Hace 65 millones de años, durante un período de gran evolución vegetal, surgieron por primera vez las hayas (árboles que forman los hayedos), como parte del dominio de las angiospermas. Estos árboles, junto con abedules, robles y otros, marcaron una era transformadora en la historia de las plantas. Los árboles con semillas, como las hayas, fueron cruciales para el mundo vegetal, comparables en importancia al papel evolutivo de los primeros ancestros humanos en el reino animal. La haya, como parte de esta expansión global de plantas con flores, se convirtió en una de las especies clave de los bosques modernos. [1]