1. El septuagésimo quinto punto es que, cuando se desee abastecer de agua a cualquier terreno cultivado, primero es necesario [ p. 339 ] inspeccionar cada curso y canal [1] del agua para determinar si contiene materia muerta; y, después, inspeccionar el agua de la misma manera. 2. Si se encuentran en medio de la inundación, cuando el agua se encuentre en su terreno cultivado y se observe materia muerta, si es posible evitarla, se la evita, y si es posible desviarla, se la desvía. 3. Y si el agua llega con materia muerta sin que se den cuenta, no es pecado. 4. Pero si no se realiza ninguna inspección del arroyo y de la tierra cultivada, y el agua llega con materia muerta, esas personas están contaminadas y es necesario realizar la ceremonia de Bareshnûm [2] con respecto a sus cabezas.