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[Las referencias entre corchetes corresponden a las páginas de la edición árabe de El Cairo. {Están escritas en la forma [p. 3], para evitar confusiones con los indicadores de notas al pie.—jbh}]
EL NICHO PARA LUCES
(Mishkat al-Anwar)
¡Alabado sea Dios! Quien derrama la luz y da la vista y, desde la altura de Sus misterios, quita los velos de la noche!
Y Oración por MUHAMMED! de todas las luces la Luz; Padre de los que hacen lo correcto; Amado del Soberano de Poder; Evangelista de los perdonados a su vista; a Él consagrado por completo; al pecador y al infiel el Brazo que sabe luchar y sonreír!
Me has pedido, querido hermano, y que Alá decrete para ti la búsqueda de la mayor felicidad del hombre, te haga candidato para el Ascenso a la más alta altura, unja tu visión con la luz de la Realidad y purgue tus partes internas de todo lo que no es lo Real. Me has pedido, digo, que te comunique los misterios de las Luces Divinas, junto con las alusiones detrás del significado literal de ciertos textos del Corán y ciertos dichos de las Tradiciones.
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Y principalmente este texto[1]:—
“Allâh es la Luz de los Cielos y de la Tierra. La semejanza de Su Luz es como un nicho en el que hay una Lámpara: la Lámpara dentro de un Cristal: el Cristal como una Estrella nacarada. De un Árbol bendito es iluminada, un Olivo que no es del Este ni del Oeste, cuyo Aceite era casi luminoso aunque el Fuego no lo tocara: ¡Luz sobre Luz!
«Pero en cuanto a los infieles, sus acciones son como una masa de tinieblas sobre un mar insondable, que está inundado de olas coronadas por nubes: oscuridad sobre oscuridad amontonada, de modo que cuando un hombre extiende su mano casi no puede verla. Sí, el hombre a quien Alá no le hace brillar, no tiene luz alguna.»
¿Cuál es el significado de su comparación de la LUZ con el Nicho, y el Vidrio, y la Lámpara, y el Aceite, y el Árbol?
Y esta Tradición
“Allâh tiene Setenta mil velos de [p. 77]
Luz y Oscuridad: si Él retirara su cortina, entonces los esplendores de Su Aspecto[2] seguramente consumirían a todo aquel que lo captara con su vista.”
Tal es tu petición. Pero al hacerla has intentado escalar una ardua ascensión, tan alta que ni siquiera los ojos mortales pueden medir su altura [p. 3]. Has llamado a una puerta cerrada que sólo se abre a los que saben y «están establecidos en el conocimiento». [3] Además, no todos los misterios deben ser descubiertos o aclarados, pero…
«Los corazones nobles sellan los misterios como la tumba.»
O, como uno de los que saben ha dicho—
«Divulgar el secreto de la Divinidad es negar a Dios.»
O, como dijo el Profeta—
“Hay un conocimiento como la forma de un oculto
cosa, conocida por nadie excepto aquellos que conocen a Dios”.
Si, pues, éstos hablan de ese secreto, sólo los Hijos de la Ignorancia los contradecirán. Y por muchos que sean estos Ignorantes, los [p. 78] Misterios deben mantenerse inviolados de la mirada de los pecadores.
Pero creo que la Luz ha abierto vuestro corazón y vuestra conciencia ha sido purificada de la oscuridad de la Ignorancia. Por lo tanto, no seré tan tacaño como para negaros la dirección hacia estas gloriosas verdades en toda su fineza y toda su divinidad; porque el mal que se comete al privar a la Sabiduría de sus Hijos no es menor que el de cederla a quienes son Extraños para ella. Como dice el poeta:
“El que otorga el conocimiento a los necios lo pierde,
Y el que le niega el mérito comete un error.”
Sin embargo, debéis contentaros con una explicación muy resumida del tema; pues la demostración completa de mi tema exigiría un tratamiento tanto de sus principios como de sus partes, para lo cual mi tiempo es insuficiente en la actualidad, y para lo cual ni mi mente ni mis energías están libres. Las llaves de todos los corazones están en manos de Alá: Él los abre cuando quiere, como quiere y con lo [p. 79] que quiere. Por ahora, entonces, bastará con abriros tres capítulos o partes, de los cuales el primero es el que sigue a continuación.