1. La entrada del Santuario [^579] medía veinte codos de alto y diez de ancho. Tenía cuatro puertas: dos interiores y dos exteriores, como se dice: «Dos puertas al templo y al lugar santo». [^580] Las puertas exteriores se abrían hacia la entrada, cubriendo el grosor del muro, y las interiores hacia el Santuario, cubriendo el espacio tras las puertas, pues toda la casa estaba revestida de oro, excepto detrás de las puertas. Rabí Judah dijo: «Estaban en el centro de la entrada, y como un pivote, se plegaban tras ellas dos codos y medio; y esos dos codos y medio, medio codo y una jamba de un lado, y medio codo y una jamba del otro». Se dice, «dos puertas a dos puertas plegables, dos hojas a una puerta y dos hojas a la otra». [^581]
2. La gran puerta tenía dos portillos, uno al norte y otro al sur. Por el del sur nadie entraba jamás. Y al respecto, Ezequiel declaró, como está escrito: «El Señor me dijo: Esta puerta estará cerrada, no se abrirá, y nadie entrará por ella; porque el Señor, Dios de Israel, ha entrado por ella; por lo tanto, estará cerrada». [^582] El sacerdote tomó la llave, abrió el portillo y entró en la pequeña cámara, y de esta al Santuario. Rabí Judah dijo: «Entró en el espesor del muro, hasta encontrarse entre las dos puertas, y abrió las puertas exteriores desde dentro y las interiores desde fuera».
3. Y había treinta y ocho cámaras pequeñas: quince al norte, quince al sur y ocho al oeste. Las del norte y del sur estaban colocadas cinco sobre cinco, y cinco sobre ellas; y en el oeste, tres sobre tres, y dos sobre ellas. Cada una tenía tres puertas: una para la cámara pequeña de la derecha, otra para la cámara pequeña de la izquierda y otra para la cámara pequeña que estaba sobre ella. Y en la esquina noreste había cinco puertas: una para la cámara pequeña de la derecha, otra para la cámara pequeña que estaba sobre ella, otra para la galería, otra para el portillo y otra para el Santuario.
4. La fila inferior medía cinco codos, el techo seis codos, la fila central seis codos, el techo siete codos, y la superior siete codos, como se dice: «La cámara inferior medía cinco codos de ancho, la central seis codos de ancho, y la tercera siete codos de ancho». [^583]
5. Una galería ascendía desde la esquina noreste hasta la suroeste. Por ella subían a los tejados de las pequeñas cámaras. Uno subía a la galería mirando hacia el oeste. Así avanzaba por el lado norte hasta llegar al oeste. Al llegar al oeste, giraba hacia el sur, recorriendo el lado oeste hasta llegar al sur. Al llegar al sur, mirando hacia el este, recorría el lado sur hasta llegar a la puerta del piso superior, pues esta se abría al sur. En la puerta del piso superior había dos vigas de cedro. Por ellas subían al tejado del piso superior, y en su cima, unas barandillas separaban el Santo del Santo de los Santos. Y en el ático, unas trampillas daban al Santo de los Santos. Por medio de ellos bajaron a los obreros en cajas, para que no deleitaran sus ojos en el Lugar Santísimo.
6. El Santuario tenía un cuadrado de cien codos, y su altura era de cien. Los cimientos eran de seis codos, la altura del muro de cuarenta codos, la hilada de un codo, el canal de lluvia de dos codos, las vigas de un codo y el revoco de un codo. La altura del piso superior era de cuarenta codos, la hilada de un codo, el canal de lluvia de dos codos, las vigas de un codo, el revoco de un codo, la almena de tres codos y el espantapájaros de un codo. Rabí Judah dijo: «El espantapájaros no se contabilizó en la medición; pero la almena medía cuatro codos».
7. De este a oeste había cien codos; el muro del pórtico, cinco; el pórtico, once; el muro del Santuario, seis; el interior, cuarenta; el espacio de separación (entre los velos), uno; y el Lugar Santísimo, veinte codos. El muro del Santuario, seis; la cámara pequeña, seis; y el muro de la cámara pequeña, cinco. De norte a sur, había setenta codos. El muro de la galería, cinco; la galería, tres; el muro de la cámara pequeña, cinco; la cámara pequeña, seis; el muro del Santuario, seis; su interior, veinte; el muro del Santuario, seis; la cámara pequeña, seis; el muro de la cámara pequeña, cinco; el lugar para la bajada del agua, tres; y el muro, cinco codos. El pórtico se extendía quince codos al norte y quince al sur; y este espacio [ p. 265 ] se llamaba «la casa de los instrumentos de matanza», porque allí se depositaban los cuchillos. El Santuario era angosto por detrás y ancho por delante, y parecía un león, como se dice: «¡Oh, Ariel!, la ciudad donde habitó David, [1] así como un león es angosto por detrás y ancho por delante, así también el Santuario es angosto por detrás y ancho por delante».
Nuestra Belleza sea contigo, Puerta del Santuario.
262:2 Los rabinos dicen que «el mundo es como un ojo. El océano es la parte blanca del ojo. La pupila es Jerusalén. Y la imagen en la pupila es el Santuario». ↩︎