1. El septuagésimo sexto tema es este: cuando una mujer da a luz, es necesario que no se lave la cabeza durante veintiún días, ni vuelva a tocar nada, ni camine sobre la azotea de una casa, ni ponga el pie en el umbral de su vivienda. 2. Y después de los veintiún días, si se ve en tal estado que puede lavarse la cabeza, se la lava. 3. Y, después de eso, hasta que llegue el cuadragésimo día, es necesario que se abstenga de la proximidad del fuego y de cualquier cosa que sea de madera [1] o barro; también es necesario que se abstenga de todo lo relacionado con la cocina y la cocción de ollas [2]. 4. Después, cuando se cumplan cuarenta días, ella es [ p. 340 ] lavarse la cabeza, y es apropiado que ella haga todo tipo de trabajo.
5. Hasta que transcurran unos segundos [3] cuarenta días no es apropiado que su marido se acerque a ella, porque es un gran pecado, y es posible que ella pueda quedar embarazada una segunda vez, ya que en un período de cuarenta días las mujeres quedan embarazadas muy rápidamente [4].
6. Y si después de los primeros cuarenta días se ve impura, a menos que sepa con certeza que proviene del infante, es necesario considerar si está menstruando.