Apéndice V. La Deidad dual en las eras del universo | Índice | Apéndice VII. Los mecanismos del crecimiento experiencial |
Autor: William S. Sadler, Jr.
En el Apéndice I, Antecedentes del universo maestro, estudiamos el trasfondo de eternidad del universo maestro. Comenzamos con la Primera Era del Universo, la era de Havona, y luego retrocedimos conceptualmente para explorar la eternidad pasada. Retrocedimos tanto como pudimos; comenzamos con el concepto de una Era Cero y después examinamos el concepto pre-Cero; incluso consideramos el concepto «antes del pre-Cero». Después, en el Apéndice IV § 1, Sucesión y relación de las eras del universo, hicimos un inventario de todas las eras del universo: la era de Havona ( la Primera Era), la era de los superuniversos ( la Segunda Era, la era actual), las eras pos-supremas de los cuatro niveles del espacio exterior, y la era pos-última del universo maestro terminado.
Ahora, nuestra intención es asociar estas distintas eras del universo con lo que los Documentos tienen que decir sobre los siete niveles en los que actúa la Deidad Total. En el Apéndice anterior, estudiamos el funcionamiento pionero de la Deidad dual en las eras del universo; ahora examinaremos las acciones de consolidación de la Deidad Total en esas mismas eras.
Los Documentos nos dicen LU 0:1.3 que la Deidad Total está desempeñando sus funciones en los siete niveles siguientes: estático, potencial, asociativo, creativo, evolutivo, supremo y último. Puesto que estos niveles parecen darse secuencialmente, es posible hacer algunas deducciones sobre ellos. Los primeros niveles mencionados (estático, potencial y asociativo) podrían considerarse como niveles precreativos; son niveles de función de la deidad anteriores al nivel creativo. Los dos niveles siguientes (creativo y evolutivo) podrían denominarse niveles salientes; son niveles en los que la deidad se expresa mediante su distribución y expansión. Los dos últimos niveles podrían denominarse niveles entrantes; en el nivel supremo y el último tienen lugar la consolidación finita y absonita de todas las expresiones de la deidad creativas y evolutivas. Se nos dice además LU 0:2.18 que el nivel último es un nivel creativo final. Por consiguiente, podemos deducir que todo lo que queda más allá de ese nivel debería denominarse más adecuadamente como supercreativo. LU 0:2.18 Si este razonamiento es bueno, entonces podríamos agrupar los siete niveles de la función de la Deidad Total en tres clases principales:
Estas tres clases justifican los siete niveles de la función de la Deidad Total. Si hay niveles supercreativos, entonces deben estar relacionados con los asuntos pos-universo maestro y las funciones de la deidad; el nivel último es el último de los siete niveles y los niveles supercreativos serían, por tanto, pos-últimos.
Los niveles «precreativos» son los niveles estático, potencial y asociativo de la función de la Deidad Total. Veamos cómo se relacionan estos niveles funcionales con nuestra exploración previa de la eternidad pasada. Retrocedamos tanto como antes, y avancemos desde nuestros conceptos proyectados de la eternidad pasada hacia la realidad actual.
Hasta ahora, nuestro estudio del despliegue de las funciones de la deidad, era tras era, ha fluido muy bien, pero vamos a encontrarnos con problemas cuando examinemos la naturaleza del universo central.
Un estudio cuidadoso del estatus del universo central y eterno revela más de una paradoja. Havona parece ser el universo perfecto, que fue «creado» por la Trinidad del Paraíso, ¡pero se nos dice que en realidad no fue creado! LU 8:1.9; LU 105:7.2 Sugerimos que la «creación» de Havona es una acción en la eternidad y que ese hecho en la eternidad es precreativo en realidad. Si esta es una línea de razonamiento válida, entonces hay dos maneras de considerar Havona:
Hasta ahora, hemos seguido el rastro del despliegue de la deidad existencial a través de los niveles estático, potencial y asociativo, y la Deidad del Paraíso actúa verdaderamente en todos ellos en la Primera Era del Universo. En esta edad, ¿penetra la deidad existencial en cualquiera de los otros cuatro niveles? En lo que respecta al nivel creativo, sabemos que no se «creó» nada en la Primera Era; si existió un nivel así, estuvo completamente inactivo y por lo tanto debería incluirse en el nivel potencial. Sabemos que Havona fue no evolutivo en la Primera Era del Universo LU 106:0.18, así que podemos estar seguros de que en esta era el nivel evolutivo también fue un potencial no expresado. La Deidad Total o bien era no funcional o bien era pre-funcional en este nivel. Pero, ¿y los niveles del supremo (finito máximo) y el último (trascendental máximo)? Aquí no podemos estar tan seguros, porque la creación eterna parece contener tanto realidades finitas como trascendentales:
LU 106:0.4 Algunas fases de Havona parecen hallarse en el orden de los finitos máximos.
LU 106:0.5 Muchos elementos del Paraíso y Havona parecen pertenecer al orden trascendental.
LU 106:0.6 El sistema Paraíso-Havona tiene en muchos aspectos un significado último.
LU 14:4.2 Se define la vida de Havona (en la era actual) como que abarca desde lo material, a través de lo morontial y espiritual hasta lo absonito, último, coabsoluto y absoluto.
LU 105:7.2 Havona no es absoluto ni finito. Como realidad trascendental, hace de amortiguador entre los superuniversos, que son finitos, y el Paraíso, que es absoluto. Pero Havona no es una realidad trascendental: es solamente Havona.
Estas citas de los Documentos indican claramente que la realidad subabsoluta era una parte del universo central original y eterno. Esto no debería sorprendernos demasiado porque, después de todo, Havona es un «universo modelo», y el universo original y eterno debe haber proporcionado el modelo de perfección divina para todos los universos posteriores (finitos y trascendentales incluidos) Esta presencia de finitos y trascendentales (y últimos) en el Havona original significa que la Trinidad del Paraíso era funcional en los niveles subabsolutos de realidad en la Primera Era del Universo. Pero estos niveles subabsolutos no son niveles que sean creativos, evolutivos, supremos o últimos, en el sentido de que sean funcionales en la era actual de la personalización en poder del Supremo, y en la lenta emergencia del Último proyectada para las eras futuras.
Los problemas con que nos encontramos al intentar resolver las paradojas de Havona podrían ser debidos al hecho de que estamos enfocando los problemas de la manera incorrecta. Podríamos estar usando los estándares equivocados para la evaluación; podríamos estar aplicando las categorías equivocadas; quizá estemos intentando hacer cierto trabajo experiencial de estándares de evaluación en una situación existencial. Podríamos estar equivocados al asumir que los siete niveles de la función de la Deidad Total (que se presentan en la página 2 de los Documenntos) se aplicarán del mismo modo a todas las eras del universo, cuando quizá solo se apliquen a la era actual del universo. Los Documentos nos advierten de este mismo error; afirman que hay muchas «maneras de contemplar la realidad» y que la perspectiva cambia «desde el punto de vista de otras eras universales». LU 106:0.10 Es totalmente posible que «los siete niveles de la función de la Deidad Total» se presenten en los Documentos como un concepto del funcionamiento de la Deidad que únicamente es funcional en la era actual. Quizá sean los niveles relacionados con los «mecanismos experienciales de crecimiento», y lo que nos falta en nuestro intento de evaluación de Havona es un concepto de «mecanismo existencial». Para evaluar Havona, parece ser que necesitamos el concepto de mecanismo existencial del funcionamiento de la Deidad.
¿Los Documentos nos ofrecen algún tipo de ayuda en este dilema? Sí lo hacen, y las siguientes citas serán muy útiles.
LU 4:4.2 Dios puede modificar su absolutidad porque es un ser con libre albedrío.
LU 10:5.4 / LU 10:8.3 La Trinidad del Paraíso actúa en los niveles finitos y entonces se la califica Trinidad de Supremacía. También actúa en los niveles finitos como la Trinidad de Ultimidad. En los niveles absolutos, esa acción constituye la acción de la Deidad Total e implica las funciones del Absoluto de la Deidad.
No hay nada que pudiera haber evitado que la Deidad del Paraíso proyectara la realidad subabsoluta en la constitución original del universo perfecto y eterno (Dios podría haberlo elegido así) Havona es de origen trinitario, y la Trinidad del Paraíso actuó así.
Si este es el caso, ¿cuáles eran los niveles de la función de la Deidad Total en la Primera Era del Universo? ¿Cuál era el mecanismo existencial? Podemos estar seguros de que cuatro de los niveles actuales (creativo, evolutivo, supremo y último), al menos como los conocemos, eran potenciales sin expresar. Estos cuatro niveles parecen ser experienciales (en la Primera Era, los experienciales no se habían expresado y eran preexistentes) y deben haber estado totalmente contenidos dentro del nivel potencial de la función de la Deidad Total.
Ofreceremos tentativamente el siguiente concepto como una presentación razonable de los siete posibles niveles de función de la deidad que parecen constituir un mecanismo existencial plausible (Para propósitos comparativos, estos son los paralelismos con los siete niveles presentados en la página 2 de los Documentos. LU 0:1.3 Aparecen bajo el título «Los mecanismos experienciales»)
El mecanismo existencial | El mecanismo experiencial |
---|---|
1- El nivel estático | 1- El nivel estático |
2- El nivel potencial | 2- El nivel potencial |
3- El nivel asociativo | 3- El nivel asociativo |
4- El nivel trascendental | 4- El nivel creativo |
5- El nivel finito | 5- El nivel evolutivo |
6- El nivel último | 6- El nivel supremo |
7- El nivel absoluto | 7- El nivel último |
Debemos apoyar ahora este concepto. Ciertamente los primeros tres niveles se relacionan tanto con el mecanismo existencial como con el mecanismo experiencial (aunque las deidades experienciales no estaban presentes en la Primera Era para actuar en los niveles asociativo y potencial, como hacen ahora en la Segunda Era) ¿Hay alguna garantía para este orden de, especialmente con los niveles cuatro, cinco, seis y siete? Creemos que los Documentos apoyarían este orden. El nivel trascendental, «desde el punto de vista de la eternidad», parece anterior a lo finito. LU 105:7.1 La colocación del nivel último antes del nivel absoluto es bastante convencional, como en la enumeración LU 14:4.6: último, coabsoluto y absoluto. Hemos omitido el coabsoluto como un nivel porque «coabsoluto» se define como «la proyección de los experienciales» LU 106:0.7 y en la Primera Era no había experienciales. Esto apoya bastante bien el orden de la enumeración y sitúa «el nivel finito» en la posición sobrante: el quinto lugar. Esta presentación parece ofrecer un concepto de trabajo razonable de los niveles de la función de la Deidad Total que incumben al mecanismo existencial.
Antes de continuar, deberíamos señalar que «el nivel finito» en la lista existencial es algo bastante diferente al paralelismo, que es también finito pero con origen en la era actual del unverso. En la lista de niveles ascendentes de realidad de los Documentos LU 106:0.4, una lista que se aplica específicamente a la era actual del universo, la segunda categoría dada es «finitos máximos». Esta categoría incluye tanto a seres perfectos como perfeccionados. Pero se hace una distinción cuidadosa en alguna parte de los Documentos LU 105:5.7 entre estos dos tipos de seres finitos: los seres finitos de Havona se denominan «máximos primarios», mientras que las criaturas perfeccionadas de los superuniversos se denominan «máximos secundarios». El nativo de Havona es un producto del conjeturado quinto nivel de la función de la Deidad Total, como se presenta en el mecanismo existencial. El ascendente del superuniverso es un producto del nivel quinto, o evolutivo, como se presenta en el mecanismo experiencial actual (La existencia de «máximos terciarios» LU 105:5.10 podría indicar que todavía hay otras maneras de considerar los niveles de la función de la Deidad Total).
En las eras pos-Havona, la deidad existencial está unida en acción con la deidad experiencial: Supremo, Último y (quizá) Absoluto. LU 0:9.3 Esto significa que debemos reevaluar los niveles estático, potencial y asociativo, junto con la consideración de los cuatro restantes.
Los Documentos no parecen mencionar en ningún punto ninguna función de la deidad experiencial en el nivel estático. Pero, según parece, esa deidad derivada funciona en los seis niveles restantes: potencial, asociativo, creativo, evolutivo, supremo y último. En la era actual, la deidad existencial actúa en esos mismos niveles, junto con la deidad experiencial. Es un poco difícil concebir a un Dios que actúa en el nivel evolutivo, pero no es tan difícil concebirlo si se trata de un fragmento de Dios. La «naturaleza existencial divina» LU 107:2.7 de un Ajustador participa verdaderamente en los acontecimientos del nivel evolutivo, cuando ese Ajustador reside en un ser humano, y este mismo Ajustador «experimenta» en virtud de esa participación. LU 109:1.3
Si consideramos los seis niveles (pos-estáticos) fundamentalmente desde el punto de vista de la deidad experiencial, simplificará enormemente nuestro estudio. Podríamos considerar estos niveles como sigue:
La interacción de la Deidad Total en estos niveles (precreativo, saliente y entrante) parece rendir cuentas de todo lo que sucede en las eras pos-Havona del universo maestro.
Esta es la era actual, la era de los siete superuniversos en relación con Havona, la era del gran universo (Y en esta era deberíamos pensar en Havona como en un auténtico universo creado) Esta era comienza con un impulso creativo primario procedente de las personalidades y agencias del sistema Paraíso-Havona preexistente. Los siete superuniversos están provistos de seres creados de origen elevado (los Ancianos de los Días, los Espíritus Reflectantes) y toda la extensa hueste de sus asociados, ayudantes y subordinados, que también proceden del sistema Paraíso-Havona. Los organizadores de los universos locales son los creados Hijos y Espíritus universales, que proceden del Paraíso. Algunos de esos seres de origen paradisíaco son creadores, y sus esfuerzos creativos en el espacio y el tiempo proporcionan el impulso creativo secundario para el crecimiento de los superuniversos y sus universos locales constituyentes.
En los universos locales podemos observar el funcionamiento más completo y la expresión del nivel evolutivo; en esos reinos incluso los creadores del universo pasan por etapas de crecimiento evolutivo. LU 116:4.8 La llegada de Grandfanda introduce el proceso evolutivo en la creación central y perfecta (Apéndice IV § 4-B), y de ese modo las operaciones en este nivel se extienden por todo el gran universo. Esta es la era de la creación finita, de la evolución finita y del crecimiento a través de la experiencia finita.
Durante todo este periodo, el Ser Supremo recurre a los potenciales de la Deidad del Paraíso y desarrolla la expresión asociativo-creativa de esos potenciales. Expresa su propia voluntad y propósito LU 0:1.5 en el proceso de expresarse en la creación del espacio-tiempo al revelarse a sí mismo LU 0:1.7 mientras se expande hacia fuera en los universos en crecimiento y se identifica con el crecimiento de la criatura y con las criaturas en crecimiento. LU 0:1.8 No es meramente el recipiente pasivo del flujo convergente de poder todopoderoso que emana de los logros de la divinidad de los Creadores Supremos en el espacio y el tiempo. LU 0:8.10
Sabemos que existe una «zona tranquila» entre niveles de espacio adyacentes LU 12:1.14), así que no es irrazonable asumir que podría haber un «tiempo tranquilo» entre eras adyacentes del universo. LU 117:7.17 Este «tiempo tranquilo» daría un respiro a la larga lucha evolutiva por la perfección, y proporcionaría una era en la que los veteranos de la Segunda Era del Universo podrían saborear y disfrutar la «…plenitud del dulzor de haber alcanzado una meta» LU 118:0.12
Si existe un tiempo así para el disfrute de haber alcanzado una meta, entonces podríamos examinar correctamente el concepto de los siete superuniversos cuando se establecen en luz y vida y, por el momento, no pensar en lo que espera en la era siguiente. En ese momento el Ser Supremo (que ya ha emergido totalmente) estará completamente operativo en el nivel supremo de las funciones de la Deidad Total; esto implica nuevas relaciones con la Trinidad de Supremacía existencial (del Paraíso). LU 10:5.4) El Supremo ya no «…refleja la actitud de la Trinidad de Supremacía» LU 10:7.3, pero probablemente entraría en relación personal con las tres Deidades del Paraíso (Ibíd.) Y Dios Supremo se volvería personalmente activo, como soberano experiencial de los superuniversos establecidos. LU 55:12.5
El nivel supremo de la función de la Deidad Total es denominado a veces como la Supremacía de la Deidad. LU 0:1.9 Deberíamos recordar que este no es el nivel de la función de una entidad, deidad o trinidad; es el nivel de acción de la Deidad Total.
LU 10:5.4 La actitud y la función de la Trinidad del Paraíso en relación con lo finito se denomina a veces Trinidad de Supremacía.
LU 0:8.10 En el gran universo hay tres aspectos de la deidad que colaboran entre sí: el Ser Supremo, Dios Séptuple y la Trinidad de Supremacía.
Actualmente, este supercontrol de la Supremacía ni es totalmente predecible ni parece haber terminado de desarrollarse. LU 10:7.4 Parece que la Supremacía de la Deidad actuará en las eras de luz y vida con un control omnipotente y perfección sin mácula (máximo-finita) Lo impredecible de esta era estable será de origen superfinito y hará evidente la presencia del Último y de los Absolutos.
Estas son las eras de los cuatro niveles del espacio exterior: la Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta Era del Universo. Durante estas eras futuras, la deidad seguirá funcionando en todos los niveles anteriores, pero es difícil reconciliar los niveles cuarto y quinto (creativo y evolutivo) con las actividades trascendentales. Consideremos las citas siguientes:
LU 30:1.99 Como persona, Dios crea; como superpersona, existencia. Actúa como superpersona en relación con los seres absonitos, y esos seres son superpersonas existenciadas.
LU 31:8.3 Hay muchos seres que no son ni creadores ni criaturas. Los trascendentales ni crean ni son creados: se existencian.
Cuando entramos en las eras pos-supremas, el concepto de nivel creativo debería ampliarse para incluir la existenciación como una técnica transformadora. Esto sugiere un desplazamiento limitado en esas categorías, que se incluirían entonces en los siete niveles de la función de la Deidad Total. Pero la creatividad todavía persistiría; el Último es creativo. LU 0:2.16
LU 105:7.2 Los trascendentales son superevolutivos y superexperienciales en su crecimiento. Tampoco son no experienciales, pero su técnica de crecimiento es superfinita.
LU 0:4.5 Dios Último está «evolucionando» ahora.
El concepto de nivel evolutivo debería modificarse para incluir las técnicas de crecimiento trascendentales. Según parece, esto significa algún tipo de crecimiento superevolutivo, pero no no-experiencial. Debe ser un tipo de crecimiento en el que participa la criatura que crece. Pero si es un trascendental, entonces tiene lugar en el supertiempo (tiempo trascendido)
Dada esta expansión del significado de las palabras «creativo» y «evolutivo», podemos concebir estas funciones salientes de la Deidad Total proyectadas en los cuatro niveles del espacio exterior en las eras pos-supremas. Esto implicaría las funciones interrelacionadas de:
La terminación de la función de la deidad experiencial en las eras pos-supremas necesitará de la personalización final del poder del Último, la unificación de la primera Trinidad experiencial, y del desarrollo completo de todo el universo maestro. (Apéndice XXII § 9)
Supongamos de nuevo que habrá un «tiempo tranquilo» tras la terminación del universo maestro, un tiempo de crecimiento en suspenso antes de la llegada de acontecimientos futuros. Podemos considerar el concepto del Último aparecido durante esta era sin tomar en consideración las complicaciones que comportan los desarrollos externos al universo maestro.
En el concepto del universo maestro terminado, tras el final de la Sexta Era del Universo, podemos visualizar el total y la función final de la deidad experiencial y existencial en el sexto nivel de la función de la Deidad Total: el nivel último. Esto significa la terminación de dos entidades de deidad en evolución:
Estas dos realidades de deidad, de naturaleza experiencial, se complementarán mediante el Ser Supremo, que entonces habrá terminado su crecimiento terciario en los niveles del espacio exterior. (Apéndice XIX § 3) Las dos deidades experienciales y la primera Trinidad experiencial estarán entonces completamente operativas en relación con la Trinidad de Ultimidad existencial (del Paraíso). LU 10:5.5 Y, como lo vemos, esto constituye la terminación final de la Ultimidad de la Deidad. LU 0:1.10 El nivel último de la acción de la deidad se trata más adelante en el Apéndice VIII § 7, La Ultimidad de la Deidad.
Cuando pasamos más allá del nivel último (en concepto), hemos salido fuera del universo maestro. Hemos pasado más allá del «nivel creativo», pues el Último se define como que actúa en los «niveles creativos finales» LU 0:2.17; por lo tanto, todo acto de naturaleza transformadora que sea pos-último debe ser también supercreativo; y los Documentos afirman LU 0:3.18 que Dios Absoluto funcionaría en esos niveles supercreativos. Los niveles pos-últimos apenas pueden ser subabsolutos. Si implican una proyección de los experienciales más allá del universo maestro, hacia un campo más amplio de acción, entonces se definen como «coabsolutos» LU 106:0.7 Se nos informa de que incluso el nivel absoluto puede «…suponer cierto grado de realización experiencial asociada…» LU 106:0.8
El mecanismo existencial-experiencial de la función de la Deidad Total parece incluir niveles de funcionamiento bastante diferentes a los que están implicados en los mecanismos experienciales, justo como se encontró que diferían de los mecanismos existenciales precedentes.
En el concepto de crecimiento y desarrollo del pos-universo maestro, nos encontramos con tres nuevas entidades de deidad que no han estado operativas objetivamente hasta este momento:
Todas esas deidades y trinidades de futura aparición estarán asociadas en los niveles de la función de la Deidad Total en la era pos-última. Creemos que estos niveles implicarán un mecanismo existencial-experiencial recien emergido para las operaciones, que será muy diferente a todo lo que le ha precedido. (Vean el Apéndice XXVII § 3, The Existential-Experiential Mechanism of Deity.)