1. El trigésimo sexto tema es este: es estrictamente obligatorio para la humanidad, tanto para el hombre [1] como para la mujer, realizar la ceremonia del Bareshnûm [2], ya que la humanidad se alimenta de materia menstrual en el vientre materno. 2. Por esa razón, es necesario realizar el Bareshnûm una vez, para purificarse de esa contaminación. 3. Porque si uno llega a los quince años y no realiza el Bareshnûm, cualquier cosa que toque disminuirá su gloria y pureza; y no es [ p. 297 ] apropiado tocar un pastel sagrado ni ninguna cosa lavada con ceremonia.
4. En el Apocalipsis se dice que si alguien que no ha realizado el Bareshnûm muere, los demonios lo hacen [3] como si fuera un cadáver guardado durante un mes en la estación cálida. 5. Y, cuando el alma llega a la cabecera del puente del Rey Invadido, los arcángeles y ángeles se quejan del hedor de esa alma y no pueden hacer cuentas. 6. Permanece en el puente del Rey Invadido y no puede pasar; experimenta mucho arrepentimiento y no obtiene ningún beneficio de ello.
7. Si alguien necesita realizar el Bareshnum de la cabeza, y puede hacerlo, pero no lo hace, si realiza la ablución ceremonial de la cabeza mil veces, esta no se purifica de esa contaminación [4], que es la contaminación de Nasrust [5], que está entre las venas y los tendones, y la carne y los huesos; no se purifica mediante ninguna otra cosa excepto mediante el líquido consagrado por la fórmula religiosa [6].
8. Y en cuanto a la persona que realiza el Bareshnûm por la humanidad [7], es necesario que sea un hombre, un amigo del alma, un orador veraz y un abstemio, porque mediante la castidad y la modestia (mastûrî) se vuelve empleado. 9. Si se difunde públicamente una queja de alguna perfidia en él [8], en esa desgracia (malâmat) es necesario que los sumos sacerdotes [ p. 298 ] deberían dislocarle las articulaciones una por una, y es requisito que lo den como pasto para los perros. 10. Para que con esta acción puedan hacer que el hombre observe con mayor castidad y continente, para que este resultado ('hâʓil) del pecado no ocurra.
(296:6) B29 omite «sobre el hombre». ↩︎
(296:7) Una tediosa ceremonia de purificación que dura nueve noches (véase SBE, vol. XVIII, págs. 437-453). Su nombre es Av. (acc.) bareshnûm, «parte superior de la cabeza», la primera parte del cuerpo que se lava. ↩︎
(297:1) B29 tiene «hace su alma». ↩︎
(297:2) Lp omite «contaminación». ↩︎
(297:3) Véase Cap. XXXV, 2. B29 tiene «eso es desecho corporal (hî»har) y contaminación’. ↩︎
(297:4) Es decir, la orina de toro, el líquido que se utiliza primero, en estado consagrado, para rociar el cuerpo en la purificación del Bareshnum. Compárese con el cap. LXXVII, 9, 10. ↩︎
(297:5) Es decir, el sacerdote purificador. ↩︎
(297:6) B29 tiene «sale públicamente». ↩︎