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CAPÍTULO XV., Versículo 29.—Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: “En verdad, estoy creando un mortal a partir de arcilla crujiente de barro negro labrada en forma;
(30) «Y cuando lo haya formado y haya soplado en él de mi espíritu, entonces postraos delante de él, adorando.»
Y los ángeles adoraron a todos juntos, excepto a Iblis, que se negó a estar entre los que adoraban.
Dijo: «¡Oh Iblis! ¿Qué te pasa que no estás entre los que adoran?»
Dijo él: «No adoraría a un mortal a quien Tú has creado a partir de arcilla crujiente de barro negro forjado en forma».
Dijo: «Entonces, sal de allí, y, en verdad, ¡serás apedreado! (35) Y, en verdad, la maldición está sobre ti hasta el día del juicio».
Dijo: «¡Oh, mi Señor! Concédeme un respiro hasta el día en que ellos resucitarán». Dijo: «Entonces, en verdad, tú eres de los que reciben un respiro hasta el día del tiempo señalado».
Dijo: «¡Oh, mi Señor! Por haberme seducido, haré que les parezca bien en la tierra y los seduciré a todos juntos, (40) salvo a [p. 54] aquellos de Tus siervos que sean sinceros». Dijo: «Éste es un camino recto contra Mí. En verdad, no tienes autoridad sobre mis siervos, salvo sobre aquellos que te siguen de entre los seducidos; y, en verdad, ¡el Infierno está prometido para todos ellos juntos!»