Bakŏ Nask.
1. El decimonoveno fargard, Kad-môi-urvâ [1], es que la naturaleza ovejuna (pâhîh) [2] se le enseña a quien [ p. 377 ] es oveja (gôspend), precisamente por esta razón, porque la oveja sigue estando entre ovejas (pâh-ik dên). 2. Esto también: que quien alimenta a las ovejas alimenta (srayinîdŏ) [3] a través de ellas; precisamente por esta razón, porque la nutrición de la humanidad proviene de las ovejas, y la de las ovejas, del pasto. 3. Esto también, que la oveja del presente estado mundano se le explica a aquel que es una oveja (pâh) para Zaratûst, es decir, tiene a Zaratûst como sumo sacerdote; incluso por esta razón, porque todavía una oveja (pâh-ik) es una oveja.
4. Esto también, que la fuerza en la virtud se incrementa y enseña por quien produce alegría [4] mediante la búsqueda del desarrollo gradual, de modo que haga aquello que le da alegría, es decir, haga aquello que se convierte en su alegría duradera; incluso por esta razón, porque el aumento de la fuerza surge más particularmente del placer, el placer que uno va alcanzando gradualmente (dêr-padâî). 5. Esto también, que por quien proporciona el ceremonial de los seres sagrados, la alegría [4:1] debida a los seres sagrados se conecta entonces con la suya propia; incluso por esta razón, porque ocurre la llegada de los seres sagrados a ella.
6. Esto también, que la sabiduría [5] de Zaratûst es enseñada y mostrada por quien reflexiona en la religión de Zaratûst. 7. Esto también, que la lengua [5:1] es instruida (farhângînîdŏ) en el habla por quien se vuelve discriminador mediante la sabiduría. 8. Y esto también, que la preparación [6] se enseña a quienes se benefician de Zaratûst, o a quienes son de la religión; incluso por esta razón, porque, debido a [ p. 378 ] esa acción, disposición y atracción que ahora son suyas, preparan a la humanidad para la religión de Zaratûst. 9. Esto también, que quienquiera que enseñe el camino virtuoso a otros, estos se convierten en suyos a través del conocimiento de ser instruidos; incluso por esta razón, porque a través de la iluminación de ese camino, ellos ven y actúan, y por ello son instruidos.
10. Esto también, que la reverencia [7] a los arcángeles la realiza quien los alaba. 11. Esto también, que la ayuda es recibida [8] de los seres sagrados por quien otorga al suplicante aquello que le es querido, porque él mismo es digno de su ayuda, y, al serlo, la recibe; y el suplicante es quien no suplica por su boca, sino por su mérito, y lo que es querido es lo bueno en él.
12. Esto, también, que su ser dentro del día hasta el amanecer (val aûsh) [9] es enseñado por aquel —es decir, lo haría como una señal (dakhshakŏ) [9:1]— que está en reverencia, para que pueda no descuide hasta otro día el deber y las buenas obras que le es requerido realizar durante el día; incluso por esta razón, porque para causar la preservación del amanecer de la incompatibilidad degradada (hêr hanbêshîh) de los deberes, es exaltado por él sobre los deberes. 13. Esto, también, que la atención plena es enseñada entre las existencias [10] por aquel cuyo pensamiento entre las existencias es que él realizará aquello que es posible para permanecer bueno en el mundo, como la provisión de buena soberanía, la ortodoxia, la [ p. 379 ] ley del uso virtuoso, y otras, a través de las cuales surgen la morada, la preparación y la vida de la humanidad en el mundo, y la apropiación de cualquier atención completa de ese ejecutante es la exaltación que le corresponde por esa gran actuación.
14. Es la justicia que es la excelencia perfecta.
(376:4) Véase Cap. XX, 1 n; aquí está escrito kad-môk-ravŏ en Pahlavi. ↩︎
(376:5) Véase Pahl. Yas. XLIX, 1 b. La distinción que se hace en el texto pahlavi, aquí y en el § 3, al usar el término escritural pâh y la palabra general gôspend para las ovejas, tal vez podría imitarse en español usando la palabra «flock» para pâh, pero esto no expresaría el significado con exactitud. ↩︎
(377:1) Véase Pahl. Sí. XLIX, 1 b. ↩︎
(377:4) Ibíd. 6 d. ↩︎
(378:1) Véase Pahl. Sí. XLIX, 7b. ↩︎
(378:2) Ibíd. 7 d. ↩︎
(378:4) Ibíd. 11 c. ↩︎