lo revela. La adoración es, por lo tanto, el acto de consentimiento de la mente material al intento de su ser espiritualizante, bajo la dirección del espíritu asociado, de comunicarse con Dios como hijo de fe del Padre Universal.» LU 5:3.8
Proposición. La verdadera persona religiosa busca identificarse con el universo.
«La relación de Dios con el individuo Dios no es sólo el determinador del destino; es el destino eterno del hombre. Todas las actividades humanas no religiosas procuran someter el universo al deformante servicio del yo; el individuo verdaderamente religioso intenta identificar el yo con el universo y luego dedicar las actividades de este yo unificado al servicio de la familia universal de sus semejantes, humanos y sobrehumanos.» (67.1)5:4.3
Proposición. Adoramos a Dios porque él es, y porque él está en nosotros.
«Adoramos a Dios, primero, porque él es, luego, porque él está en nosotros, y por último, porque nosotros estamos en él.» LU 16:9.14
Proposición. Desde el punto de vista de la adoración, Dios es uno: una Deidad unificada y personal.
«Filosóficamente, cósmicamente y en referencia a los niveles y las ubicaciones diferenciales de la manifestación, podéis y por fuerza debéis concebir el funcionamiento de las Deidades plurales y postular la existencia de Trinidades plurales; pero en la experiencia plena de adoración en el contacto personal de cada personalidad adoradora a través del universo maestro, Dios es uno; y esa Deidad unificada y personal es nuestro progenitor Paradisiaco, Dios el Padre, el otorgador, conservador y Padre de todas las personalidades desde el hombre mortal en los mundos habitados hasta el Hijo Eterno en la Isla central de la Luz.» LU 56:4.5
Proposición. Mediante la adoración, el hombre aspira a ser mejor, y acaba alcanzando lo óptimo.
«La verdadera adoración religiosa no es un fútil monólogo de autodecepción. La adoración es comunión personal con lo que es divinamente real, con lo que es la fuente misma de la realidad. El hombre aspira a adorar para ser mejor, y de este modo por fin alcanza lo óptimo.» LU 196:3.22
Proposición. La adoración es la alegría más elevada de la existencia paradisíaca.
«Todas las artes de todos los seres del entero universo que son capaces de intensificar y exaltar la habilidad de la autoexpresión y la comunicación de la apreciación, se emplean al máximo en la adoración de las Deidades del Paraíso. La adoración es el regocijo más elevado de la existencia en el Paraíso; es el recreo refrescante del Paraíso.»LU 27:7.5
Proposición. El concepto filosófico del YO SOY debe trascender siempre el concepto adorador de Dios Padre.
«Recordad siempre que la comprensión humana del Padre Universal es una experiencia personal. Dios, como vuestro Padre espiritual, es comprensible para vosotros y para todos los demás mortales; pero vuestro concepto adorador experiencial del Padre Universal debe ser siempre menos que vuestro postulado filosófico de la infinidad de la Primera Fuente y Centro, el YO SOY.» LU 105:1.6
Proposición. Al final, el concepto de bueno y malo evolucionó y, después, la larga y esclavizante atadura del miedo (sacrificios y clero). Fue un precio terrible a pagar por la ética, pero mereció la pena.
«Pero por fin la mente del hombre primitivo estuvo ocupada con pensamientos que transcendían todos sus impulsos biológicos inherentes; por fin el hombre estaba a punto de desarrollar un arte de vivir basado en algo más que la respuesta a los estímulos materiales. Empezaban a brotar los comienzos de una primitiva norma filosófica para la vida. Una norma de vida sobrenatural estaba a punto de aparecer porque, si el fantasma espiritual airado desencadena la mala suerte y complacido, la buena suerte, la conducta humana habrá de reglamentarse según ello. El concepto del bien y del mal por fin se ha desarrollado; y todo ello mucho antes de los tiempos de las revelaciones en la tierra.
«Con la aparición de estos conceptos, comenzó la prolongada y ruinosa lucha por apaciguar a los espíritus constantemente airados, la esclavitud y servidumbre al temor religioso evolucionario, ese prolongado desperdicio del esfuerzo humano en tumbas, templos, sacrificios y sacerdocios. Fue un precio tremendo y tremebundo que hubo que pagar, pero valió su costo, porque el hombre por este medio alcanzó una conciencia natural del bien y del mal relativos; ¡así nació la ética humana!» LU 86:6.6
Proposition. Lamentablemente, muchos creyentes modernos no tienen un culto al que pertenecer.
«A pesar de que el culto ha retardado constantemente el progreso social, es lamentable que tanto los creyentes modernos en las normas morales y los ideales espirituales no posean un simbolismo adecuado —un culto de apoyo mutuo— nada al que puedan pertenecer. Pero no se puede fabricar un culto religioso. Debe crecer. Y los cultos de dos grupos no podrán ser idénticos a menos que sus ritos se normalicen arbitrariamente por la acción de la autoridad.» LU 87:7.3
Proposición. El culto cristiano primitivo era muy eficaz, pero hoy está debilitado por la pérdida de ideas fundamentales.
«El culto cristiano primitivo fue el más eficaz, atrayente y duradero de todos los ritos que se hayan concebido o inventado jamás, pero mucho de su valor ha sido destruido en una era científica que derrocó tantos de sus principios originales subyacentes. El culto cristiano ha sido debilitado por la pérdida de muchas ideas fundamentales.» LU 87:7.4
Proposición. Para sobrevivir, un culto debe fomentar el crecimiento moral y el progreso espiritual.
«Pero un culto —un simbolismo de ritos, lemas u objetivos— no funciona si es demasiado complejo. Es necesario además que exista una demanda de devoción, una respuesta de lealtad. Toda religión eficaz desarrolla infaliblemente un simbolismo valioso, y sus devotos harían bien en prevenir la cristalización de tales ritos en ceremoniales estereotipados entorpecedores, paralizantes y sofocantes que tan sólo dificultan y retardan todo progreso social, moral y espiritual. No hay culto que pueda sobrevivir si retarda el crecimiento moral y deja de fomentar el progreso espiritual. El culto es la estructura esquelética sobre la cual crece el cuerpo vivo y dinámico de la experiencia personal y espiritual —la verdadera religión.» LU 87:7.10
Proposición. Ningún culto sobrevivirá a menos que comprenda un misterio poderoso.
«Ningún culto puede sobrevivir a menos que comprenda un misterio poderoso y oculte un bien inalcanzable. Nuevamente, el simbolismo nuevo no debe ser significativo solamente para el grupo sino que también debe tener sentido para el individuo. Las formas de un simbolismo útil deben ser aquellas que el individuo pueda realizar por su propia iniciativa, y que pueda a la vez disfrutar en compañía de sus semejantes. Si el nuevo culto pudiera ser dinámico en vez de estático, verdaderamente contribuiría algo valioso al progreso tanto temporal como espiritual de la humanidad.» LU 87:7.9
Proposición. Las doctrinas pueden diferir, pero en la adoración la unidad puede hacerse realidad.
«Todas estas religiones han surgido como resultado de la respuesta variable intelectual del hombre a su idéntica guía espiritual. No pueden esperar jamás obtener uniformidad de credos, dogmas y ritos —éstos son valores intelectuales; pero sí pueden —y algún día van a— lograr la unidad en la verdadera adoración del Padre de todos, porque esto es espiritual, y es por siempre verdad que en el espíritu todos los hombres son iguales.»LU 92:7.4
Proposición. La calidad de la religión está señalada por cuatro niveles de significados y valores.
«La calidad de una religión está señalada por:
«1. Valores de nivel —lealtades.
«2. Profundidad de significados —la sensibilización del individuo a la apreciación idealista de esos valores más elevados.
«3. Intensidad de consagración —el grado de devoción a estos valores divinos.
«4. El progreso desencadenado de la personalidad en este camino cósmico de vida espiritual idealista, comprensión de la filiación de Dios y ciudadanía progresiva interminable en el universo.»LU 92:7.6
Proposición. Hoy día, en una generación, el hombre debe hacer más reajustes que los que se han hecho en dos mil años.
«El hombre moderno se enfrenta con la tarea de hacer más adaptaciones de los valores humanos en una generación de lo que hubo de hacer en dos mil años. Y todo ello influye sobre la actitud social hacia la religión, porque la religión es una forma de vida así como una técnica de pensamiento.» LU 92:7.14
Proposición. La religión es la base y la estrella que guía la civilización duradera.
«La verdadera religión debe ser siempre y al mismo tiempo, el cimiento eterno y la estrella guiadora de toda civilización duradera.» LU 92:7.15
Proposición. Jesús amplió el concepto de vecino para abarcar a toda la humanidad.
«Esta idea-ideal de hacer el bien a otros —el impulso de negarle algo al ego para beneficio del prójimo— está al principio muy circunscrito. El hombre primitivo considera prójimo tan sólo a aquellos que están muy cerca de él, a aquellos que lo tratan a él como prójimo; a medida que avanza la civilización religiosa, el prójimo se expande en su concepto hasta comprender el clan, la tribu, la nación. Y luego Jesús amplió el alcance del prójimo hasta comprender a toda la humanidad, hasta declarar que deberíamos amar a nuestros enemigos. Y hay algo dentro de cada ser humano normal que le dice que esta enseñanza es moral —justa. Aún aquellos que menos practican este ideal admiten que es justo en teoría.» LU 103:5.2
Proposición. Hay grandes esperanzas para una Iglesia que adore a Dios, valide la hermandad y se atreva a suprimir toda presión relacionada con su credo.
«Una vez que un miembro de un grupo social religioso haya cumplido con los requisitos de dicho grupo, debería ser alentado a disfrutar de libertad religiosa en la expresión plena de su propia interpretación personal de las verdades de la creencia religiosa y los hechos de la experiencia religiosa. La seguridad de un grupo religioso depende de la unidad espiritual, no de la uniformidad teológica. Un grupo religioso debería poder disfrutar de la libertad de pensar libremente, sin tener que volverse «librepensadores». Existe gran esperanza para toda iglesia que adore al Dios vivo, valide la hermandad de los hombres, y se atreva a quitar toda presión de credo de sus integrantes.»LU 103:5.12
Proposición. La gran necesidad de la ciencia y la religión es la autocrítica sin miedo.
«Lo que tanto la ciencia en desarrollo como la religión necesitan es una mirada más penetrante y una autocrítica sin miedo, una mayor conciencia de la condición incompleta del estado evolucionario. Los maestros tanto de la ciencia como de la religión frecuentemente muestran demasiada autoconfianza y son excesivamente dogmáticos. La ciencia y la religión tan sólo pueden ser autocríticas de sus hechos. En cuanto uno se aleja de la etapa de los hechos, la razón abdica o bien degenera rápidamente en un consorte de lógica falsa.» LU 103:7.7
Proposición. No podemos probar físicamente la alegría espiritual, los valores morales o la adoración.
«Esta profunda experiencia de la realidad de la residencia divina trasciende por siempre la técnica materialista poco refinada de las ciencias físicas. No podéis colocar el gozo espiritual bajo un microscopio; no podéis pesar el amor en una balanza; no podéis medir los valores morales; tampoco podéis estimar la calidad de la adoración espiritual.» LU 196:3.18
Proposición. En la religión, los hebreos exaltaron la moral, los griegos la belleza. Pablo predicaba la fe, la esperanza y el amor. Jesús reveló una religión de amor, seguridad y servicio.
«Los hebreos tenían una religión de sublimidad moral; los griegos desarrollaron una religión basada en la belleza; Pablo y sus asociados fundaron una religión de fe, esperanza y caridad. Jesús reveló y ejemplificó una religión de amor: seguridad en el amor del Padre, con regocijo y satisfacción consiguientes al compartir este amor en el servicio de la hermandad humana.» LU 196:3.19
Proposición. Para Jesús, la oración era hacer la voluntad del Padre: una manera de vivir religioso.
«Jesús llevó a Dios, como hombre del reino, la más grande de las ofrendas: la consagración y dedicación de su propia voluntad al servicio majestuoso de hacer la voluntad divina. Jesús interpretó la religión siempre y constantemente sólo en términos de la voluntad del Padre. Cuando estudiéis la carrera del Maestro, en lo que concierna a la oración o a cualquier otra característica de la vida religiosa, buscad no tanto lo que él enseñó sino lo que él hizo. Jesús no oraba jamás porque fuera un deber religioso hacerlo. Para él la oración era una expresión sincera de actitud espiritual, una declaración de lealtad del alma, un recital de devoción personal, una expresión de gratitud, un evitar de las tensiones emocionales, una prevención de los conflictos, una exaltación del intelecto, un ennoblecimiento de los deseos, una vindicación de la decisión moral, un enriquecimiento del pensamiento, una vigorización de las inclinaciones más elevadas, una consagración del impulso, una clarificación de un punto de vista, una declaración de fe, una rendición trascendental de la voluntad, una afirmación sublime de confianza, una revelación de coraje, la proclamación del descubrimiento, una confesión de devoción suprema, la validación de la consagración, una técnica para el ajuste de las dificultades y la poderosa movilización de los poderes combinados del alma para soportar las tendencias humanas hacia el egoísmo, el mal y el pecado. Él vivió una vida de consagración oracional de hacer la voluntad de su Padre y terminó su vida triunfalmente con esa oración. El secreto de su religión sin paralelo fue esta conciencia de la presencia de Dios; y la alcanzó mediante la oración inteligente y la adoración sincera —comunión constante con Dios— y no por medio de augurios, voces, visiones, apariciones o prácticas religiosas extraordinarias.»LU 196:0.10
Proposition. Los ritos, rituales, ceremonias y dogmas religiosos se remontan al culto a los fantasmas.
«La religión siempre ha sido en gran parte asunto de ritos, rituales, observancias, ceremonias y dogmas. Ha estado generalmente contaminada por ese error persistente y originador de perversidades, la ilusión de ser el pueblo elegido. Las ideas religiosas cardinales de encantamiento, inspiración, revelación, propiciación, arrepentimiento, expiación, intercesión, sacrificio, oración, confesión, adoración, sobrevivencia después de la muerte, sacramento, rito, rescate, salvación, redención, pacto, impureza, purificación, profecía, pecado original —todas ellas se remontan a los tiempos primitivos del temor primordial a los fantasmas.» LU 92:3.2
Proposición. El poder de una idea no está en su verdad, sino en la intensidad de su atracción.
«La religión primitiva no es más ni menos que la lucha por la existencia material ampliada para incluir la existencia más allá de la tumba. Las observancias de tal credo representaban la extensión de la lucha por el automantenimiento hasta el dominio de un mundo imaginario de los espíritus fantasmales. Pero cuando tengas la tentación de criticar la religión evolucionaria, cuídate. Recuerda, que eso fue lo que pasó; es un hecho histórico. Recuerda además que el poder de toda idea yace, no en su certidumbre o verdad, sino más bien en la intensidad de su atracción para el ser humano.» LU 92:3.3
Proposición. La religión natural se eleva solo mediante el avance de las costumbres y la revelación. El culto avanza solo en ciclos seculares.
«Tan sólo dos influencias pueden modificar y elevar los dogmas de la religión natural: la presión de las costumbres establecidas en lento avance y la iluminación periódica de las revelaciones de época. Y no es extraño que el progreso haya sido lento; en los días antiguos, ser progresista o inventivo significaba ser matado como hechicero. El culto avanza en épocas generacionales y en ciclos de edades. Pero sí adelanta. La creencia evolucionaria en los fantasmas formó los cimientos de una filosofía de religión revelada que finalmente destruirá la superstición de su origen.»LU 92:3.5
Proposición. La religión obstaculiza el desarrollo social pero, sin ella, no habría ni moral ni ética.
«La religión ha dificultado de muchas maneras el desarrollo social, pero sin religión no existiría moral ni ética duradera, no habría una civilización valedera. La religión dio origen a mucha cultura no religiosa: la escultura se originó en la fabricación de ídolos, la arquitectura en la construcción de templos, la poesía en encantamientos, la música en cantos de adoración, el drama en las acciones para obtener la orientación espiritual y la danza en los festivales estacionales de adoración.»LU 92:3.6
Proposición. Si bien la religión ha sido un obstáculo racial, sí que fomentó la ética, la moralidad y la coherencia social.
«Pero aunque hay que llamar la atención sobre el hecho de que la religión fue esencial para el desarrollo y la preservación de la civilización, es necesario registrar que la religión natural también ha hecho mucho para dificultar y estorbar a la civilización misma que de otra manera fomentaba y mantenía. La religión ha obstaculizado las actividades industriales y el desarrollo económico; ha malgastado el trabajo y desperdiciado el capital; no siempre ha sido útil para la familia; y no ha fomentado en forma adecuada la paz y la buena voluntad; a veces ha descuidado la enseñanza y postergado la ciencia; ha empobrecido indebidamente la vida para el enriquecimiento supuesto de la muerte. La religión evolucionaria, la religión humana, en efecto ha sido culpable de todas estas y muchas otras equivocaciones, errores y desaciertos; sin embargo, ha mantenido la ética cultural, la moralidad civilizada, la coherencia social y ha hecho posible que la religión revelada más reciente compensara estos muchos defectos evolucionarios.» LU 92:3.7
Proposición. La religión es la institución más cara del hombre, pero también la más eficaz.
«La religión evolucionaria ha sido la institución humana más cara pero incomparablemente más eficaz. La religión humana puede ser justificada solamente a la luz de la civilización evolucionaria. Si el hombre no fuera el producto ascendente de la evolución animal, entonces tal curso del desarrollo religioso no tendría justificación alguna.» LU 92:3.8
Proposición. Los chamanes, los buenos y los malos, fueron terriblemente caros, pero valieron todo lo que costaron.
«La religión facilitó la acumulación del capital; fomentó el trabajo de ciertos tipos; el tiempo libre del que gozaban los sacerdotes promovió el arte y el conocimiento; la raza, al final, ganó mucho como resultado de todos estos errores primitivos en técnica ética. Los shamanes, tanto honestos como deshonestos, fueron enormemente costosos, pero valieron su costo. Las profesiones académicas y la ciencia misma surgieron de los sacerdocios parasitarios. La religión fomentó la civilización y proveyó continuidad social; ha sido la policía moral de todos los tiempos.» LU 92:3.9
Proposición. La religión es el flagelo eficiente que impulsa a la humanidad indolente hacia niveles más altos de raciocinio y sabiduría.
«La religión proveyó la disciplina humana y el autocontrol que permitieron el advenimiento de la sabiduría. La religión es el flagelo eficiente de la evolución que impulsa sin compasión a la humanidad indolente y sufriente de un estado natural de inercia intelectual hacia adelante y hacia arriba, hasta los niveles más altos del raciocinio y la sabiduría.» LU 92:3.9
Proposición. La Iglesia, al fomentar la degeneración racial, ha retrasado la civilización.
«La iglesia, debido a un exceso de falso sentimiento, viene ministrando desde hace mucho tiempo a los menesterosos y los desafortunados, y todo eso ha estado bien, pero este mismo sentimiento ha llevado a la perpetuación imprudente de cepas racialmente degeneradas que han retardado tremendamente el progreso de la civilización.» LU 99:3.5
Proposición. El conocimiento científico, que lleva a la acción científica, es la única cura para las enfermedades accidentales.
«Pero aunque los hombres descartan la doctrina errónea de una causa espiritual de las vicisitudes de la vida, exhiben una disposición sorprendente a aceptar una enseñanza casi igualmente errónea que les incita a atribuir todas las desigu aldades humanas a la falta de adaptación política, a la injusticia social y a la competencia industrial. Las nuevas legislaciones, la mayor filantropía y la reorganización industrial, aunque en sí sean buenas, no remediarán los hechos del nacimiento y los accidentes del vivir. Sólo la comprensión de los hechos y la manipulación sabia dentro de las leyes de la naturaleza permitirá al hombre conseguir lo que quiere y evitar lo que no quiere. El conocimiento científico, que lleva a la acción científica, es el único antídoto para los así llamados males accidentales.» LU 86:7.4
Proposición.En estos tiempos agitados, como nunca antes, el hombre necesita la estabilización de una religión sólida.
«Durante los tiempos psicológicamente agitados del siglo veinte, en el medio de los trastornos económicos, las corrientes encontradas de la moral y las mareas sociológicas de las transiciones ciclónicas de la era científica, miles y miles de hombres y mujeres se han dislocado humanamente; están ansiosos, desapacibles, temerosos, inseguros e inestables; como nunca antes en la historia del mundo, necesitan el consuelo y la estabilización de una religión sólida. Frente a los logros científicos y al desarrollo mecánico sin precedentes existe un estancamiento espiritual y un caos filosófico.» LU 99:4.6
Proposición. El hombre debe avanzar en su reforma de la filosofía y su clarificación de la religión.
«Aunque las iglesias y otros grupos religiosos deberían mantenerse separados de toda actividad secular, al mismo tiempo la religión no debe hacer nada que obstaculice o retarde la coordinación social de las instituciones humanas. El significado de vida debe crecer siempre; el hombre ha de seguir en su reforma de la filosofía y en su clarificación de la religión.» LU 99:7.1
Proposición. La cosmología de la Revelación Urantia no está inspirada. Hay que dejar claro que las revelaciones no están necesariamente inspiradas. La cosmología de estas revelaciones no está inspirada. Vean: LU 101:4.2
Proposición. Toda nueva revelación da lugar a un nuevo culto, con simbolismos nuevos y apropiados.
«A pesar de los inconvenientes y desventajas, toda nueva revelación de la verdad ha originado un nuevo culto, y aun el nuevo pronunciamiento de la religión de Jesús debe desarrollar un simbolismo nuevo y apropiado. El hombre moderno debe encontrar un simbolismo adecuado para sus nuevas ideas, ideales y lealtades en expansión. Este símbolo enaltecido debe surgir de la vida religiosa, de la experiencia espiritual. Y este simbolismo más elevado de una civilización más elevada debe ser predicado sobre el concepto de la Paternidad de Dios y estar lleno del poderoso ideal de la hermandad de los hombres.» LU 87:7.6
Proposición. Ha habido cinco revelaciones de época en Urantia.
«Ha habido muchos acontecimientos de revelación religiosa pero sólo cinco de significado de época. Éstos fueron como sigue:
«1. Las enseñanzas dalamatianas. El verdadero concepto de la Primera Fuente y Centro fue promulgado por primera vez en Urantia por los cien miembros corpóreos del séquito del Príncipe Caligastia. Esta revelación de la Deidad en expansión duró más de trescientos mil años hasta que fue repentinamente interrumpida por la secesión planetaria y la ruptura del régimen de enseñanza…
«2. Las enseñanzas edénicas. Adán y Eva nuevamente ilustraron el concepto del Padre de todos para los pueblos evolucionarios. La disolución del primer Edén interrumpió el curso de la revelación adánica antes de que hubiera comenzado plenamente…
«3. Melquisedek de Salem. Este Hijo de urgencia de Nebadon inauguró la tercera revelación de la verdad en Urantia. Los preceptos cardinales de sus enseñanzas fueron confianza y fe. Enseñó la confianza en la beneficencia omnipotente de Dios y proclamó que la fe era el acto por el cual el hombre ganaba el favor de Dios…
«4. Jesús de Nazaret. Cristo Micael presentó por cuarta vez a Urantia el concepto de Dios como Padre Universal, y esta enseñanza en general ha persistido desde entonces…
«5. Los documentos de Urantia. Los documentos, de los cuales éste es uno, constituyen la presentación más reciente de la verdad a los mortales de Urantia. Estos documentos difieren de todas las revelaciones previas, porque no son trabajo de una sola personalidad universal sino una combinación de presentaciones de muchos seres. Pero ninguna revelación es completa hasta la que se obtiene cuando se llegue al Padre Universal…» LU 92:4.4
«Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.» Sal 66:18
«El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.» Pr 21:13
«Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.» 1 Jn 5:14,15
«Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias.» Sal 34:17
«El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo.» Pr 15:8
«Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.» Jn 15:7
«Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.» Sal 37:4
«Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» Stg 1:5
«También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.» Lc 18:1
«Velad y orad, para que no entréis en tentación.» Mc 14:38
«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.» Flp 4:6
«Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» Flp 4:19
«Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.» Jer 29:12,13
«Bueno es alabarte, oh Jehová.» Sal 92:1
«Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.» Col 4:2
«Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» 1 Ts 5:18