Su fuerte clamor: «El día del Señor, día de ira, de angustia, de angustia y de oscuridad».
Sus pronunciamientos se hicieron en un contexto internacional vasto y rápidamente cambiante.
Quizás Sofonías fue el primer profeta del Antiguo Testamento que cambió el «día del Señor» de la «era mesiánica» a la venida de Yahvé mismo: «el fin del mundo».
Este libro es una buena ilustración de cómo los editores no dudaron en agregar sus notas con Dios hablando en primera persona.
Algunas de las adiciones suenan más a Deutero-Isaías que a Sofonías.
En Sofonías Dios tiene conciencia. No puede permitir que los pecados ni siquiera de su «pueblo elegido» queden impunes.
Hay una insinuación en este libro de que durante la «nueva era» todos los pueblos se convertirán a Yahvé.
Una de las principales conclusiones del libro es: «El Señor resiste a los soberbios y recompensa a los humildes».
El libro carece de pasajes destacados y significativos.