Varstmânsar Nask.
1. El vigésimo tercer fargard, Airyaman [1], es la súplica del Aviador [2]:—'Ese es el más grande, te digo, ¡oh Spîtâmân! de los dichos puros de todo tipo, en tanta tradición avéstica, este es el mejor, porque es emitido por quien es un muy eminente productor (madam-kârtar) de dichos de todo tipo. 2. ¿Qué súplica del Aîrmân deberían recitar quienes son beneficiosos [3], y el beneficiado [^4], a través de su recitación en voz alta, ¡oh Spîtâmân! se vuelve predominante. 3. El espíritu maligno, que es herético (dûsdênŏ), ¡oh Zaratûst! Con sus propias criaturas, ¡oh Spîtâmân!, se entierra en la tierra; el espíritu maligno se encuentra entre los que se entierran en la tierra —los demonios—, donde su forma corporal (kâlpudŏ) queda completamente [ p. 303 ] destrozada. 4. Y los muertos son envueltos por él; con su ayuda, devuelven la vida al cuerpo, y la vida corpórea que poseen entonces es tal que no mueren.
5. Es perfecta es la excelencia de la justicia; es la excelencia perfecta eso es la justicia.