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Véase la nota preliminar en p. 433.
PROTESTA DE UNA VIUDA CONTRA LA OBLIGACIÓN DE CASARSE NUEVAMENTE Y SU APELACIÓN A SU MADRE Y AL CIELO.
Se dice que esta pieza fue realizada por Kung Kiang, viuda de Kung-po, hijo del marqués Hsî de Wei (855-814 a. C.). Tras la muerte prematura de Kung-po, sus padres (que debieron ser el marqués de Khî y su esposa, o alguna de las damas de su harén) quisieron obligarla a un segundo matrimonio, contra lo cual ella protesta. La oda se conservó, sin duda, como ejemplo de lo que los chinos siempre han considerado una gran virtud: la negativa de una viuda a casarse de nuevo.
Flota, esa barca de madera de ciprés, allí en medio del Ho [^600]. Con sus dos mechones de pelo cayendo sobre su frente [^601], era mi compañero; y juro que hasta la muerte no tendré otro. Oh, madre, oh, cielos [^602], ¿por qué no me entienden?
Flota, esa barca de madera de ciprés, allá junto al río Ho. Con sus dos mechones de pelo cayéndole sobre la frente, era mi único; y juro que hasta la muerte no haré nada malo. Oh, madre, oh, cielo, ¿por qué no me entiendes?
CONTRASTE ENTRE LA BELLEZA Y EL ESPLENDOR DE HSÜAN K IANG Y SU CRUELDAD.
Hsüan Kiang fue una princesa de Khî, quien, hacia finales del siglo VII a. C., se casó con el marqués de Wei, conocido como el duque Hsüan. Era hermosa y desdichada, pero se cuentan varios detalles sobre ella que indican las más flagrantes inmoralidades que prevalecían en la corte de Wei.
¡Qué rica y espléndida es su túnica con figura de faisán [^603]! Su cabello negro, en mechones como nubes, no se deja llevar por postizos. Sus orejeras son de jade, su peineta es de marfil, y su frente alta, tan blanca. ¡Parece una visitante del cielo! Parece una diosa [^604].
CELEBRANDO LOS ELOGIOS DEL DUQUE WĂN; SU DILIGENCIA, PREVISIÓN, USO DE LA ADIVINACIÓN Y OTRAS CUALIDADES.
El estado de Wei quedó en ruinas tras la irrupción de algunas hordas del norte en el año 660 a. C., y casi desapareció de entre los estados de Kâu. Bajo el marqués Wei, conocido históricamente como el duque Wăn, su fortuna resurgió, convirtiéndose en una especie de segundo fundador del estado.
Cuando Ting culminó (al anochecer) [^605], comenzó a construir el palacio en Khû [^606], determinando sus aspectos mediante el sol. Construyó el palacio en Khû. Plantó a su alrededor avellanos y castaños: el Î, el Thung, el Ȝze y el árbol del barniz. Estos, al ser talados, podrían proporcionar materiales para laúdes.
Subió por esos viejos muros y desde allí inspeccionó el sitio de Khû. Inspeccionó Khû y Thang [^607], con sus altas colinas y elevaciones circundantes. Descendió y examinó las moreras. Luego adivinó por el caparazón de tortuga y obtuvo una respuesta favorable [^608]; y así el resultado ha sido verdaderamente bueno.
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