Cuando Israel iba a acampar, la columna de nube se alzó y se extendió sobre los hijos de Judá como una especie de tienda, cubriendo la tienda por fuera y llenando el tabernáculo por dentro; como se dice: «Entonces una nube cubrió la tienda de reunión, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo». [^812] Y esa fue una de las nubes de gloria que sirvieron a los israelitas en el desierto durante cuarenta años. Una a la derecha, otra a la izquierda, una delante y otra detrás. Y uno sobre ellos, y una nube que moraba en medio de ellos, y la nube, la Shejiná que estaba en el tabernáculo, y la columna de nube que se movía delante de ellos, bajando delante de ellos los lugares altos, y haciendo alto delante de ellos los lugares bajos, y matando serpientes y escorpiones, y quemando espinos y cardos, y guiándolos por camino recto. El rabino Simón, hijo de José, dijo: «Durante los cuarenta años que los israelitas estuvieron en el desierto, ninguno necesitó la luz del sol de día ni la de la luna de noche. Cuando se tornaba rojiza, sabían que el sol se había puesto, y cuando se tornaba blanquecina, sabían que había salido. Y al mirar dentro de un barril, sabían lo que contenía; y al mirar dentro de un cántaro, sabían lo que contenía, por la nube, la Shejiná en medio de ellos», como se dice: «Porque la nube del Señor estaba sobre el tabernáculo de día, y fuego sobre él de noche, a la vista de toda la casa de Israel durante todo su viaje». [^813] Y así está previsto para el futuro: como se dice: «Levántate, resplandece; porque ha llegado tu luz, y la gloria del Señor ha amanecido sobre ti». «El sol ya no será tu luz de día, ni la luna te alumbrará con su resplandor; sino que el Señor será tu luz eterna.» «Tu sol nunca más se pondrá, ni tu luna se retirará; porque el Señor será tu luz eterna, y los días de tu luto habrán terminado.» [^814] «¿De dónde habló la Shejiná con Moisés?» «Rabí Natán dijo: “Del altar del incienso», como está escrito: “Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, etc.
DONDE ME ENCONTRARÉ CONTIGO.” [^815]
Rabí Simón, hijo de Yojai, dijo: «Junto al altar del incienso», como está dicho: «Y molerás un poco de él muy fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión,
DONDE ME ENCONTRARÉ CONTIGO.” [^816]
Los discípulos de Rabí Ismael dijeron: «junto al altar del holocausto», como está escrito: “Este será un holocausto continuo por vuestras generaciones a la puerta del tabernáculo de reunión, delante del Señor,
DONDE TE ENCONTRARÉ.” [^817]