Apéndice XXIII. La Trinidad de Trinidades | Índice | Apéndice XXV. La naturaleza trinitizada de Dios Absoluto |
Autor: William S. Sadler, Jr.
En nuestro estudio de los acontecimientos del futuro remoto, a menudo nos ha sido útil volver a los acontecimientos del pasado remoto para ayudarnos a comprender. El estudio de las causas absolutas puede ofrecer claves respecto a la naturaleza de esos acontecimientos que se acercan a los destinos absolutos. Podemos evocar este enfoque una vez más mientras buscamos comprender mejor la naturaleza de la Trinidad de Trinidades, especialmente el segundo nivel. Este nivel de la trinidad múltiple parece tener las características de una «trinidad interna», una trinidad que está dentro de una trinidad triple mayor.
Comparemos el origen de la Trinidad del Paraíso, la primera Trinidad, con lo que hemos deducido respecto al origen de la unión de deidad en el segundo nivel de la Trinidad de Trinidades. Sospechamos que este segundo nivel es realmente la tercera Trinidad experiencial. Si es así, entonces debe ser la última Trinidad: la unión final de la deidad.
En la eternidad pasada, el Padre Universal se une al Hijo Eterno (en presencia del Paraíso) para trinitizar al Espíritu Infinito LU 9:0.1 y para eternizar el universo central. LU 8:1.9 Y la aparición de la Tercera Persona de la Deidad (existencial) termina «el ciclo existencial de la personalización de la Deidad» LU 10:2.7, con la consiguiente «interdependencia trinitaria crítica» de las tres personas de la deidad existencial LU 10:3.7 y la consiguiente unión de deidad de esos tres seres en la trinidad existencial: la Trinidad del Paraíso.
En la lejanía del futuro, creemos que Dios Supremo se unirá con Dios Último (en presencia del universo maestro terminado) para trinitizar a Dios Absoluto y para inaugurar la zona interior del cosmos infinito. Esta aparición de la Tercera Persona de la Deidad (experiencial), aunque es una aparición limitada y calificada, podría inaugurar el ciclo de personalización de la deidad experiencial, con la consiguiente interdependencia trinitaria crítica de las tres personas de la deidad experiencial, y la consiguiente unión de deidad de estas tres personas en la trinidad experiencial final: la tercera Trinidad experiencial.
En ciertos aspectos, la expresión trinitizada de Dios Absoluto mantiene una relación con el Supremo-Último ancestral que es análoga a la relación entre Dios Espíritu y el Padre-Hijo ancestral. Por supuesto, el Padre y el Hijo funcionan en el nivel de lo existencial y lo infinito, mientras que el Supremo y el Último funcionan en el nivel de lo experiencial y lo subinfinito, e intentan proyectarse hacia el nivel de lo infinito. En el primer caso, parece haber una relación descendente «en intensificación» del Padre; al Padre y al Hijo; al Padre, al Hijo y al Espíritu. En el segundo caso, parece (al menos en la superficie) más como una relación ascendente «en extensificación»; del Supremo; al Supremo y al Último; al Supremo, al Último y al Absoluto dentro de unos límites (el Absoluto limitado) (Por supuesto, hay una diferencia básica en las dos situaciones: el Hijo tiene origen en el Padre, pero el Último no tiene su origen directo en el Supremo)
Esta serie de comparaciones simplifica mucho las relaciones. En la situación original del Paraíso, las relaciones son más bien así: del Padre al Padre y al Hijo, al Padre-Hijo y al Espíritu, a la Trinidad del Paraíso más las Tres Personas de la Deidad existencial. ¿Existe algún paralelismo en el segundo caso? ¿Podría expresarse como sigue: del Supremo al Supremo y el Último, al Supremo-Último y al Absoluto limitado, a la Trinidad Final más las Tres Personas de la Deidad experiencial?
Se recordará que el primer nivel de la Trinidad de Trinidades está compuesto por tres trinidades: la Trinidad del Paraíso, la Trinidad Última y la Trinidad Absoluta. LU 106:8.8-11 En el segundo nivel está la Deidad Suprema, la Deidad Última y el Absoluto limitado (la presencia de deidad de la expresión de Dios Absoluto que se trinitizará algún día). (Apéndice XXIII § 4) Cuando este segundo nivel esté ocupado de esta manera por las tres deidades de naturaleza experiencial, parecerán producir un «sistema» LU 112:1.17, dando como resultado la aparición de la trinidad. Creemos que esto constituye la «formación objetiva» de la tercera Trinidad experiencial (Los Documentos infieren que este segundo nivel es una trinidad cuando comentan [LU 106:8.22]: «Si el segundo nivel…pudiera alcanzar alguna vez una unidad trinitaria…»)
Creemos que el segundo nivel de la trinidad triple es en sí mismo una trinidad real. Comienza como una realidad calificada (en transformación), consigue la formación objetiva y después busca siempre la unificación trinitaria con la expresión resultante de alguna forma de personalización de la deidad.
Como hemos observado anteriormente, todas las trinidades experienciales parecen pasar por tres etapas características de crecimiento. (Apéndice XIX § 5) Examinemos esta trinidad (supuesta) en términos de estas etapas de desarrollo: realidad calificada, formación objetiva y realidad unificada.
Como ya hemos observado, no hay dos trinidades iguales (Apéndice XXIII § 2), y la tercera Trinidad experiencial no es una excepción a esta regla. Tiene cierta semejanza con la Trinidad del Paraíso porque su formación objetiva se produce como resultado de la trinitización de la deidad. Tiene cierta semejanza con la Trinidad Absoluta, pues ninguna trinidad puede conseguir la unificación completa. Pero, en un aspecto en particular, esta Trinidad Final es única: es la única «trinidad interna». Es la única trinidad que es interna respecto a una trinidad abarcadora; es el segundo nivel de la Trinidad de Trinidades. En este segundo nivel, y dentro de la trinidad triple, creemos que esta Trinidad Final actúa como una trinidad real.
Consideremos cuidadosamente los miembros de la tercera Trinidad experiencial. Al parecer, serán estos:
Es difícil encontrar un nombre adecuado para el tercer miembro de esta trinidad. Dios Absoluto sugiere personalidad. El Absoluto de la Deidad no es este miembro; el Absoluto de la Deidad es puramente existencial, un potencial existencial. Este miembro es real y es existencial-experiencial. Si el Absoluto (los tres Absolutos como uno) es el «Absoluto sin límites», entonces designaríamos a este miembro como «el Absoluto dentro de límites» o, para usar un nombre menos engorroso, «el Absoluto limitado».
Respecto a los miembros de la tercera Trinidad experiencial, la Trinidad Final, ¿qué sabemos? ¿Qué se puede deducir? ¿Qué podemos decir? Dependemos solo de unas cuantas afirmaciones de los Documentos, de nuestros propios esfuerzos de interpolación y extrapolación lógicas, y del sentido común. Pongamos en orden los datos:
Ofrecemos estas ideas como concepciones no irrazonables de los miembros del segundo nivel de la Trinidad de Trinidades. Presentan una concepción de las tres deidades experienciales a medida que se acercan a las metas de la eternidad de todos sus esfuerzos como personas, como superpersonas y como superpersonas trascendidas.
Si existe una tercera Trinidad experiencial, ¿qué importancia lleva consigo? Volvamos a la eternidad pasada para buscar paralelismos: La unión del Padre-Hijo no oculta las identidades separadas de las primeras dos personas de la Deidad, aunque «se vuelven solo uno». LU 22:7.8 Tampoco la Trinidad del Paraíso oscurece la identidad, individualidad y accesibilidad claras de las Tres Personas de la Deidad del Paraíso. LU 1:7.9; LU 6:8.8; LU 8:6.1-2 Pero dicha unión trinitaria sí modifica las funciones de la deidad de estas tres personas existenciales; sí produce la «…interdependencia trinitaria crítica de las tres personalidades divinas con relación al funcionamiento total de la Deidad…». LU 10:2.7 Por ejemplo: en las creaciones pos-Havona, «…no se puede discernir que el Padre sea absoluto como Deidad Total, salvo en la Trinidad del Paraíso». LU 10:2.8
Deducimos que la unión trinitaria de la Deidad Suprema y Última con la presencia de deidad del Absoluto limitado no restaría la individualidad ni la accesibilidad de Dios Supremo, Dios Último y Dios Absoluto (como personas, superpersonas o superpersonas trascendidas) Pero dicha unión trinitaria modificaría sus funciones de deidad colectivas y corporativas en relación con el cosmos total (el universo central, el gran universo, el universo maestro y el cosmos infinito) Como deidad experiencial total (aunque incompleta), no funcionaría individualmente aparte de su unión trinitaria.
Tenemos la creencia de que la trinidad de las deidades experienciales duplicaría en principio la relación y el funcionamiento de la trinidad de las deidades existenciales, «…tres como uno y en uno, y uno como dos y actuando por dos» LU 10:4.5
Las funciones de la tercera Trinidad experiencial parecen ser conceptualmente inseparables de las funciones de la Trinidad de Trinidades. Después de todo, esta Trinidad Final es interna a la trinidad triple. Creemos que ambas están relacionadas con el cosmos total, y con la penetración, desarrollo y expansión del cosmos infinito. Si la Deidad dual sigue siendo pionera, entonces quizá la trinidad seguirá consolidándose (en la expansión hacia fuera del cosmos infinito, como en las creaciones interiores y establecidas). (Apéndice VI, Apéndice XXVII)
Tenemos la creencia de que la zona interior del cosmos infinito es de «origen trinitario» en relación con la Trinidad Final, de manera muy parecida a como Havona es de «origen trinitario» en relación con la Trinidad Original. Tanto el universo central de la eternidad como los comienzos del universo final de la infinidad parece tener origen en la Trinidad; uno aparece en conexión con la formación de la primera Trinidad, el otro posiblemente aparecerá en conjunción con la formación de la última Trinidad.
Como todas las trinidades, creemos que la tercera Trinidad experiencial busca la unificación. Esta Trinidad Final aparece para constituir la unión inicial (y, sin duda, final) de toda deidad experiencial. Es una trinidad preunificada y, como con todas las trinidades pos-Havona, «la unidad de la Deidad es una consecución». LU 56:5.4 Esta trinidad asocia valores finito-absolutos, y sus miembros corporativos se describen adecuadamente como seres eternos en el tiempo. Puesto que la presencia de deidad del Absoluto limitado está presente, esta trinidad podría describirse diciendo que incluye la realidad existencial-experiencial. Es una trinidad siempre en crecimiento, una trinidad siempre en unificación, una trinidad que nunca termina. El estatus incompleto de este miembro absoluto asegura que el proceso de crecimiento no tendrá fin y que los universos y sus ciudadanos nunca encontrarán una barrera final a la aventura en progreso.
(Dado el concepto de una trinidad así en el segundo nivel de la trinidad triple, no es muy difícil imaginar la presencia del Absoluto Universal en el tercer nivel. Como los Documentos afirman LU 0:11.14, es posible hacer un «acercamiento experiencial-existencial» al Absoluto Universal, pero este acercamiento debe hacerse en los «niveles del tiempo y de la eternidad» y debe buscar «valores finitos y absolutos». Sin embargo, comentaremos que «acercarnos» al Absoluto Universal y «alcanzar» este absoluto son dos proposiciones totalmente distintas. Si este Absoluto no creciera, entonces ese acercamiento [en la eternidad] podría consumarse tarde o temprano. Pero los Documentos nos dicen que el Absoluto Universal está creciendo y expandiéndose LU 10:8.8, y quizá el ritmo de expansión podría ser mayor que la velocidad máxima posible de acercamiento).
Como ya hemos observado (Apéndice XIX § 5), en el sistema Paraíso-Havona la unidad de la deidad es un hecho; en los universos periféricos es una consecución. LU 56:5.4 Tenemos la creencia de que la emergencia y la formación objetiva de la tercera Trinidad experiencial constituyen el intento final de unificar la deidad experiencial.
La deidad existencial está unificada eternamente en la trinidad existencial, la Trinidad del Paraíso. Así, la deidad experiencial no está unificada inherentemente; su unificación depende de todos los esfuerzos de todos los creadores, deidades y trinidades pos-Havona. La unificación en progreso de la deidad experiencial parece tener lugar en varios pasos generales.
El primer nivel de la unificación de deidad experiencial. Este nivel parece abarcar el gran universo y los sucesos de la era actual. Este es el nivel finito, el primero de los niveles subabsolutos proyectados en los que la deidad experiencial puede unificarse mediante la síntesis del poder y la personalidad. LU 0:12.1 El Ser Supremo LU 0:2.15 y la primera Trinidad experiencial. LU 106:3.2 emergen de las actividades terminadas de este nivel. Esta deidad emergida y esta trinidad emergida no parecen estáticas, sino que parecen seguir creciendo; el Supremo, mediante el crecimiento trascendental hacia el estatus último; la trinidad, hacia la unificación terminada y la unidad de deidad. Ambas alcanzan sus metas al final de la Sexta Era y la terminación del universo maestro.
El segundo nivel de la unificación de deidad experiencial. Este nivel parece abarcar el gran universo y los sucesos de todas las eras pos-Havona (desde la Segunda Era del Universo hasta el final de la Sexta) Este es el nivel absonito, el nivel trascendental, el segundo de los niveles subabsolutos proyectados, en los que la deidad experiencial puede unificarse mediante la síntesis del poder y la personalidad. LU 0:12.1 El Último LU 0:2.17 y la segunda Trinidad experiencial LU 106:5.1 emergen de las actividades terminadas de este nivel. Esta deidad emergida y esta trinidad emergida no parecen estáticas; las dos parecen crecer; el Último hacia el estatus pos-último y coabsoluto, y hacia funciones coinfinitas finales; la trinidad, hacia la meta sin fin de la unificación. El Último quizá pueda alcanzar su meta de funcionamiento coinfinito; la trinidad posiblemente no pueda alcanzar su meta de unificación completa: no puede lograr la unidad de la deidad debido a que no puede agotar la infinidad.
El tercer nivel de (el intento de) la unificación de deidad experiencial. Este nivel parece abarcar un escenario espacial que está fuera del universo maestro y parece no tener fin: el cosmos infinito. Parece comprender un lapso de tiempo que comienza tras el cierre de la Sexta Era del Universo y que tampoco tiene fin (una era universal eterna en el futuro) No es uno de los «…niveles subabsolutos y evolutivos en los que se manifiestan la personalidad y el poder…» proyectados originalmente. LU 0:2.15 Este tercer nivel no es subabsoluto; es el nivel absoluto original a partir del cual se proyectaron los dos niveles subabsolutos (finito y absonito).
Ninguna deidad o trinidad emerge de las actividades terminadas del tercer nivel, porque las actividades de este tercer nivel no van a terminarse: ni la infinidad ni la eternidad van a agotarse. Al comienzo de las actividades de este nivel es cuando emerge la nueva deidad y la nueva trinidad. Y a este respecto, estos sucesos del futuro lejano son similares a los sucesos de los albores de la Primera Era del Universo. La Deidad se personaliza y la trinidad se forma al principio (no al final) de la Primera Era. Y así de nuevo se personaliza la deidad y se forma la trinidad al principio (no al final) de la Era Final.
Examinemos de nuevo los sucesos que inauguran la Era Final y lanzan el intento final de hacer experiencial a la Deidad Total. La nueva deidad experiencial se personaliza en la aparición trinitizada de Dios Absoluto. La segunda Trinidad experiencial, aunque no está unificada, todavía está presente como realidad objetiva. Esto hace posible que la Trinidad de Trinidades se forme como entidad objetiva.
El primer nivel de la Trinidad triple. No hay nada que impida la formación objetiva del primer nivel de la Trinidad de Trinidades. Este nivel une tres trinidades: la Trinidad del Paraíso, la Trinidad Última y la Trinidad Absoluta. Este nivel puede formarse como realidad objetiva y puede actuar absolutamente, pero no en sentido universal o infinito, excepto como sus limitaciones experienciales podrían compensarse por la acción existencial de la Trinidad (infinita) del Paraíso.
El segundo nivel de la Trinidad triple. Hay dos deidades experienciales (emergidas) presentes en este nivel de la Trinidad de Trinidades: el Supremo y el Último. Asociada con ellos en este nivel está la presencia de deidad del Absoluto limitado; esta presencia es una presencia creciente, una presencia que sintetiza el poder y la personalidad. Hemos deducido que es subinfinita en la cantidad limitada de Absolutos que abarca, pero no es subabsoluta cualitativamente respecto a esta cantidad limitada de Absolutos abarcados. Este segundo nivel de la Trinidad de Trinidades constituye la entidad de la deidad experiencial total que unifica (pero no unificada)
Esta trinidad que unifica parece constituir el esfuerzo final de reunir, por medios experienciales, lo que el Infinito distribuye por medios existenciales (en la eternidad). LU 106:8.22 En la tercera Trinidad experiencial, tenemos el principio (pero nunca la terminación) de la unificación experiencial de las manifestaciones constituyentes del Infinito.
Tercer nivel de la Trinidad triple. Sabemos que las funciones de la trinidad siempre abarcan las realidades de la deidad, y que las realidades de la deidad siempre tienden a personalizarse. Debido a esto, los resultados finales de la unificación trinitaria dan lugar a nuevas personalizaciones de la deidad. LU 0:12.4 Ofrecemos la opinión de que la tercera Trinidad experiencial no es una excepción a esta regla general, y que sus esfuerzos para unificarse también constituyen un intento trinitario de personalizar la deidad. Pero, en el caso de la Trinidad Final, no es una nueva deidad, es una deidad original. Estos esfuerzos señalan hacia el intento experiencial de penetrar el Infinito. LU 106:8.22