Hace 10 millones de años, durante la última gran migración global, los osos de Asia ingresaron a América del Norte a través de puentes terrestres, mientras otras especies se desplazaban entre continentes. Más tarde, durante el período glacial hace 100,000 años, los osos demostraron una notable capacidad de adaptación al seguir los avances y retrocesos de los glaciares. Junto a especies como los renos y los mamuts, soportaron condiciones extremas, consolidándose como uno de los mamíferos más resistentes de la época. [1]