1. El octogésimo sexto tema es que no es apropiado matar a un castor [1]; pero, si lo ven en cualquier lugar, es necesario recogerlo y llevarlo a un arroyo. 2. Pues, en el comentario del Vendîdâd, se clasifica [2] como un gran pecado para el asesino [3]; y, en cuanto a quien mata a un castor, la fuente de su semilla se agota.