© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
Proposición. La conciencia de Dios progresa desde la idea de Dios hasta el ideal, y termina con la realidad espiritual de Dios.
«La conciencia de Dios, como la experimenta un mortal evolutivo de los reinos, debe constar de tres factores variables, tres niveles diferenciales de comprensión de la realidad. Primero está la conciencia intelectual: la comprensión de la idea de Dios. Luego le sigue la conciencia del alma: la comprensión del ideal de Dios. Finalmente surge la conciencia del espíritu: la comprensión de la realidad espiritual de Dios.» LU 5:5.11
Proposición. La conciencia de Dios lleva a un servicio social mayor.
«El deseo religioso es la búsqueda hambrienta de la realidad divina. La experiencia religiosa es la realización de la conciencia de haber encontrado a Dios. Y cuando un ser humano encuentra a Dios, experimenta en el alma una indescriptible inquietud de triunfo en el descubrimiento de que se ve impulsado a perseguir el contacto de servicio amante con sus semejantes menos iluminados, no para revelar que ha encontrado a Dios, sino más bien para permitir que el desborde de eterna bondad que rebasa su propia alma, refresque y ennoblezca a sus semejantes. La verdadera religión conduce a un mayor servicio social.» LU 102:3.4
Proposición. Encontrar a Dios es la conciencia de la identidad con la realidad.
«La comprensión progresiva de la realidad es el equivalente de acercarse a Dios. Encontrar a Dios, la conciencia de la identidad con la realidad, es el equivalente de experimentar el yo completo —el yo entero, el yo total. La experiencia de la realidad total es la realización plena de Dios, la finalidad de la experiencia conocedora de Dios.» LU 196:3.3
Proposición. La bondad de Dios se encuentra en la experiencia religiosa personal.
«En el universo físico podemos ver la belleza divina, en el mundo intelectual podemos discernir la verdad eterna, pero la bondad de Dios se encuentra solamente en el mundo espiritual de la experiencia religiosa personal.» LU 2:6.1
Proposición. Jesús reveló a un Dios de amor, que abarca la verdad, la belleza y la bondad.
«Los hebreos basaban su religión en la bondad; los griegos, en la belleza; ambas religiones buscaban la verdad. Jesús reveló un Dios de amor, y el amor abarca la totalidad de la verdad, la belleza y la bondad.» LU 5:4.6
Proposición. La verdad está relacionada con la ciencia; la belleza con el arte; la bondad abarca la ética, la moralidad y la religión.
«La verdad es la base de la ciencia y la filosofía, y ofrece el cimiento intelectual para la religión. La belleza patrocina el arte, la música y los ritmos significativos de toda experiencia humana. La bondad comprende el sentido de la ética, moralidad y religión —hambre de perfección experiencial.» LU 56:10.10
Proposición. La verdad, la belleza y la bondad representan el acercamiento del hombre a la mente, la materia y el espíritu.
«Aun la verdad, la belleza y la bondad —el acercamiento intelectual del hombre al universo de mente, materia y espíritu— deben estar combinados en un concepto unificado de un ideal divino y supremo. Así como la personalidad mortal unifica la experiencia humana con la materia, mente y espíritu, del mismo modo este ideal divino y supremo se vuelve poder-unificado en la Supremacía y luego personalizado como Dios de amor paterno.» LU 56:10.15
Proposición. El amor, la suma de la verdad, la belleza y la bondad, es la percepción de Dios por el hombre.
«La belleza universal es el reconocimiento del reflejo de la Isla del Paraíso en la creación material, mientras que la verdad eterna es el ministerio especial de los Hijos Paradisiacos que no sólo se otorgan a sí mismos a las razas mortales, sino que también derraman su Espíritu de la Verdad sobre todos las gentes. La bondad divina está más plenamente ilustrada en el ministerio amante de las múltiples personalidades del Espíritu Infinito. Pero el amor, la suma total de estas tres cualidades, es la percepción que tiene el hombre de Dios como Padre espiritual.» LU 56:10.17
Proposición. La espiritualidad aumenta la aptitud de descubrir la belleza en las cosas, la verdad en los significados y la bondad en los valores.
«La espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes. La espiritualidad eleva la habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y la bondad en los valores. El desarrollo espiritual está determinado por la capacidad para eso y es directamente proporcional a la eliminación de las características egoístas del amor.» LU 100:2.4
Proposición. La idealización de la verdad, la belleza y la bondad no sustituye a la religión.
«La idealización y el intento de servir la verdad, la belleza y la bondad no es un sustituto de la experiencia religiosa genuina —la realidad espiritual. La psicología y el idealismo no son equivalentes a la realidad religiosa. Las proyecciones del intelecto humano pueden en efecto originar dioses falsos —dioses a imagen del hombre— pero la verdadera conciencia de Dios no se origina de tal manera. La conciencia de Dios reside en el espíritu residente. Muchos de los sistemas religiosos del hombre vienen de las formulaciones del intelecto humano, pero la conciencia de Dios no es necesariamente parte de estos sistemas grotescos de esclavitud religiosa.» LU 196:3.23
Proposición. La religión no se ocupa directamente de crear nuevos órdenes sociales o de preservar los viejos.
«Pero la religión no debería ocuparse directamente de la creación de nuevos órdenes sociales ni de la preservación de los antiguos. La verdadera religión se opone a la violencia como técnica de evolución social, pero no se opone a los esfuerzos inteligentes de la sociedad por adaptar sus usos y ajustar sus instituciones a las nuevas condiciones económicas y requisitos culturales.» LU 99:0.2
Proposición. La religión es una influencia poderosa para la estabilidad moral y el progreso espiritual.
«La religión debe volverse una influencia poderosa para la estabilidad moral y el progreso espiritual que funciona dinámicamente en medio de estas condiciones constantemente cambiantes y de adaptaciones económicas interminables.» LU 99:1.2
Proposición. La misión principal de la religión es la estabilización de los ideales.
«La misión principal de la religión como influencia social consiste en estabilizar los ideales de la humanidad durante estos tiempos peligrosos de transición de una fase de la civilización a otra, de un nivel de cultura a otro.» LU 99:1.3
Proposición. La religión es la sal cósmica que previene la destrucción del sabor cultural de la civilización.
«La religión ha de actuar como la sal cósmica que previene la destrucción del sabor cultural de la civilización por los fermentos del progreso. Estas nuevas relaciones sociales y revoluciones económicas pueden dar como resultado una fraternidad duradera sólo mediante el ministerio de la religión.
«Un humanitarismo sin dios, hablando humanamente, es un gesto noble, pero la verdadera religión es la única potencia que puede aumentar en forma duradera la respuesta de un grupo social a las necesidades y sufrimientos de otros grupos.» LU 99:1.4
Proposición. La religión institucionalizada ha caído en el estancamiento de un círculo vicioso.
«La religión institucional ha caído en el estancamiento de un círculo vicioso. No puede reconstruir a la sociedad sin reconstruirse a sí misma primero; y puesto que es parte tan integral del orden establecido, no puede reconstruirse a sí misma hasta que la sociedad no haya sido radicalmente reconstruida.» LU 99:2.2
Proposición. Las personas religiosas deben actuar en los asuntos humanos como individuos, no como grupos religiosos.
«Los religionistas deben funcionar en la sociedad, en la industria y en la política como individuos, no como grupos, partidos ni instituciones. Un grupo religioso que tiene la presunción de funcionar como tal, aparte de las actividades religiosas, se torna inmediatamente un partido político, una organización económica o una institución social. El colectivismo religioso debe limitar sus esfuerzos al progreso de la causa religiosa.» LU 99:2.3
Proposición. El reino de los cielos no es ni social ni económico: es una hermandad.
«El reino de los cielos no es un orden social ni económico; es una fraternidad exclusivamente espiritual de los individuos que conocen a Dios. Es verdad que tal hermandad es en sí misma un nuevo y sorprendente fenómeno social que produce asombrosas repercusiones políticas y económicas.» LU 99:3.2
Proposición. El sectarismo es una enfermedad de la religión institucionalizada.
«El sectarismo es una enfermedad de la religión institucional, el dogmatismo es el avasallamiento de la naturaleza espiritual. Es mucho mejor tener una religión sin iglesia que una iglesia sin religión. La agitación religiosa del siglo veinte no habla por sí misma de una decadencia espiritual. La confusión precede tanto al crecimiento como a la destrucción.» LU 99:6.1
Proposición. Existe un verdadero propósito en la socialización de la religión.
«Existe un propósito auténtico en la socialización de la religión. El propósito de las actividades religiosas de grupo consiste en dramatizar las lealtades de la religión; magnificar el atractivo de la verdad, la belleza y la bondad; fomentar la atracción de los valores supremos; enaltecer el servicio de comunidad altruista; glorificar el potencial de la vida de familia; promover la educación religiosa; proveer asesoría sabia y guía espiritual; y alentar a la adoración comunitaria. Y todas las religiones vivas estimulan la amistad humana, conservan la moralidad, promueven el bienestar del vecindario y facilitan la difusión del evangelio esencial de sus respectivos mensajes de salvación eterna.» LU 99:6.2
Proposición. La religión es siempre dinámica.
«No nos ciega el hecho de que la religión frecuentemente actúa en forma poco sabia, aún en forma no religiosa, pero actúa. Las aberraciones de la convicción religiosa han llevado a persecuciones sangrientas, pero siempre y por siempre la religión hace algo; ¡es dinámica!» LU 102:2.9
Proposición. La religión lleva al servicio, y la revelación a la aventura eterna.
«La religión conduce al servicio de los hombres, creando de esta manera la ética y el altruismo. La sabiduría conduce a una mejor y más elevada fraternidad, tanto de las ideas como con los semejantes. La revelación libera a los hombres y los impulsa hacia la aventura eterna.» LU 102:3.6
Proposición. Los principales inhibidores del crecimiento espiritual son el prejuicio y la ignorancia.
«Algunas personas están demasiado ocupadas para crecer y por consiguiente corren el grave peligro de la fijación espiritual. Se debe disponer para el crecimiento de los significados en distintas edades, en culturas sucesivas y en las etapas que van pasando de la civilización en avance. Los principales inhibidores del crecimiento son el prejuicio y la ignorancia.» LU 100:1.2
Proposición. El crecimiento no está indicado por los productos, sino por el progreso.
«Dad a cada niño creciente la oportunidad de cultivar su propia experiencia religiosa; no debéis forzarlo a una experiencia adulta ya hecha. Recordad, el progreso año por año a través de un régimen de enseñanza establecido no significa necesariamente progreso espiritual y menos aún crecimiento espiritual. La ampliación del vocabulario no significa el desarrollo del carácter. El crecimiento no está auténticamente indicado por los meros productos sino más bien por el progreso.» LU 100:1.3
Proposición. La persona que crece está motivada por el amor, activada por el ministerio y dominada por los ideales.
«El crecimiento espiritual es en primer lugar, el despertar a las necesidades, luego el discernimiento de los significados y finalmente el descubrimiento de los valores. La prueba de verdadero desarrollo espiritual consiste en la exhibición de una personalidad humana motivada por el amor, activada por el ministerio altruista y dominada por la adoración sincera de los ideales de perfección de la divinidad. Y toda esta experiencia constituye la realidad de la religión, en contraste con las meras creencias teológicas.» LU 100:2.2
Proposición. El progreso es significativo, pero el crecimiento no es mero progreso.
«La asociación de los actuales y los potenciales equivale al crecimiento, la realización experiencial de los valores. Pero el crecimiento no es mero progreso. El progreso es siempre significativo, pero es relativamente sin valor en ausencia del crecimiento. El valor supremo de la vida humana consiste en el crecimiento de los valores, el progreso en los significados y la realización de la interrelación cósmica de estas dos experiencias. Y tal experiencia es equivalente a la conciencia de Dios. Un mortal con esta experiencia, aunque no sea sobrenatural, se está volviendo realmente sobrehumano; un alma inmortal está evolucionando.» LU 100:3.6
Proposición. La felicidad más elevada está indisolublemente ligada al progreso espiritual.
«Pero el gran problema de la vida religiosa consiste en la tarea de unificar los poderes del alma de la personalidad mediante el dominio del amor. La salud, la eficacia mental y la felicidad surgen de la unificación de los sistemas físicos, de los sistemas espirituales. El hombre mucho entiende de salud y de cordura, pero de la felicidad realmente ha comprendido muy poco. La felicidad más elevada está indisolublemente vinculada con el progreso espiritual. El crecimiento espiritual produce un deleite duradero, una paz que trasciende toda comprensión.» LU 100:4.3
Proposición. La religión no quita nada de la vida, pero sí añade nuevos significados a todo.
«Pero la verdadera religión es amor vivo, una vida de servicio. La separación del religionista de mucho de lo que es puramente temporal y trivial no conduce nunca al aislamiento social y no debería destruir jamás el sentido del humor. La religión genuina no quita nada de la existencia humana, sino que agrega nuevos significados a la vida entera; genera nuevos tipos de entusiasmo, fervor y valentía. Aun es posible que engendre el espíritu del cruzado, que es más que peligroso si no está controlado por la visión espiritual y la devoción leal a las obligaciones sociales comunes de las lealtades humanas.» LU 100:6.5
Proposición. La religión evolutiva impulsa a los hombres, la revelación los atrae.
«La moralidad de las religiones de evolución impulsa a los hombres hacia adelante en la búsqueda de Dios, por el poder motivado por el temor. Las religiones de revelación atraen a los hombres a buscar a un Dios de amor porque anhelan hacerse semejantes a él. Pero la religión no es meramente un sentimiento pasivo de «absoluta dependencia» y «certidumbre de supervivencia»; es una experiencia viviente y dinámica de logro de la divinidad, basada en el servicio de la humanidad.» LU 5:4.1
Proposición. Demasiado a menudo el material subconsciente se confunde con la revelación.
«El contraste con la búsqueda de la conversión, el acercamiento mejor a las zonas morontiales de posible contacto con el Ajustador del Pensamiento debe buscarse mediante una vida de fe viviente y de adoración sincera, y de oración franca y altruista. Demasiado de lo que surge de los recuerdos de los niveles inconscientes de la mente humana se ha interpretado erróneamente como revelación divina y guía espiritual.» LU 100:5.7
Proposición. La revelación compensa la ausencia del punto de vista morontial.
«La razón es el método de la ciencia; la fe es el método de la religión; la lógica es la técnica intentada de la filosofía. La revelación compensa la ausencia del punto de vista morontial, proveyendo una técnica para llegar a la unidad en la comprensión de la realidad y de las relaciones de la materia y el espíritu por la mediación de la mente. La verdadera revelación no vuelve jamás artificial a la ciencia, irrazonable a la religión ni ilógica a la filosofía.» LU 101:2.2
Proposición. Se necesita la fe y la revelación para transformar la primera causa de la ciencia en un Dios de salvación.
«La razón, mediante el estudio de la ciencia, puede conducir, a través de la naturaleza, de vuelta a una Primera Causa, pero se necesita la fe religiosa para transformar la Primera Causa de la ciencia en un Dios de salvación; y la revelación se necesita ulteriormente para validar tal fe, tal discernimiento interior espiritual.» LU 101:2.3
Proposición. La revelación se valida solo por la experiencia humana.
«La razón es la prueba de la ciencia; la fe, la prueba de la religión; la lógica, la prueba de la filosofía, pero la revelación se valida sólo por la experiencia humana. La ciencia produce conocimiento; la religión produce felicidad; la filosofía produce unidad; la revelación confirma la armonía experimental de este alcance trino a la realidad universal.» LU 101:2.8
Proposición. Las revelaciones no están necesariamente inspiradas. La cosmología de la Revelación Urantia no está inspirada.
«Aclaremos que las revelaciones no son necesariamente inspiradas. La cosmología de estas revelaciones no es inspirada. Está limitada por el permiso que tenemos para la coordinación y selección del conocimiento actual. Aunque el discernimiento divino o espiritual sea un don, la sabiduría humana debe evolucionar.» LU 101:4.2
Proposición. Los primeros impulsos de la naturaleza moral de un niño tienen que ver con la justicia, la rectitud y la bondad.
«El terreno evolucionario en la mente del hombre es donde germina la semilla de la religión revelada, es la naturaleza moral que tan tempranamente da origen a una conciencia social. Los primeros impulsos de la naturaleza moral de un niño no tienen que ver con el sexo, la culpa ni el orgullo personal, sino más bien con el ímpetu hacia la justicia, rectitud y bondad —el servicio y ayuda a los semejantes.» LU 103:2.3
Proposición. La fe (la perspicacia espiritual) solo puede ser instruida por la revelación.
«La ciencia está sostenida por la razón, la religión por la fe. La fe, aunque no esté basada en la razón, es razonable; aunque independiente de la lógica, está sin embargo alentada por una lógica sólida. La fe no puede ser alimentada ni siquiera por una filosofía ideal; en efecto es, con la ciencia, la fuente misma de dicha filosofía. La fe, el discernimiento religioso humano, tan sólo puede ser instruida en forma segura por la revelación, puede ser seguramente elevada tan sólo por la experiencia mortal personal con la presencia espiritual Ajustadora del Dios que es espíritu.» LU 103:7.1
Proposición. La persona religiosa es consciente de ser ciudadana del universo y del contacto con lo sobrenatural.
«Las marcas de la respuesta humana al impulso religioso comprenden las cualidades de la nobleza y la grandeza. El religioso sincero tiene conciencia de una ciudadanía en el universo y es consciente de ponerse en contacto con las fuentes de poder sobrehumano. El religionista está impulsado y energizado por la seguridad de pertenecer a una hermandad superior y ennoblecida de hijos de Dios. La conciencia del valor de su propio yo va aumentada por el estímulo de la búsqueda de los objetivos universales más elevados —las metas supremas.» LU 100:6.3
Proposición. The most amazing earmarks of religion are dynamic peace and cosmic poise.
«Una de las características más sorprendentes de la vida religiosa, es esa paz dinámica y sublime, esa paz que trasciende toda comprensión humana, esa calma cósmica que simboliza la ausencia de toda duda y confusión. Tales niveles de estabilidad espiritual son inmunes a la decepción. Estos religionistas son como el apóstol Pablo, quien dijo: «Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa nos podrá separar del amor de Dios».» LU 100:6.6
Proposición. A fin de cuentas, la religión se juzga por sus frutos.
«En último análisis, la religión debe juzgarse por sus frutos, de acuerdo con la manera y el grado en el que exhibe su propia excelencia inherente y divina.» LU 101:4.4
Proposición. La fe religiosa genuina se revela en doce características.
A través de la fe religiosa, el alma del hombre se revela a sí misma y demuestra la divinidad potencial de su naturaleza emergente por la forma característica en que induce a la personalidad mortal a reaccionar ante ciertas situaciones intelectuales y sociales difíciles y de prueba. La genuina fe espiritual (conciencia moral auténtica) se revela en que:
- Ocasiona el progreso de la ética y de la moral a pesar de las tendencias animalísticas inherentes y adversas.
- Produce una confianza sublime en la bondad de Dios aun frente a un amargo desencanto y una derrota total.
- Genera profundo valor y confianza a pesar de la adversidad natural y la calamidad física.
- Exhibe un aplomo inexplicable y una tranquilidad constante a pesar de la presencia de enfermedades desconcertantes y aun de sufrimiento físico agudo.
- Mantiene un aplomo misterioso y un equilibrio de la personalidad frente al maltrato y las injusticias más flagrantes.
- Mantiene una confianza divina en la victoria final a pesar de las crueldades de un hado aparentemente ciego y de la aparente indiferencia total al bienestar humano de las fuerzas naturales.
- Persiste en la creencia indestructible en Dios a pesar de todas las demostraciones contrarias de la lógica y resiste con éxito todos los demás sofismas intelectuales.
- Continúa exhibiendo una fe infalible en la supervivencia del alma a pesar de las enseñanzas engañosas de la ciencia falsa y de los delirios persuasivos de una filosofía defectuosa.
- Vive y triunfa a pesar del peso demoledor de las civilizaciones complejas y parciales de los tiempos modernos.
- Contribuye a la supervivencia continuada del altruismo a pesar del egoísmo humano, de los antagonismos sociales, las avideces industriales y los desajustes políticos.
- Se adhiere en forma inquebrantable a la creencia sublime en la unidad universal y en la guía divina a pesar de la presencia desconcertante del mal y del pecado.
- Continúa adorando a Dios a pesar de todo y de cada cosa. Se atreve a declarar «aunque me matare, seguiré sirviéndole».» LU 101:3.4
Proposición. La religión está siempre y para siempre enraizada y basada en la experiencia personal.
«Pero la religión no se halla nunca enaltecida por una llamada a lo así denominado milagroso. La búsqueda de milagros se remonta a las religiones primitivas de la magia. La verdadera religión nada tiene que ver con los así llamados milagros, y la religión revelada no se apoya jamás en los milagros como prueba de autoridad. La religión está por siempre y para siempre arraigada y plantada en la experiencia personal.» LU 102:8.7
Proposición. Nuestros sentidos nos hablan de las cosas; la mente descubre significados; pero la experiencia espiritual revela los verdaderos valores.
«En la vida física, los sentidos se percatan de la existencia de las cosas; la mente descubre la realidad de los significados; pero la experiencia espiritual revela al individuo los verdaderos valores de la vida. Estos altos niveles de vida humana se logran en el amor supremo de Dios y en el amor altruista del hombre.» LU 100:4.4
Proposición. Debemos tener fe, así como sentimientos.
«Pero la emoción por sí sola es una conversión falsa; hace falta tanto la fe como el sentimiento. En cuanto tal movilización de lealtad humana permanezca incompleta, hasta ese punto la experiencia de la conversión será una realidad mezclada de lo intelectual, lo emocional y lo espiritual.» LU 100:5.5
Proposición. Nuestra guía religiosa nos convence de que tenemos que creer en Dios.
«Así pues se puede ver que los deseos religiosos y los impulsos espirituales no son de naturaleza tal como para conducir a los hombres meramente a querer creer en Dios, sino más bien que son de una naturaleza y poder tal que los hombres quedan profundamente marcados por la convicción de que deben creer en Dios.» LU 101:1.7
Proposición. En la morontia, la seguridad de la verdad sustituye a la seguridad de la fe.
«Cada vez más a lo largo de la progresión morontial la seguridad de la verdad va reemplazando la seguridad de la fe. Cuando finalmente seas llamado a las filas del verdadero mundo espiritual, las seguridades del discernimiento espiritual puro operarán en lugar de la fe y de la verdad o, más bien, juntamente con estas técnicas previas de seguridad de la personalidad, y superpuestas a ellas.» LU 101:5.14
Proposición. La creencia se ha convertido en fe cuando motiva la vida. La creencia fija, la fe libera.
«La creencia llega al nivel de la fe cuando motiva la vida y da forma a la manera de vivir. La aceptación de una enseñanza como verdadera no es fe; es meramente creencia; tampoco lo es la certidumbre ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles de fe tan sólo cuando domina efectivamente la manera de vivir. La fe es un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina. Una persona cree en la verdad, admira la belleza y reverencia la bondad, pero no las adora; esta actitud de fe salvadora está centrada solamente en Dios, quien es todas estas cosas personificadas e infinitamente más.
«La creencia es siempre limitadora y astringente; la fe es expansiva y liberadora. La creencia fija, la fe libera.» LU 101:8.1
Proposición. La fe revitaliza la religión y vive la regla de oro.
«La fe no encadena la imaginación creadora, tampoco mantiene un prejuicio irrazonable hacia los descubrimientos de la investigación científica. La fe vitaliza la religión y obliga al religionista a vivir heroicamente de acuerdo con la regla de oro. El fervor de la fe está de acuerdo con el conocimiento, y sus impulsos son el preludio a la paz sublime.» LU 101:8.4
Proposición. La fe es el puente entre la conciencia moral y la realidad espiritual.
«La fe se vuelve la conexión entre la conciencia moral y el concepto espiritual de la realidad duradera. La religión se vuelve la avenida de escape del hombre de las limitaciones materiales del mundo temporal y natural a las realidades excelsas del mundo eterno y espiritual mediante la técnica de la salvación, la transformación morontial progresiva.» LU 101:9.9
Proposición. La seguridad religiosa genuina nunca lleva a la autoafirmación o a la exaltación egoísta.
«Una de las peculiaridades características de la seguridad religiosa genuina es que, a pesar de la absolutez de sus afirmaciones y la rigidez de su actitud, el espíritu de su expresión es tan aplomado y está tan atemperado que nunca comunica la menor impresión de autoafirmación o de exaltación egoísta.» LU 102:2.2
Proposición. Hay una gran diferencia entre la voluntad de creer y la voluntad que cree.
«En la ciencia, la idea precede a la expresión de su realización; en la religión, la experiencia de la realización precede a la expresión de la idea. Existe una vasta diferencia entre la voluntad evolucionaria de creer y el producto de la razón esclarecida, el discernimiento religioso y la revelación — la voluntad que cree.» LU 102:3.13
Proposición. La fe transforma al Dios de probabilidad en un Dios de certeza.
«La fe transforma al Dios filosófico de probabilidad en el Dios salvador de certeza en la experiencia personal religiosa. El escepticismo podrá desafiar las teorías de la teología, pero la confianza en la confiabilidad de la experiencia personal afirma la verdad de esa creencia que se ha transformado en fe.» LU 102:6.4
Proposición. El individuo conoce a Dios solo por la fe.
«Las convicciones sobre Dios pueden ser alcanzadas por sabio razonamiento, pero el individuo se torna consciente de Dios solamente por la fe, a través de la experiencia personal. En mucho de lo que pertenece a la vida, ha de contarse con la probabilidad, pero al ponerse en contacto con la realidad cósmica, la certeza puede ser experimentada cuando estos significados y valores son visualizados por la fe viva. El alma que conoce a Dios se atreve a decir «yo sé», aunque este conocimiento de Dios sea puesto en duda por el no creyente, que niega dicha certeza porque no está totalmente respaldada por la lógica intelectual. A todo ser que dude, el creyente tan sólo contesta: «¿Cómo sabes que yo no sé?».» LU 102:6.5
Proposición. Las personas religiosas deben enfrentarse a los científicos dogmáticos con el superdogmatismo de la experiemcia espiritual personal.
«Si la ciencia, la filosofía o la sociología atreven a volverse dogmáticas en sus discusiones con los profetas de la verdadera religión, los hombres conocedores de Dios deben contestar a tal dogmatismo no justificado con ese dogmatismo sagaz de la certeza de la experiencia espiritual personal: «Sé lo que he experimentado porque yo soy hijo del YO SOY». Si la experiencia personal de una persona de fe ha de ser desafiada por el dogma, entonces este hijo nacido en la fe del Padre experiencible puede responder con ese dogma imposible de desafiar, la declaración de su verdadera filiación con el Padre Universal.» LU 102:7.7
Proposición. De todas las experiencias en el universo, tenemos derecho a estar seguros de las espirituales.
«Si los enfoques no religiosos de la realidad cósmica se atreven a desafiar la certidumbre de la fe sobre la base de su estado no comprobado, entonces el que experimenta la verdad espiritual de la misma manera puede recurrir al desafío dogmático de los hechos de la ciencia y de las creencias de la filosofía sobre la base de que éstos, de igual manera, no han sido comprobados; son del mismo modo experiencias de la conciencia del científico o del filósofo.
«De Dios, la más ineludible de todas las presencias, el más real de todos los hechos, la más viva de todas las verdades, la más amante de todas las amistades y el más divino de todos los valores, tenemos el derecho de estar más seguros que de cualquier otra experiencia universal.» LU 102:7.9
Proposición. Al hombre se le educa por los hechos, se ennoblece por la sabiduría y se salva por la fe.
«La suma total de la vida humana es el conocimiento de que al hombre se le educa con los hechos, se ennoblece por la sabiduría, y se salva —se justifica— por la fe religiosa.» LU 196:3.4
Proposición. La religión persiste en ausencia de erudición.
«La religión es tan vital que persiste en ausencia de la erudición. Vive a pesar de su contaminación con cosmologías erróneas y filosofías falsas; sobrevive aun a la confusión de la metafísica. A través de todas las vicisitudes históricas de la religión y en ellas siempre persiste aquello que es indispensable para el progreso y la supervivencia humanos: la conciencia ética y moral.» LU 101:3.1
Proposición. La religión puede ser el sentimiento de la experiencia, pero no es la experiencia del sentimiento.
«Los científicos reúnen hechos, los filósofos coordinan ideas, mientras los profetas exaltan ideales. El sentimiento y la emoción son concomitantes invariables de la religión, pero no son la religión. La religión puede ser el sentimiento de la experiencia; pero no podemos decir que sea la experiencia del sentimiento. Ni la lógica (racionalización) ni la emoción (sentimiento) son esencialmente parte de la experiencia religiosa, aunque ambas puedan estar asociadas en forma variada con el ejercicio de la fe en el adelanto del discernimiento espiritual de la realidad, todo de acuerdo con el estado y la tendencia temperamental de la mente individual.» LU 101:5.9
Proposición. El alma religiosa liberada comienza a sentirse en el universo como en casa.
«La religión eficazmente cura el sentido del hombre de aislamiento idealístico o de soledad espiritual; otorga al creyente la posición de hijo de Dios, ciudadano de un universo nuevo y significativo. La religión asegura al hombre que, al seguir el destello de la rectitud que discierne en su alma, se identifica de esa manera con el plan del Infinito y el propósito del Eterno. Tal alma liberada inmediatamente comienza a sentirse cómoda en este nuevo universo, su universo.» LU 101:10.7
Proposición. La liberación espiritual contrasta con la desesperación del materialismo.
«Para el materialista no creyente, el hombre es tan sólo un accidente evolucionario. Sus esperanzas de supervivencia están engarzadas en la ficción de la imaginación mortal; sus temores, amores, deseos y creencias no son sino la reacción de la yuxtaposición incidental de ciertos átomos de materia sin vida. No hay exhibición de energía ni expresión de confianza que puedan llevarle más allá de la tumba. Las labores devotas y el genio inspirador de los mejores entre los hombres están destinados a extinguirse en la muerte, esa larga y solitaria noche de olvido eterno y extinción del alma. La desesperación sin nombre es la única recompensa del hombre por vivir y luchar bajo el sol temporal de la existencia mortal. Cada día de vida lenta y seguramente aprieta el nudo de un destino despiadado decretado por un universo material hostil e implacable que será el último insulto para todo lo que en el deseo humano es hermoso, noble, elevado y bueno.» LU 102:0.1
Proposición. La mente material nunca puede comprender plenamente la experiencia religiosa.
«La experiencia religiosa, siendo esencialmente espiritual, no puede nunca ser plenamente comprendida por la mente material; de aquí la función de la teología, la psicología de la religión.» LU 5:5.6
Proposición. Hay tres grandes satisfacciones en la experiencia religiosa.
«El hombre mortal obtiene tres grandes satisfacciones de la experiencia religiosa, incluso en los días de su estadía temporal en la tierra:
«1. Intelectualmente adquiere la satisfacción de una conciencia humana más unificada.
«2. Filosóficamente disfruta de la substanciación de sus ideales de valores morales.
«3. Espiritualmente prospera en la experiencia de la compañía divina, en las satisfacciones espirituales de la verdadera adoración.» LU 5:5.7
Proposición. La experiencia religiosa va de la conciencia primitiva a la conciencia sublime de filiación con Dios.
«La religión, como experiencia humana, progresa de la esclavitud del temor primitivo del salvaje evolutivo hasta la libertad de fe sublime y admirable de aquellos mortales civilizados que son magníficamente conscientes de la filiación con el Dios eterno.» LU 101:0.1
Proposición. Evitemos que nuestra experiencia religiosa se vuelva egocéntrica.
«Aunque tu religión sea un asunto de experiencia personal, es muy importante que te expongas al conocimiento de un vasto número de otras experiencias religiosas (las distintas interpretaciones de otros mortales distintos) para que puedas prevenir el peligro de que tu vida religiosa se torne egocéntrica —circunscrita, egoísta y no sociable.» LU 103:1.3
Proposición. El nacimiento espiritual puede ser complaciente o tempestuoso.
«La religión es funcional en la mente humana y se ha realizado en la experiencia previamente a su aparición en la conciencia humana. Un niño ya existe alrededor de nueve meses antes de experimentar el nacimiento. Pero el «nacimiento» de la religión no es repentino, es más un surgimiento paulatino. Sin embargo, más tarde o más temprano hay un «día de nacimiento». No entras al reino de los cielos a menos que hayas «nacido nuevamente» —nacido del espíritu. Muchos nacimientos espirituales van acompañados por mucha angustia de espíritu y marcados de perturbaciones psicológicas, así como muchos nacimientos físicos están caracterizados por un «parto difícil» y otras anormalidades de «parto». Otros nacimientos espirituales son un crecimiento natural y normal del reconocimiento de los valores humanos con un enaltecimiento de la experiencia espiritual, aunque no ocurre desarrollo religioso sin esfuerzo consciente y determinación positiva e individual. La religión no es nunca una experiencia pasiva, una actitud negativa. Lo que se llama «nacimiento de la religión» no está directamente asociado con las así llamadas experiencias de conversión que generalmente caracterizan episodios religiosos que ocurren más adelante en la vida como resultado de conflictos mentales, represiones emocionales y sublevamientos temperamentales.» LU 103:2.1
Proposición. La experiencia de Dios puede ser válida, aun cuando su teología sea falaz.
«La confusión sobre la experiencia de la certidumbre de Dios surge de las interpretaciones y relaciones poco similares de esa experiencia por parte de los distintos individuos y de las diversas razas de los hombres. La experiencia de Dios puede ser totalmente válida, pero la disertación sobre Dios, siendo intelectual y filosófica, es divergente y a menudo confusamente falaz.» LU 103:8.2
Proposición. El amor de un hombre por su esposa no puede juzgarse mediante un examen psicológico de afecto marital.
«Un hombre bueno y noble puede estar totalmente enamorado de su esposa pero ser completamente incapaz de pasar en forma satisfactoria un examen escrito sobre la psicología del amor conyugal. Otro hombre, con muy poco amor o ninguno por su esposa, puede pasar el mismo examen aceptablemente. La imperfección del discernimiento del amante en la verdadera naturaleza del ser amado no invalida en lo más mínimo la realidad o la sinceridad de su amor.» LU 103:8.3
Proposición. La fe no está influida por las insinuaciones y las especulaciones de la ciencia y la filosofía.
«Si crees sinceramente en Dios —por la fe lo conoces y lo amas— no permitas que la realidad de dicha experiencia sea de ninguna manera disminuida o substraída por las insinuaciones dudosas de la ciencia, las especulaciones de la lógica, los postulados de la filosofía, o las astutas sugerencias de almas bien intencionadas que quieren crear una religión sin Dios.» LU 103:8.4
Proposición. La realidad de la experiencia religiosa trasciende la razón, la ciencia, la filosofía y la sabiduría.
«Existe una realidad en la experiencia religiosa que es proporcional al contenido espiritual, y dicha realidad trasciende la razón, la ciencia, la filosofía, la sabiduría y todos los demás logros humanos. Las convicciones de dicha experiencia son inatacables; la lógica del vivir religioso es incontrovertible; la certidumbre de dicho conocimiento es superhumana; las satisfacciones son soberbiamente divinas, la valentía indomitable, las devociones incuestionables, las lealtades supremas, y los destinos finales —eternos, últimos y universales.» LU 103:9.12
Proposición. La experiencia religiosa personal es una solución eficaz para la mayoría de las dificultades mortales.
«La experiencia personal religiosa espiritual, resuelve eficazmente la mayoria de las dificultades mortales; es un clasificador eficaz, un evaluador y ajustador de todos los problemas humanos. La religión no elimina ni destruye los problemas humanos, pero los disuelve, los absorbe, los ilumina y los trasciende. La verdadera religión unifica la personalidad para un ajuste efectivo a todos los requisitos mortales. La fe religiosa — la guía positiva de la presencia divina residente— permite infaliblemente al hombre que conoce a Dios llenar el vacío que existe entre la lógica intelectual que reconoce la Primera Causa Universal como Eso y las afirmaciones positivas del alma que atestiguan que la Primera Causa es Él, el Padre celestial del evangelio de Jesús, el Dios personal de la salvación humana.» LU 196:3.1
Proposición. La supervivencia humana es un asunto de elección de los valores divinos.
«La evaluación moral con significación religiosa —entendimiento espiritual— con-nota la elección del individuo entre el bien y el mal, la verdad y el error, lo material y lo espiritual, lo humano y lo divino, tiempo y eternidad. La sobrevivencia humana depende en gran parte de que la voluntad humana se consagre a elegir aquellos valores que este clasificador de valores espirituales —el intérprete y unificador residente— haya seleccionado. La experiencia religiosa personal consiste en dos fases: descubrimiento en la mente humana y revelación por el espíritu divino residente. Debido a una sofisticación excesiva o como resultado de la conducta irreligiosa de los religionistas profesos, un hombre o aun una generación de hombres, pueden elegir interrumpir sus esfuerzos para que descubran a Dios que vive en ellos; pueden dejar de progresar en la revelación divina y de alcanzarla. Pero estas actitudes de falta de progreso espiritual no pueden persistir por mucho tiempo, debido a la presencia e influencia de los Ajustadores del Pensamiento residentes.» LU 196:3.17
Proposición. La experiencia religiosa conoce a Dios como Padre, y al hombre como hermano.
«Aunque la religión sea exclusivamente una experiencia espiritual personal —conocer a Dios como Padre— el corolario de esta experiencia —conocer al hombre como hermano— comprende la adaptación del yo a otros yos, y eso involucra el aspecto social o de grupo de la vida religiosa. La religión es primero una adaptación interior o personal, y luego se vuelve un asunto de servicio social o de adaptación de grupo.» LU 99:5.1
Proposición. La religión dinámica transforma al individuo mediocre en una persona de poder idealista.
«La experiencia de una vida religiosa dinámica transforma al individuo mediocre en una personalidad de poder idealista. La religión sirve al progreso de todos porque fomenta el progreso de cada individuo, y el progreso de cada uno es aumentado por el logro de todos.» LU 100:0.1
Proposición. La religión es una experiencia personal: no se puede regalar, recibir, prestar, aprender ni perder.
«La religión no se puede regalar, recibir, prestar, aprender ni perder. Es una experiencia personal que crece proporcionalmente a la búsqueda creciente de los valores finales. El crecimiento cósmico, por lo tanto, consiste en la acumulación de los significados y la elevación, cada vez más amplia, de los valores. Pero la nobleza misma es siempre un crecimiento inconsciente.» LU 100:1.7
Proposición. La religión es la experiencia de experimentar la realidad de creer en Dios como la realidad de esa experiencia puramente personal.
«La religión vive y prospera, entonces no por la vista y el sentimiento, sino más bien por la fe y el discernimiento interior. Consiste, no en el descubrimiento de nuevos hechos o en el hallazgo de una experiencia única, sino más bien en el descubrimiento de significados nuevos y espirituales de los hechos ya bien conocidos por la humanidad. La experiencia religiosa más elevada no depende de actos previos de creencia, tradición y autoridad; tampoco es la religión el vástago de sentimientos sublimes y emociones puramente místicas. Más bien es una experiencia profundamente honda y real de comunión espiritual con las influencias espirituales residentes en la mente humana, y en cuanto dicha experiencia se pueda definir en términos de psicología, es simplemente la experiencia de experimentar la realidad de creer en Dios como la realidad de tal experiencia puramente personal.» LU 101:1.4
Proposición. Por la experiencia religiosa, los conceptos de idealidad del hombre son dotados de realidad.
«El propósito de la religión no es satisfacer la curiosidad sobre Dios, sino más bien permitir la constancia intelectual y la seguridad filosófica, para estabilizar y enriquecer la vida humana combinando lo mortal con lo divino, lo parcial con lo perfecto, el hombre y Dios. Es a través de la experiencia religiosa a través de la que los conceptos de idealidad del hombre son dotados de realidad.» LU 101:10.5
Proposición. La razón y la lógica nunca pueden validar los valores de la experiencia religiosa.
«No podrá haber nunca prueba científica o lógica de la divinidad. La razón por sí sola no podrá jamás validar los valores y las bondades de la experiencia religiosa.» LU 101:10.6
Proposición. En la lucha triunfal del hijo por la fe, «Aun el tiempo mismo se torna una mera sombra de la eternidad, arrojada por las realidades del Paraíso sobre la panoplia móvil del espacio».
«En cambio, ahora los hijos de Dios se unen en el fervor de la batalla para el triunfo de la realidad sobre las sombras parciales de la existencia. Finalmente, todas las criaturas se vuelven conscientes del hecho de que Dios y todas las huestes divinas de un universo casi ilimitado están de su lado en la lucha excelsa por obtener la eternidad de la vida y la divinidad de estado. Estos hijos liberados por la fe participan en forma certera en las luchas temporales del lado de las fuerzas supremas y de las personalidades divinas de la eternidad; aun las estrellas en su curso están ahora luchando por ellos; finalmente, contemplan el universo desde adentro, desde el punto de vista de Dios y todo se transforma de las inseguridades del aislamiento material a la certeza de la progresión espiritual eterna. Aun el tiempo mismo se torna una mera sombra de la eternidad, arrojada por las realidades del Paraíso sobre la panoplia móvil del espacio.» LU 101:10.9
Proposición. Las personas religiosas viven como si ya estuvieran en presencia del Eterno.
«Es difícil identificar y analizar los factores de una experiencia religiosa, pero no es difícil observar que tales practicantes religiosos viven y se conducen como si ya estuvieran ante la presencia del Eterno. Los creyentes reaccionan a esta vida temporal como si la inmortalidad ya estuviese en sus manos.» LU 102:2.3
Proposición. La prueba más elevada de la realidad de la religión consiste en el hecho de la experiencia humana transformada.
«La más alta prueba de la realidad y eficacia de la religión consiste en el hecho de la experiencia humana; osea, que el hombre, naturalmente temeroso y sospechoso, dotado de un fuerte instinto innato de autopreservación y del deseo de supervivencia después de la muerte, desea confiar plenamente los intereses más profundos de su presente y de su futuro a la protección y dirección de ese poder y persona designado por su fe como Dios. Ésa es la verdad central de toda religión. En cuanto a qué ese poder o persona exige del hombre para cuidarlo y finalmente salvarlo, no hay dos religiones que concuerden; de hecho, todas ellas están en mayor o menor desacuerdo.» LU 102:8.1
Proposición. Hay tres maneras de saber que el Ajustador vive dentro de nosotros.
«La mente del hombre puede alcanzar altos niveles de visión espiritual y esferas correspondientes de valores de divinidad porque no es totalmente material. Existe en la mente del hombre un núcleo espiritual —el Ajustador de presencia divina. Hay tres evidencias distintas de la existencia de este espíritu en la mente humana:
«1. La solidaridad humanitaria: amor. La mente puramente animal puede ser gregaria para autoprotegerse, pero sólo el intelecto con un espíritu residente es capaz de autoolvido y de altruismo y ama incondicionalmente.
«2. La interpretación del universo: sabiduría. Sólo la mente con un espíritu residente puede comprender que el universo se muestra cordial hacia el individuo.
«3. La evaluación espiritual de la vida: adoración. Sólo el hombre con un espíritu residente puede darse cuenta de la presencia divina y buscar el alcance de una experiencia más plena en y con esta anticipación de la divinidad.» LU 196:3.6
Proposición. El gran desafío para el hombre es lograr una mejor comunión con el Monitor que mora en su interior.
«El gran desafío del hombre moderno consiste en alcanzar una mejor comunicación con el Monitor divino que reside en la mente humana. La aventura más grande del hombre en la carne consiste en un esfuerzo bien balanceado y sano por avanzar los límites de la autoconciencia hasta los ocultos reinos de la conciencia embriónica del alma en un esfuerzo sincero por alcanzar el terreno que linda con la conciencia espiritual —al contacto con la presencia divina. Esta experiencia constituye la conciencia de Dios, una experiencia poderosamente confirmadora de la verdad preexistente de la experiencia religiosa de conocer a Dios. Esta conciencia del espíritu equivale al conocimiento de la actualidad de la filiación de Dios. De otra manera, la certeza de la filiación es una experiencia de fe.» LU 196:3.34
Proposición. Ni la ciencia ni la filosofía pueden validar la personalidad de Dios: solo la experiencia personal de los hijos por la fe.
«La realidad última del universo no puede comprenderse por las matemáticas, la lógica o la filosofía, sólo por la experiencia personal en progresiva conformidad a la voluntad divina de un Dios personal. Ni la ciencia, ni la filosofía, ni la teología pueden validar la personalidad de Dios. Solamente la experiencia personal de los hijos de fe del Padre celestial puede efectuar la realización espiritual actual de la personalidad de Dios.» LU 1:7.5
Proposición. Da igual como los hombres vean a Dios; las personas religiosas creen en un Dios que fomenta la supervivencia.
«El científico que investiga los hechos concibe a Dios como la Primera Causa, un Dios de fuerza. El artista emotivo ve a Dios como el ideal de la belleza, un Dios de la estética. El filósofo razonador a veces tiende a proponer un Dios de unidad universal, incluso una Deidad panteísta. El religioso de fe cree en un Dios que fomenta la supervivencia, el Padre que está en los cielos, el Dios de amor.» LU 5:5.3
Proposición. La naturaleza no proporciona una base para creer en la supervivencia humana.
«La naturaleza no proporciona base para la creencia lógica en la supervivencia de la personalidad humana. El hombre religioso que encuentra a Dios en la naturaleza ya ha encontrado primero a este mismo Dios personal en su propia alma.» LU 101:2.9
Proposición. Para la ciencia y la filosofía, Dios puede ser posible y probable, pero para la religión es una certeza.
«Para la ciencia Dios es una posibilidad, para la psicología, una cosa deseable, para la filosofía, una probabilidad, para la religión una certeza, una realidad de la experiencia religiosa. La razón exige que una filosofía que no puede encontrar al Dios de la probabilidad, respete esa fe religiosa que sí puede y que sí encuentra al Dios de la certeza. Tampoco debe la ciencia descartar la experiencia religiosa sobre la base de la credulidad, mientras persista en la suposición de que las dotes intelectuales y filosóficas del hombre surgieron de inteligencias cada vez menores a medida que se va hacia atrás en el tiempo, originándose finalmente en la vida primitiva que estaba totalmente vacía de pensamiento y sentimiento.» LU 102:6.8
Proposición. No hay religión sin Dios; y en la experiencia personal, debe ser un Dios personal.
«Los que quieren inventar una religión sin Dios son como los que quieren cosechar frutos sin árboles, tener hijos sin padres. No es posible tener efectos sin causas; sólo el YO SOY es sin causa. El hecho de la experiencia religiosa implica a Dios, y dicho Dios de la experiencia personal debe ser una Deidad personal. No podéis orar a una fórmula química, suplicar a una ecuación matemática, adorar una hipótesis, confiar en un postulado, comulgar con un proceso, servir una abstracción ni tener una relación amante con una ley".» LU 102:7.3
Proposición. La religión se convierte en la unificación de todo lo que es bueno, verdadero y bello en la experiencia humana.
«Los zoroástricos tenían una religión moral; los hindúes, una religión de metafísica; los confucionistas, una religión de ética. Jesús vivió una religión de servicio. Todas estas religiones son valiosas en la medida en que son aproximaciones válidas a la religión de Jesús. La religión está destinada a convertirse en la realidad de la unificación espiritual de todo lo que es bueno, bello y verdadero en la experiencia humana.» LU 5:4.7
Proposición. La religión es un reino independiente de la respuesta humana a las situaciones de la vida.
«La religión no se funda en los hechos de la ciencia, ni en las obligaciones de la sociedad, ni en las hipótesis de la filosofía, ni en los deberes implícitos de la moralidad. La religión es un ámbito independiente de respuesta humana a las situaciones de la vida…» LU 5:5.2
Proposición. La religión se vuelve real a medida que emerge de la esclavitud del miedo y de la servidumbre de la superstición.
«Vuestra religión se está tornando real, porque está brotando de la esclavitud del temor y de la servidumbre de la superstición. Vuestra filosofía lucha por emanciparse del dogma y de la tradición. Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.» LU 12:9.5
Proposición. Se requiere valentía para invadir nuevos niveles y ámbitos desconocidos de la experiencia.
«… Los cobardes morales jamás obtienen altos niveles de pensamiento filosófico; se requiere valor para invadir los nuevos niveles de experiencia e intentar la exploración de mundos desconocidos de vida intelectual.» LU 101:7.2
Proposición La filosofía transforma la religión primitiva en valores ascendentes de la realidad.
«La filosofía transforma esa religión primitiva que era en gran parte cuento de hadas de la conciencia, en una experiencia viva en los valores ascendentes de la realidad cósmica.» LU 101:7.6
Proposición. Los mortales pueden experimentar la unidad espiritual, pero no la uniformidad filosófica.
«Un grupo de mortales puede experimentar la unidad espiritual, pero no podrán jamás llegar a una uniformidad filosófica. Y esta diversidad de interpretación del pensamiento religioso y de la experiencia se ilustra por el hecho de que los teólogos y filósofos del siglo veinte han formulado más de quinientas definiciones distintas de la religión. En realidad, cada ser humano define la religión en términos de su propia interpretación experiencial de los impulsos divinos que emanan del espíritu de Dios que en él reside, y por lo tanto esta interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los demás seres humanos.» LU 103:1.1
Proposición. La ciencia y la religión se basan en suponer la validez de ciertas cosas.
«Todas las divisiones del pensamiento humano se basan en ciertas suposiciones que se aceptan, aunque no estén comprobadas, mediante una sensibilidad constitutiva a la realidad de la dotación mental del hombre. La ciencia inicia su carrera de razonamiento suponiendo la realidad de tres cosas: la materia, el movimiento y la vida. La religión inicia su carrera con la suposición de la validez de tres cosas: la mente, el espíritu y el universo —el Ser Supremo.» LU 103:7.11
Proposición. La razón, la lógica y la fe tienen todas su lugar en la experiencia humana.
«La razón es el acto de reconocer las conclusiones de la conciencia en cuanto a la experiencia en el mundo físico de energía y materia y con ese mismo mundo. La fe es el acto de reconocer la validez de la conciencia espiritual —algo que no admite otra prueba mortal. La lógica es la progresión sintética de la búsqueda de la verdad de la unidad de la fe y la razón y está fundada en las dotes constitutivas de la mente de los seres mortales, el reconocimiento innato de cosas, significados y valores.» LU 103:7.13
Proposición. Cuando la teología domina la religión, la religión muere. La razón, la sabiduría y la fe introducen al hombre en los hechos, la verdad y la religión.
«Cuando la teología domina la religión, la religión muere; se torna una doctrina en vez de una vida. La misión de la teología consiste meramente en facilitar la autoconciencia de la experiencia personal espiritual. La teología constituye el esfuerzo religioso de definir, aclarar, exponer y justificar las declaraciones experienciales de la religión que, en último análisis, tan sólo pueden ser validadas por la fe viviente. En la filosofía más elevada del universo, la sabiduría, como la razón, se alía a la fe. La razón, la sabiduría y la fe son los logros más elevados del hombre. La razón lleva al hombre al mundo de los hechos, de las cosas; la sabiduría le presenta el mundo de la verdad, de las relaciones; la fe le abre la puerta al mundo de la divinidad, la experiencia espiritual.» LU 103:9.6
Proposición. La fe va junto con la razón y la sabiduría hasta su límite total, y luego prosigue con la única compañía de la verdad.
«La fe lleva voluntariamente a la razón hasta donde ésta puede llegar, y luego sigue con la sabiduría hasta el límite filosófico total; finalmente se atreve a lanzarse en un viaje universal sin límites ni fin acompañada tan sólo por la VERDAD.» LU 103:9.7
Proposición. El alma religiosa de iluminación espiritual conoce, y conoce ahora.
«El tiempo es un elemento invariable en la obtención del conocimiento; la religión hace que sus dones se vuelvan inmediatamente disponibles, aunque haya un importante factor de crecimiento en la gracia, un avance definido en todas las fases de la experiencia religiosa. El conocimiento es una búsqueda eterna; siempre estás aprendiendo, pero jamás puedes llegar al conocimiento pleno de la verdad absoluta. En el conocimiento por sí solo no puede haber jamás una certidumbre absoluta, tan sólo una probabilidad en aumento de aproximación; pero el alma religiosa de iluminación espiritual sabe, y sabe ahora. Y sin embargo, esta certidumbre profunda y positiva no conduce al religionista de mente sólida a interesarse menos por los altibajos del progreso de la sabiduría humana, que está ligado en su extremo material con los desarrollos de la ciencia en progreso lento.» LU 102:2.4
Proposición. Es misión de la religión preparar al hombre para que se enfrente valiente y heroicamente a las vicisitudes de la vida.
«Nuevamente, hay otros tipos de almas inestables y con poca disciplina que quieren usar las ideas sentimentales de la religión como camino de escape de las irritantes demandas del vivir. Cuando ciertos mortales vacilantes y pusilánimes intentan escapar de la presión incesante de la vida evolucionaria, la religión, tal como ellos la conciben, parece ofrecer el refugio más cercano, el mejor camino de escape. Pero es misión de la religión preparar al hombre para enfrentarse valiente, aún heroicamente, a las vicisitudes de la vida.» LU 102:2.8
Proposición. La religión está por encima de la ciencia, el arte, la moral y la filosofía, pero no es independiente de ellas.
«La religión está por encima de la ciencia, el arte, la filosofía, la ética y la moral, pero no es independiente de éstas. Todos estos conceptos están indisolublemente interrelacionados en la experiencia humana, personal y social. La religión es la experiencia suprema del hombre en la naturaleza mortal; pero el lenguaje finito hace por siempre imposible para la teología ilustrar adecuadamente la verdadera experiencia religiosa.» LU 196:3.28