Sûdkar Nask.
1. El decimocuarto fargard, Ad-fravakhshyâ [1], trata sobre la [ p. 198 ] de Aûharmazd que le muestra a Zaratûst la terrible condición del alma de Keresâsp [2]; la consternación de Zaratûst debido a esa terrible condición; el triste discurso de Keresâsp respecto a la matanza de multitudes, por la cual la humanidad lo ensalza, por lo cual se produjo la abstención del pecado; y el reconocimiento de él por el creador, Aûharmazd, como golpeando su fuego. 2. La súplica de Keresâsp por la mejor existencia de. Aûharmazd por aquellas hazañas cuando la serpiente Srôbar [3] fue asesinada por él, y la violencia de ese adversario; cuando Gandarep [4] con los talones dorados fue herido por él, y la maravilla de ese demonio; cuando la progenie Veskŏ [5] que eran descendientes de Nîvîk y Dâstânîk fueron asesinados por él, y el grave daño y desastre debido a ellos; y cuando el poderoso viento [6] fue apaciguado por él, y traído de vuelta de dañar al mundo a beneficiar a las criaturas; y por lo que sucede cuando debido al confinamiento [7], Dahâk se vuelve ansioso, se apresura a la [ p. 199 ] destrucción del mundo, e intenta (girâyêdŏ) la aniquilación de las criaturas; cuando él (_Keres_âsp) se despierta para golpearlo, y para domar a ese poderoso demonio para el mundo y las criaturas.
3. La enemistad del fuego hacia Keresâsp, por la angustia que le ocasionó y el mantenerlo alejado [8] [del cielo;. también la amistad de Gôs-aûrvan [9] por él, por la prosperidad que le ocasionó y la protección que le dio] del infierno. 4. La petición de Zaratûst al fuego para que tuviera compasión de lo que se debía al pecado de Keresâsp; la conformidad (hangâftanŏ) del fuego con esa petición, y la partida del alma de Keresâsp a la existencia eternamente estacionaria [10].
5. De la justicia perfecta es la excelencia.
(197:5) Las dos primeras palabras del tercer hâ del segundo Gâtha (Yas. XLV, 1), escritas aquí como ad-fravakhshê (B) y como ad-fravakhshâ p. 198 (K) en pahlavi. Este capítulo ya se ha traducido en SBE, vol. XVIII, págs. 370-372. ↩︎
(198:1) Véase el libro. VIII, cap. XIII, 12; SBE, vol. xviii, págs. 369-382. ↩︎
(198:2) Véase el libro. VIII, cap. XXXV, 13. ↩︎
(198:3) Av. Gandarewa de Yt. V, 38, XV, 28, XIX, 41; el «demonio acuático» de Mkh. XXVII, 50. ↩︎
(198:4) Se lee hûn Veskŏ, los Av. hunavô Vaêskaya de Yt. V, 54, 57, quienes eran enemigos del guerrero Tusa; pero los hunavô de Nivika y de los Dâstayâni fueron asesinados por Keresâspa (véase Yt. XIX, 41). También es posible leer khûnŏ-dâkŏ, «productor de sangre». ↩︎
(198:5) Cuando se convierte en un demonio de la tormenta, el vatô-daêva de Vend. X, 14, en lugar de ser el ángel del viento útil. ↩︎
(198:6) En el volcán, Monte Dimâvand, donde fue confinado por Frêdûn en tiempos antiguos, y de donde se espera que se libere en el futuro (ver Bd. XII, 31, XXIX, 9; Byt. III, 55-61). ↩︎
(199:1) Las palabras entre paréntesis aparecen solo en K; su significado, sin embargo, se da en el Pahlavi Rivâyat que acompaña a Dd. y se cita en SBE, vol. xviii, pp. 379, 380. La enemistad del fuego hacia Keresâsp se debía a que se había extinguido (cuando se encendió sobre la serpiente Srôbar) al volcar el caldero de Keresâsp, como se describe en Yas. IX, 11, y Yt. XIX, 40. ↩︎
(199:2) Av. geus urva, «el alma del buey», el espíritu que se apartó del buey primigenio cuando el espíritu maligno lo atacó; se supone que es la protectora celestial de todos los animales, y también se la llama Drvâspa (véase Yt. IX, 1; Bd. III, 24, 18, IV, 2-5; Sls. XXII, 14). ↩︎
(199:3) Una localidad intermedia entre el cielo y el infierno, donde las almas de aquellos cuyos pecados y buenas obras se equilibran exactamente, permanecen en un estado pasivo e inamovible hasta la resurrección (ver Sls. VI, 2; Mkh. VII, 18, XII, 14; Dd. XX, 3). ↩︎