Oraciones helenísticas sinagogales — Oración 10 | Índice | Oraciones helenísticas sinagogales — Oración 12 |
1 (8) Oh Dios Todopoderoso, eterno,
Maestro de todo el universo,
Creador y Presidente de todo,
2 el que mostró al hombre como un (micro)cosmos del cosmos a través de Cristo
3 y quien le dio una ley implantada y escrita,
para que pueda vivir legítimamente como un ser racional,
4 y habiendo pecado, le diste tu bondad, en prenda para llevarlo al arrepentimiento;
5 mira a los que a ti han doblado el cuello de su alma y de su cuerpo, porque
6 No desea la muerte del pecador, sino su arrepentimiento,
¡para que pueda volverse de su camino de maldad y vivir!
7 (9) (Tú eres) el que aceptó el arrepentimiento de los ninivitas;
8 el que desea que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad;
9 el que aceptó al hijo que había consumido los ahorros de su vida con sueltos
con sentimientos paternales a causa de su arrepentimiento.
10 También ahora recibe tú mismo de tus suplicantes su cambio de opinión;
porque no hay nadie que no peque contra ti.
11 Porque, si tú, Señor. Deberíamos vigilar de cerca la anarquía, Señor, ¿quién podría mantenerse firme?
¡Porque contigo está el medio para quitar el pecado!