Beneficio Nask.
1. El tercer fargard, YêNhê-hâtãm [1], trata sobre [ p. 176 ] la formación de la humanidad mediante un crecimiento lento, y, cuando viven cincuenta [2] años, su lenta conversión en polvo; la llegada de la muerte incluso para quien vive muy placenteramente, en lo que respecta a la humanidad, en el clímax (barînŏ) de su vida; y la felicidad de la existencia mundana se otorga solo a los dignos, debido a su amor por la rectitud; los demás son ignorados [3]. 2. Y también esto: quien es producido por los demonios, o está procediendo a la [ p. 177 ] demonios, o ha cometido falsedad, es la persona opulenta que no da nada a un suplicante digno.
3. La justicia es la excelencia perfecta.
(175:3) Esta tercera fórmula se recita principalmente al final de la mayoría de los hâs en el Yasna, y consta de quince palabras del Avesta, como sigue:
Uno que ha llegado al fin del mundo, uno que ha fallecido,
mazdau ahurô vaêthâ, ashâd hakâ,
yaunghãmkâ, tãskâ tauskâ yazamaidê.
Esto puede traducirse de la siguiente manera: «Por lo tanto, Ahuramazda conocía mejor a cualquier varón de las existencias, a través de la rectitud en la adoración, y a cualquier mujer, tanto a esos varones como a esas mujeres, a quienes reverenciamos».
La versión Pahlavi lo explica de la siguiente manera:—«Quienquiera de los existentes esté en adoración con respecto a un buen ser [es decir, celebrará una ceremonia para ese buen ser que es Aûharmazd el señor], Aûharmazd es consciente de ello, debido al acompañamiento de la rectitud [y estando familiarizado con la recompensa y el deber de lo que sea, respectivamente, el deber y las buenas obras que alguien haya realizado, él los concede_]. Reverencio a los de la asamblea, hombres y mujeres [los arcángeles; porque los hombres de ellos son buenos, y las mujeres de ellos_].»
El traductor Pahlavi evidentemente leyó vanghô en la primera línea del texto, como está impreso arriba, y no en la segunda, como en el manuscrito actual. ↩︎
(176:1) Así en K, pero B tiene «setenta». El texto parece aludir al comienzo de la vejez, de la cual se mencionan tres grados en el Avesta (Vend. III, 19, 20): el hanô, el zaururô y el pairistâkhshudrô. La versión Pahlavi define la edad de cada grado, pero las cifras dadas están corruptas en los manuscritos existentes. El Far. Oîm, p. 5, ll. 9, 10, da cincuenta años como la edad del zarmân (Av. zaururô), setenta años como la del hân (Av. hanô), y noventa años como la del pâdîrânŏ-shûsar (Av. pairistâkhshudrô); Pero es dudoso que esta disposición de las edades sea compatible con el orden diferente de estos epítetos en el Avesta, aunque muestra que se consideraba que la vejez comenzaba a los cincuenta años. ↩︎
(176:2) Según K se lee sakî-aîtŏ, aunque la palabra también puede leerse segî-aîtŏ, «están arruinados»; en B puede leerse gadâîgî-aîtŏ, «están empobrecidos». ↩︎