El cansancio físico puede inducir un estado místico. [1]
El engreimiento, no la importancia del trabajo, agota a las criaturas inmaduras; el elemento yo es el que agota, y no el esfuerzo por alcanzar los objetivos. [2]
Los directores de la reversión en Jerusem se dedican a la tarea de ayudar a sus compañeros a conseguir cambiar de pensamiento y descansar la mente, pues estas actitudes son muy útiles para recuperar las energías agotadas. [3]