© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
La razón es el método de la ciencia; la fe es el método de la religión; la lógica es la técnica que intenta utilizar la filosofía. LU 101:2.2
Por medio del estudio de la ciencia, la razón puede conducir, a través de la naturaleza, hacia una Causa Primera, pero se necesita la fe religiosa para transformar la Causa Primera de la ciencia en un Dios de salvación; y la revelación se necesita además para validar esta fe, esta perspicacia espiritual. LU 101:2.3
La razón es la prueba de la ciencia, la fe es la prueba de la religión, la lógica es la prueba de la filosofía, pero la revelación sólo es validada por la experiencia humana. LU 101:2.8
La razón es la técnica de comprensión de las ciencias; la fe es la técnica de perspicacia de la religión; la mota es la técnica del nivel morontial. LU 103:6.7
La razón es el acto de reconocer las conclusiones de la conciencia en relación con la experiencia en, y con, el mundo físico de energía y de materia. LU 103:7.13
La perspicacia de la fe, o intuición espiritual, es la dotación de la mente cósmica en asociación con el Ajustador del Pensamiento, que es el regalo del Padre al hombre. La razón espiritual, la inteligencia del alma, es la dotación del Espíritu Santo, el regalo del Espíritu Creativo al hombre. La filosofía espiritual, la sabiduría de las realidades espirituales, es la dotación del Espíritu de la Verdad, el regalo combinado de los Hijos donadores a los hijos de los hombres. La coordinación y la interasociación de estas dotaciones espirituales hacen que el hombre tenga un destino potencial como personalidad espiritual. LU 101:3.2
La REALIDAD, tal como la comprenden los seres finitos, es parcial, relativa e imprecisa. LU 0:3.20
La realidad se actualiza de manera diferencial en diversos niveles del universo; la realidad tiene su origen en, y por medio de, la volición infinita del Padre Universal, y es comprensible en tres fases principales en muchos niveles diferentes de actualización del universo:
- La realidad no deificada
- La realidad deificada
- Realidad interasociada LU 0:4.1-4
Los Recientes de los Días —los directores de los sectores menores del superuniverso. LU 15:10.15
El reconocimiento es un proceso intelectual que consiste en encajar las impresiones sensoriales recibidas del mundo exterior en las configuraciones de la memoria del individuo. LU 111:4.1
La virtud es volitiva en la personalidad; la rectitud no es automática en las criaturas dotadas de libre albedrío. LU 21:3.14
Aunque no es muy adecuado hablar de Jesús como de un sacrificador, un rescatador o un redentor, es enteramente correcto referirse a él como un salvador. Hizo que el camino de la salvación (de la supervivencia) fuera para siempre más claro y seguro; el camino de la salvación lo mostró mejor y con más seguridad para todos los mortales de todos los mundos del universo de Nebadon. LU 188:4.7
Éste es el fenómeno de la reflectividad universal, ese poder único e inexplicable para ver, oír, sentir y conocer todas las cosas a medida que suceden en todo un superuniverso, y luego focalizar por reflectividad toda esta información y todo este conocimiento en un punto deseado cualquiera. LU 9:7.1
La reflectividad parece ser la omnisciencia dentro de los límites de lo finito experiencial, y puede representar la aparición de la presencia-conciencia del Ser Supremo. LU 9:7.5
Pero la comprensión más elevada y la interpretación más verdadera de la regla de oro consiste en la conciencia del espíritu de la verdad de la realidad perdurable y viviente de esta declaración divina. El verdadero significado cósmico de esta regla de las relaciones universales solamente se revela en su comprensión espiritual, en la interpretación que el espíritu del Hijo hace de la ley de la conducta al espíritu del Padre que reside en el alma del hombre mortal. Cuando esos mortales conducidos por el espíritu se dan cuenta del verdadero significado de esta regla de oro, se llenan a rebosar con la certeza de ser ciudadanos de un universo amistoso, y sus ideales de realidad espiritual sólo se satisfacen cuando aman a sus semejantes como Jesús nos amó a todos. Ésta es la realidad de la comprensión del amor de Dios. LU 180:5.8
en esta época intentó seriamente inducirlos a que abandonaran la utilización de la expresión reino de Dios a favor de un equivalente más práctico: la voluntad de Dios. Pero no lo consiguió. LU 170:2.11
«Primera, el reino de Dios en este mundo, el deseo supremo de hacer la voluntad de Dios, el amor desinteresado por los hombres, que produce los buenos frutos de una mejor conducta ética y moral». LU 170:2.18
Jesús nunca se cansó de decirles que el reino de los cielos era su experiencia personal consistente en obtener las cualidades superiores de la vida espiritual; que esas realidades de la experiencia espiritual son transferidas progresivamente a unos niveles nuevos y superiores de certidumbre divina y de grandeza eterna. LU 170:2.16
El reino de los cielos no es ni un orden social ni un orden económico; es una fraternidad exclusivamente espiritual de individuos que conocen a Dios. LU 99:3.2
Juan le preguntó a Jesús: «Maestro, ¿qué es el reino de los cielos?» Y Jesús respondió: «El reino de los cielos consiste en estas tres cosas esenciales: primero, el reconocimiento del hecho de la soberanía de Dios; segundo, la creencia en la verdad de la filiación con Dios; y tercero, la fe en la eficacia del deseo supremo humano de hacer la voluntad de Dios —de ser semejante a Dios. Y he aquí la buena nueva del evangelio: por medio de la fe, cada mortal puede poseer todas estas cosas esenciales para la salvación». LU 140:10.9
Estaban empezando a comprender que el «reino de los cielos no es comida y bebida, sino la realización de la alegría espiritual de aceptar la filiación divina». LU 155:3.1
El reino de los cielos, el gobierno divino, está basado en el hecho de la soberanía divina —Dios es espíritu. Puesto que Dios es espíritu, este reino es espiritual. El reino de los cielos no es material ni simplemente intelectual; es una relación espiritual entre Dios y el hombre. LU 134:4.2
La religión de Jesús salva del yo, libera de los males del aislamiento de la criatura en el tiempo y en la eternidad. LU 5:4.5
La religión no está basada en los hechos de la ciencia, ni en las obligaciones de la sociedad, ni en las suposiciones de la filosofía, ni en los deberes implícitos de la moralidad. La religión es un campo independiente de reacción humana a las situaciones de la vida, y aparece infaliblemente en todas las fases del desarrollo humano posteriores a la moral. La religión puede impregnar los cuatro niveles de la comprensión de los valores y del disfrute de la fraternidad universal: el nivel físico o material de la preservación de sí mismo; el nivel social o emocional de la fraternidad; el nivel moral de la razón o del deber; y el nivel espiritual de la conciencia de la fraternidad universal mediante la adoración divina. LU 5:5.2
La religión facilitó la acumulación del capital; fomentó ciertos tipos de trabajos; el tiempo libre de los sacerdotes favoreció el arte y el conocimiento; al final, la raza ganó mucho como consecuencia de todos estos errores iniciales de la técnica ética. Los chamanes, honrados y fraudulentos, fueron enormemente costosos, pero valieron la pena todo lo que costaron. Las profesiones liberales y la ciencia misma surgieron de los cleros parasitarios. La religión fomentó la civilización y facilitó la continuidad social; ha sido la policía moral de todos los tiempos. La religión proporcionó la disciplina humana y el dominio de sí mismo que hicieron posible la sabiduría. LU 92:3.9
La religión no se puede dar, recibir, prestar, aprender o perder. Es una experiencia personal que crece en proporción a la búsqueda creciente de los valores finales. LU 100:1.7
La religión revelada es el elemento unificador de la existencia humana. La revelación unifica la historia, coordina la geología, la astronomía, la física, la química, la biología, la sociología y la psicología. La experiencia espiritual es la verdadera alma del cosmos del hombre. LU 102:4.6
La verdadera religión no tiene nada que ver con los supuestos milagros, y la religión revelada nunca se apoya en los milagros como prueba de su autoridad. La religión está siempre arraigada y basada en la experiencia personal. LU 102:8.7
La religión está diseñada para cambiar el entorno del hombre, pero una gran parte de la religión que poseen los mortales de hoy se ha vuelto incapaz de hacerlo. El entorno es el que ha dominado con demasiada frecuencia a la religión.
Recordad que en la religión de todas las épocas, la experiencia más importante es el sentimiento relacionado con los valores morales y los significados sociales, y no el pensamiento relativo a los dogmas teológicos o a las teorías filosóficas. La religión evoluciona favorablemente a medida que el elemento de la magia es reemplazado por el concepto de la moral. LU 103:3.3-4
La relación entre la criatura y el Creador es una experiencia viviente, una fe religiosa dinámica, que no está sujeta a una definición precisa. Aislar una parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y desvirtuar la religión. Ésta es precisamente la razón por la que el Dios de la adoración exige una fidelidad total, o ninguna. LU 102:6.1
Cuando ciertos mortales vacilantes y asustadizos intentan escapar de la presión incesante de la vida evolutiva, la religión, tal como ellos la conciben, parece ofrecerles el refugio más cercano, la mejor escapatoria. Pero la religión tiene la misión de preparar al hombre para enfrentarse de manera valiente, e incluso heroica, a las vicisitudes de la vida. La religión es el don supremo del hombre evolutivo, la única cosa que le permite seguir adelante y «aguantar como si viera a Aquel que es invisible». LU 102:2.8
La religión se vuelve el camino por el que el hombre escapa de las limitaciones materiales del mundo temporal y natural hacia las realidades celestiales del mundo eterno y espiritual por medio de la técnica de la salvación, de la transformación morontial progresiva. LU 101:9.9
La religión no es una función específica de la vida; es más bien una manera de vivir. La verdadera religión es una devoción incondicional hacia una realidad que la persona religiosa considera que tiene un valor supremo para él y para toda la humanidad. Las características sobresalientes de todas las religiones son: una lealtad incondicional y una devoción sincera hacia los valores supremos. LU 100:6.1
LA RELIGIÓN, como experiencia humana, se extiende desde la esclavitud del miedo primitivo de los salvajes en evolución hasta la libertad sublime y admirable de la fe de los mortales civilizados que son magníficamente conscientes de su filiación con el Dios eterno. LU 101:0.1
La religión, la fe-convencimiento de la personalidad, siempre puede triunfar sobre la lógica superficialmente contradictoria de la desesperación, una lógica nacida en la mente material no creyente. Existe realmente una voz interior verdadera y auténtica, esa «luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene al mundo». … La religión es fe, confianza y seguridad. LU 101:0.3
La religión es la palanca poderosa que levanta a la civilización por encima del caos, pero se encuentra impotente sin el punto de apoyo de una mente sana y normal, que descanse firmemente sobre una herencia sana y normal. LU 70:8.18
La verdadera religión es una manera significativa de vivir dinámicamente enfrentándose a las realidades corrientes de la vida diaria. Pero si la religión ha de estimular el desarrollo individual del carácter y acrecentar la integración de la personalidad, no debe ser uniformizada. Si ha de alentar la evaluación de la experiencia y servir como un aliciente de valor, no debe ser estereotipada. Si la religión ha de fomentar las lealtades supremas, no debe ser formalista. LU 99:4.3
La religión no es una técnica para conseguir una paz mental estática y feliz; es un impulso destinado a organizar el alma para un servicio dinámico. Es el reclutamiento de la totalidad del yo para el servicio leal de amar a Dios y servir a los hombres. La religión paga cualquier precio que sea necesario para conseguir la meta suprema, la recompensa eterna. LU 100:3.1
Pero la verdadera religión es un amor viviente, una vida de servicio. El desapego de la persona religiosa hacia muchas cosas que son puramente temporales y banales no conduce nunca al aislamiento social, y no debería destruir el sentido del humor. La auténtica religión no le quita nada a la existencia humana, sino que añade de hecho unos nuevos significados al conjunto de la vida; genera nuevos tipos de entusiasmo, fervor y valentía. Puede incluso engendrar el espíritu de cruzada, que es más que peligroso si no está controlado por la perspicacia espiritual y la consagración leal a las obligaciones sociales comunes de las lealtades humanas. LU 100:6.5
La religión … Es más bien una experiencia profundamente grande y real de comunión espiritual con las influencias espirituales que residen en la mente humana. Y en la medida en que esta experiencia se puede definir en términos psicológicos, consiste simplemente en la experiencia de sentir que la realidad de creer en Dios es la realidad de esa experiencia puramente personal. LU 101:1.4
La religión cura eficazmente el sentimiento humano de aislamiento idealista o de soledad espiritual; concede al creyente el derecho de hijo de Dios, de ciudadano de un universo nuevo y significativo. LU 101:10.7
Recordad siempre que la verdadera religión consiste en conocer a Dios como vuestro Padre y al hombre como vuestro hermano. La religión no es una creencia servil en unas amenazas de castigo o en las promesas mágicas de unas recompensas místicas futuras. LU 99:5.2
La religión inspira al hombre a vivir con valentía y alegría sobre la faz de la Tierra; une la paciencia a la pasión, la perspicacia al entusiasmo, la compasión al poder y los ideales a la energía. LU 99:7.3
La religión no consiste en proposiciones teológicas, sino en la perspicacia espiritual y en la sublimidad de la confianza del alma. LU 101:2.13
La verdadera religión no es un sistema de creencias filosóficas que se pueda entender y justificar mediante pruebas naturales, y tampoco es una experiencia fantástica y mística de indescriptibles sentimientos de éxtasis que sólo puedan disfrutar los adeptos románticos del misticismo. La religión no es el producto de la razón, pero vista desde dentro, es totalmente razonable. La religión no proviene de la lógica de la filosofía humana, pero como experiencia de los mortales es totalmente lógica. La religión es la experimentación de la divinidad en la conciencia de un ser moral de origen evolutivo; representa una experiencia auténtica con las realidades eternas en el tiempo, la realización de las satisfacciones espirituales mientras se vive todavía en la carne. LU 101:1.1
La verdadera religión es ese convencimiento sublime y profundo, dentro del alma, que advierte irresistiblemente al hombre que sería malo para él no creer en esas realidades morontiales que constituyen sus conceptos éticos y morales más elevados, su interpretación más elevada de los valores más grandes de la vida y de las realidades más profundas del universo. Una religión así es simplemente la experiencia de abandonar la lealtad intelectual a los dictados más elevados de la conciencia espiritual. LU 101:9.3
La religión es la experiencia suprema del hombre en su estado natural como ser mortal, pero el lenguaje finito hace imposible para siempre que la teología pueda describir adecuadamente la auténtica experiencia religiosa. LU 196:3.28
La religión es la revelación al hombre de su destino divino y eterno. LU 195:5.3
La religión está destinada a encontrar en el universo aquellos valores que inspiran la fe, la confianza y la seguridad; la religión culmina en la adoración. La religión descubre para el alma aquellos valores supremos que contrastan con los valores relativos descubiertos por la mente. Esta perspicacia sobrehumana sólo se puede obtener mediante una experiencia religiosa auténtica. LU 195:5.8
Ésta es la esencia de la verdadera religión: que améis a vuestro prójimo como a vosotros mismos. LU 180:5.7
La religión es la experiencia exclusivamente espiritual del alma inmortal evolutiva del hombre que conoce a Dios, pero el poder moral y la energía espiritual son unas fuerzas poderosas que se pueden utilizar para tratar situaciones sociales difíciles y para resolver problemas económicos complicados. Estos dones morales y espirituales enriquecen más todos los niveles de la vida humana, y los hacen más significativos. LU 156:5.10
La verdadera religión es la actuación de un alma individual en sus relaciones conscientes con el Creador; la religión organizada es el intento del hombre por socializar la adoración de los practicantes individuales de la religión. LU 143:7.2
La religión es una revelación al alma humana que trata con unas realidades espirituales que la mente sola nunca podría descubrir ni sondear por completo. LU 146:3.1
La religión trata de alcanzar ideales no descubiertos, realidades inexploradas, valores sobrehumanos, una sabiduría divina y un verdadero logro espiritual. La verdadera religión hace todo esto; todas las demás creencias no son dignas de este nombre. LU 160:5.5
Aunque no es muy adecuado hablar de Jesús como de un sacrificador, un rescatador o un redentor, es enteramente correcto referirse a él como un salvador. LU 188:4.7
La técnica de la justicia exige que los guardianes personales o colectivos respondan al llamamiento nominal dispensacional en nombre de todas las personalidades no sobrevivientes. Los Ajustadores de esos no sobrevivientes no regresan, y cuando se pasa lista, los serafines responden, pero los Ajustadores no contestan. Esto constituye la «resurrección de los injustos», en realidad el reconocimiento oficial del cese de la existencia de la criatura. Este llamamiento nominal de la justicia siempre tiene lugar inmediatamente después del llamamiento nominal de la misericordia, la resurrección de los supervivientes dormidos. Pero estos asuntos no incumben a nadie más que a los Jueces supremos y omniscientes de los valores de supervivencia. Estos problemas de decisiones judiciales no nos conciernen realmente. LU 113:6.8
La razón es el método de la ciencia; la fe es el método de la religión; la lógica es la técnica que intenta utilizar la filosofía. La revelación compensa la ausencia del punto de vista morontial, proporcionando una técnica para conseguir unificar la comprensión de la realidad y de las relaciones entre la materia y el espíritu por mediación de la mente. La verdadera revelación nunca hace antinatural a la ciencia, irrazonable a la religión o ilógica a la filosofía. LU 101:2.2
La fe revela a Dios en el alma. La revelación, sustituta de la perspicacia morontial en un mundo evolutivo, permite al hombre ver en la naturaleza al mismo Dios que la fe le muestra en su alma. La revelación consigue así colmar con éxito el abismo existente entre lo material y lo espiritual, e incluso entre la criatura y el Creador, entre el hombre y Dios. LU 101:2.10
La revelación, como fenómeno que hace época, es periódica; como experiencia personal humana, es continua. LU 101:2.12
La revelación es una técnica que permite ahorrar grandes períodos de tiempo en el trabajo necesario de clasificar y separar los errores de la evolución de las verdades conseguidas por medio del espíritu. LU 101:5.1
La revelación libera a los hombres y los pone en camino hacia la aventura eterna.
La ciencia clasifica a los hombres; la religión ama a los hombres, incluso como a vosotros mismos; la sabiduría hace justicia a los distintos hombres; pero la revelación glorifica al hombre y revela su capacidad para asociarse con Dios.
La ciencia se esfuerza en vano por crear la fraternidad de la cultura; la religión engendra la fraternidad del espíritu. La filosofía lucha por la fraternidad de la sabiduría; la revelación describe la fraternidad eterna, el Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad.
El conocimiento produce orgullo en el hecho de la personalidad; la sabiduría es la conciencia del significado de la personalidad; la religión es la experiencia del conocimiento del valor de la personalidad; la revelación es la seguridad de la supervivencia de la personalidad. LU 102:3.6-9
La religión revelada es el elemento unificador de la existencia humana. El Apocalipsis unifica la historia, coordina la geología, la astronomía, la física, la química, la biología, la sociología y la psicología. La experiencia espiritual es el alma real del cosmos del hombre. LU 102:4.6
La religión revelada es el elemento unificador de la existencia humana. La revelación unifica la historia, coordina la geología, la astronomía, la física, la química, la biología, la sociología y la psicología. La experiencia espiritual es la verdadera alma del cosmos del hombre. LU 102:4.6
La esencia del ritual consiste en la perfección de su ejecución; entre los salvajes ha de practicarse con una precisión exacta.
El ritual es la técnica para santificar la costumbre; el ritual crea y perpetúa los mitos, al mismo tiempo que contribuye a conservar las costumbres sociales y religiosas. Además, el ritual mismo ha sido engendrado por los mitos. Al principio los rituales son a menudo sociales, luego se vuelven económicos y finalmente adquieren la santidad y la dignidad de un ceremonial religioso. La práctica del ritual puede ser personal o colectiva —o las dos— tal como lo ilustran la oración, la danza y las manifestaciones dramáticas. LU 90:5.1-2