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1. La cuarta pregunta es la que planteas: ¿Qué opinión existe sobre esta destrucción (zad) y el terror que nos azotan constantemente debido a la retribución [1] de este período, y que son causa de los demás males y defectos de la buena religión? ¿Hay una buena opinión de nosotros entre los espíritus?
2. La respuesta es esta: en la revelación de los adoradores de Mazda se dice que los impedimentos (râs-bandîh), por los cuales hay vejación en la rectitud, se deben a que su doctrina es esta: que, con respecto a la dificultad, ansiedad e incomodidad que ocurren a través de las buenas obras puestas en marcha, no es deseable considerarlas _como mucha dificultad, problema e incomodidad. 3. Mientras que no es deseable considerarlas _como ansiedad y dificultad, se declara entonces por ello [2] que, como recompensa, tanto consuelo y placer vendrá al alma, que nadie debe pensar en esa dificultad e incomodidad que le sobrevino a través de tantas buenas obras, porque es firme en mantener la buena religión y expresa acciones de gracias (va stâyedŏ). 4. Y en cuanto a la incomodidad [3] que nuestra buena religión ha experimentado, proviene de sus oponentes. [ p. 23 ] 5. Mediante la llegada de la religión, gozamos plenamente (barâ gûkârêm), y gracias a ella, a diferencia de los esclavos (abûrdŏgânvâr), no nos volvemos inconstantes entre los ángeles; nuestra vida espiritual (ahvôîh) de alabanza llega entonces lista, y gracias a los ángeles hay gozosa salutación, vida espiritual y gloria para el alma.
(22:1) Se lee pâdasân, pero con una ligera alteración M14 y J tienen pâdakhshahân, «monarcas», lo cual es igualmente adecuado. ↩︎
(22:2) Por revelación. ↩︎
(22:3) M14 y J tienen «y por lo tanto permanece seguro de que sus buenas obras están en la declaración (mâdîgânŏ) de buenas obras, y en cuanto a todo ese terror, ansiedad (vayâdŏ) e incomodidad,» etc. ↩︎