Autor: William S. Sadler, Jr.
Hasta ahora en nuestro estudio hemos estado viajando hacia fuera desde Havona, a través de los superuniversos y hacia los niveles del espacio exterior, sin pensar demasiado en lo grandes que son en el espacio o en cuánto tiempo iba a llevar esta aventura. En este punto, quizá sea buena idea hacer una pausa lo bastante larga como para considerar el tamaño y la duración del universo maestro. ¿Cuál es su tamaño? ¿Cuánta masa tiene? ¿Cuánto tiempo duran las eras universales?
Sabemos que los siete superuniversos son mucho más grandes en el espacio que el universo central. Havona contiene mil millones (y 21) mundos y los planes para los superuniversos aseguran siete billones de mundos habitados. No sabemos exactamente el tamaño de Havona, pero sí sabemos que Orvonton (nuestro superuniverso) tiene cerca de medio millón de años luz de diámetro. Sin contar Havona, podríamos estimar que el gran universo tiene cerca de un millón de años luz de diámetro.
Muy pronto vamos a encontrarnos algunos tamaños mucho más grandes que el del gran universo. Esto significa que tendremos que simbolizar estas dimensiones espaciales si vamos a desarrollar alguna idea sobre ellas. Supongamos que simbolizamos el tamaño del gran universo comparándolo con una pelota de tenis. Entonces podemos compararlo con el primer nivel espacial si asemejamos la pelota de tenis a una espaciosa sala de estar. Esto significa que el primer nivel del espacio exterior es mucho más grande que toda la creación organizada y habitada actualmente.
Hemos simbolizado el tamaño comparativo del gran universo y el primer nivel del espacio exterior. ¿Cuál es la comparación de tamaños entre el primer y el segundo nivel de espacio? Esto puede expresarse comparando la sala de estar con un bloque de viviendas bastante grande. Primero, pensemos en este bloque de viviendas como un cubo, y después en la sala de estar como si estuviera suspendida en el centro de ese cubo. Ahora pensemos cómo encaja el primer nivel de espacio dentro del segundo nivel de espacio. Estas comparaciones deberían ayudarnos a desarrollar una idea de los enormes incrementos de tamaño de los niveles de espacio a medida que nos dirigimos hacia fuera.
¿Y el tercer nivel de espacio? ¿Cuál es su tamaño? Bueno, en la escala que hemos estado usando, estaría simbolizada por una ciudad bastante grande -o, más bien, por el cubo de una ciudad grande -. Pensemos en un cubo de 50 Km. por 50 Km. de base y 50 Km. de alto. Este cubo nos da el tamaño relativo del tercer nivel de espacio.
El cuarto nivel de espacio es, de lejos, el más grande de todos. Si el diámetro de nuestra luna fuera la mitad, entonces la Luna serviría como un símbolo ideal del tamaño de este último nivel espacial (La Luna tiene unos 3.400 Km. de diámetro, y el símbolo para el cuarto nivel de espacio debería ser de unos 5.000 Km.) De todas formas, usaremos la Luna como símbolo.
Ahora, para tener una idea real del incremento del tamaño (a medida que nos dirigimos hacia fuera desde el gran universo hasta los bordes del universo maestro), comencemos con la pelota de tenis. Dejémosla flotar en el centro de una espaciosa sala de estar, suspendamos la sala de estar en el centro de un gran bloque de viviendas (el bloque que hemos representado como un cubo); representemos el bloque de viviendas cúbico flotando en el centro de una ciudad cúbica (el cubo de 50 Km. de lado); y volvamos y pensemos en la pelota de tenis, que simboliza el tamaño del gran universo, las creaciones actualmente organizadas y habitadas que comprenden Havona más los siete superuniversos, con sus 700.000 universos locales y siete billones de mundos habitados.
Piensen en la pelota de tenis, y luego en la Luna.
Tenemos menos información sobre la masa física probable del universo maestro de la que tenemos sobre su tamaño en el espacio. Pero sí sabemos que la masa física del espacio exterior es mucho mayor que todo lo conocido en el gran universo.
Nos informan de que hay al menos 70.000 agregados de materia en el espacio exterior, y cada uno de ellos ya es más grande que un superuniverso. En otro pasaje de los Documentos se nos dice que nuestros astrónomos pronto podrán ver 375 millones de nuevas galaxias en el espacio exterior. Si estas dos afirmaciones se refieren o no a las mismas creaciones físicas, no lo sabemos. Pero creemos que sí, y que todas estas grandes masas están en el primer nivel de espacio.
Sabemos también que la mayor parte del poder de atracción de la gravedad del Paraíso se absorbe al ejercer el control sobre estas creaciones del espacio exterior. Estos universos del futuro están justo empezando; van a seguir creciendo durante mucho tiempo.
Lo poco que sabemos sobre la materialización física de los universos exteriores parece apoyar la idea de que las creaciones del espacio exterior son mucho mayores en tamaño y en masa que el gran universo.
Los cálculos de la duración de las eras universales nos llevan a números que nos incomodan por lo enormes que son. Normalmente contamos el tiempo en años. Esto puede hacerse difícil, tan difícil como sería imaginarse las distancias astronómicas en kilómetros en lugar de años luz. Supongamos que ideamos una unidad apropiada para medir el tiempo (del mismo modo que se emplea el año-luz para medir la distancia), una unidad que tome mucho tiempo. Podríamos tomar la era de la nebulosa de Andronover (un billón de años) como esa unidad de tiempo. Entonces podríamos expresar la duración estimada de las eras universales en términos de «Unidades de Tiempo de Andronover». Incluso podríamos abreviar la unidad como UTA.
En términos de UTA, las eras universales pueden calcularse como los siguientes lapsos de tiempo:
Al seleccionar la «Unidad de Tiempo de Andronover» (cerca de un billón de años) estamos seleccionando el mayor lapso de tiempo mencionado en los Documentos: la era de Andronover, la nebulosa de la que nació nuestro sol. Los números de la tabla simplemente nos dicen el número de veces que estas eras serán mayores que la era de Andronover.
Hemos calculado que es posible que la Segunda Era del Universo, la era actual, se haya completado en sus tres cuartas partes. Aún así, queda todavía una cuarta parte de la era actual; eso es más de 10.000 UTA, más de 10.000 billones de años. ¡Nos queda mucho tiempo para llegar al Paraíso!
(Para una referencia general a los Documentos, y para el razonamiento y las matemáticas que apoyan los hallazgos presentados en este documento, vean el Apéndice XVI., Magnitudes físicas del universo maestro; and Apéndice XVII., Magnitudes temporales del universo maestro.)