© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
«Una ley inexorable e impersonal que es equivalente a la función de una providencia cósmica, opera a través de todo el tiempo y el espacio y respecto a toda realidad cualquiera sea su naturaleza. La misericordia caracteriza la actitud del amor de Dios por el individuo; la imparcialidad motiva la actitud de Dios hacia la totalidad. La voluntad de Dios no prevalece necesariamente en la parte —el corazón de una personalidad determinada— pero su voluntad realmente gobierna la totalidad, el universo de los universos.» LU 12:7.1
Proposición. Dios ama a cada criatura, pero individualiza su amor de manera única para cada persona.
«Dios ama a cada individuo como hijo individual de la familia celeste. Sin embargo Dios así ama a todos los individuos; no tiene preferidos, y la universalidad de su amor produce una relación de totalidad, la fraternidad universal…
«El amor del Padre individualiza absolutamente cada personalidad como un hijo único del Padre Universal, un hijo sin duplicado en el infinito, una criatura volitiva irremplazable en toda la eternidad.» LU 12:7.8
Proposición. El amor, no la presión, estimula el crecimiento.
«El crecimiento espiritual emana desde el interior del alma en evolución. La presión puede deformar la personalidad, pero no estimula jamás el crecimiento. Aún la presión educativa es útil únicamente en forma negativa, en cuanto ayuda a prevenir experiencias desastrosas. El crecimiento espiritual es más grande cuando todas las presiones externas son mínimas. «Donde está el espíritu del Señor, allí hay libertad». El hombre se desarrolla mejor cuando las presiones del hogar, de la comunidad, la iglesia y el estado son menores. Pero esto no se debe interpretar como significando que no haya cabida en la sociedad progresiva para el hogar, las instituciones sociales, la iglesia y el estado.» LU 103:5.11
«Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.» Hch 10:34,35
«Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.» 2 Cor 3:17
«El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.» 1 Jn 4:8
Proposición. Todos somos parte de un vasto y eterno propósito del universo.
«Existe un gran y glorioso propósito en la marcha de los universos a través del espacio. Todas vuestras luchas mortales no son en vano. Todos nosotros somos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca, y es la vastedad de esa empresa la que convierte en imposible poder ver mucho de ello en un determinado tiempo y durante una vida cualquiera. Todos formamos parte de un proyecto eterno que los Dioses están supervisando y efectuando. Majestuosamente la totalidad del mecanismo universal sigue su marcha a través del espacio al compás de la música del pensamiento infinito y el propósito eterno de la Primera Gran Fuente y Centro.» LU 32:5.1
Proposición. El plan extenso e ilimitado de Dios abarca a todas sus criaturas.
«Hay en la mente de Dios un plan que involucra a cada criatura de todos sus vastos dominios, y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso sin límites, y una vida sin fin. ¡Y los tesoros infinitos de esa carrera tan inigualable son vuestros con solo luchar!» LU 32:5.7
Proposición. La existencia mortal no es sino un vínculo del plan espiritual superior.
«El propósito eterno del Dios eterno es un ideal altamente espiritual. Los acontecimientos del tiempo y las luchas de la existencia material no son otra cosa que el andamio transitorio que tiende un puente hacia el otro lado, hacia la tierra prometida de la realidad espiritual y la existencia celestial. Por supuesto que, vosotros mortales halláis difícil de captar la idea de un propósito eterno; vosotros sois virtualmente incapaces de comprender el pensamiento de la eternidad, algo que no tiene ni comienzo ni fin. Todo lo que os resulta familiar tiene un final.» LU 32:5.2
Proposición. Todos los que entran en la carrera por la perfección eterna tienen asegurada la victoria.
«¡El objetivo de la eternidad os aguarda! ¡La aventura del logro de la divinidad se encuentra frente a vosotros! ¡La carrera por la perfección está en marcha! Quienquiera lo desee puede correr, y la victoria certera coronará los esfuerzos de cada ser humano que participe en la carrera de la fe y la esperanza, dependiendo a cada paso de la dirección del Ajustador residente y de la guía de ese buen espíritu del Hijo del Universo, que generosamente ha sido derramado sobre toda la carne.» LU 32:5.8
Proposición. Al sobrevivir a las pruebas del tiempo, damos un paso espiritual en la eternidad.
«A mí me parece más adecuado, para el propósito de dar una explicación a la mente de los mortales, concebir la eternidad como un ciclo y el propósito eterno como un círculo interminable, un ciclo de eternidad de alguna manera sincronizado con los ciclos materiales transitorios del tiempo. En cuanto a los sectores de tiempo que están conectados con el ciclo de la eternidad y forman parte del mismo, nos vemos obligados a reconocer que tales épocas temporarias nacen, viven y mueren precisamente como nacen, viven y mueren los seres temporales. La mayoría de los seres humanos muere porque, habiendo fracasado en alcanzar el nivel espiritual de la fusión con el Ajustador, la metamorfosis de la muerte constituye el único procedimiento posible a través del cual pueden escapar de las cadenas del tiempo y de las ataduras de la creación material, pudiendo así marchar al ritmo espiritual de la procesión progresiva de la eternidad. Habiendo sobrevivido a la prueba de la vida temporal y existencia material, pasa a ser posible para vosotros continuar en contacto con la eternidad, aún ser parte de ella, orbitando para siempre con los mundos del espacio alrededor del círculo de las edades eternas.» LU 32:5.4
«Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.» Ef 3:11
«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.» Ro 8:28
Proposición. El plan del Padre de ascensión mortal evolutiva fue acordado con el Hijo Eterno.
«El plan de logro progresivo. Éste es el plan de ascensión evolutiva, proyectado por el Padre Universal, un programa aceptado sin reservas por el Hijo Eterno cuando convino con el propósito del Padre: «Hagamos a las criaturas mortales a nuestra propia imagen». Esta disposición para el mejoramiento de las criaturas del tiempo incluye la dádiva del Padre de los Ajustadores del Pensamiento y el otorgamiento de las prerrogativas de la personalidad a las criaturas materiales…» LU 7:4.4
Proposición. Las criaturas intelligentes pueden amar a Dios y elegir alcanzar el Paraíso y encontrar a Dios.
«La marcha incesante y expansiva de las fuerzas creadoras Paradisiacas a través del espacio parece presagiar el dominio en constante ampliación de la atracción gravitacionaria del Padre Universal y la multiplicación sin fin de los distintos tipos de criaturas inteligentes que son capaces de amar a Dios y ser amadas por él y que, al volverse así conocedoras de Dios, pueden elegir ser como él, pueden elegir alcanzar el Paraíso y encontrar a Dios.»LU 56:9.13
Proposición. El plan del logro de la perfección es actualmente una de las ocupaciones principales de los superuniversos.
«El asombroso plan de perfeccionar a los mortales evolutivos y, una vez que alcanzan el Paraíso y los Cuerpos de la Finalidad, el proporcionar capacitación ulterior para alguna tarea futura no revelada, parece ser, al actualmente, una de las ocupaciones principales de los siete superuniversos y sus muchas subdivisiones; pero este proyecto ascensional para la espiritualización y capacitación de los mortales del tiempo y del espacio no es en modo alguno la ocupación exclusiva de las inteligencias del universo.» LU 4:0.3
Proposición. La incertidumbre con seguridad es la esencia de la aventura al Paraíso.
«La incertidumbre con seguridad es la esencia de la aventura al Paraíso —incertidumbre en el tiempo y en la mente, incertidumbre en cuanto a los acontecimientos del ascenso progresivo al Paraíso; seguridad en el espíritu y en la eternidad, seguridad en la confianza no cualificada del hijo criatura en la compasión divina y el infinito amor del Padre Universal; incertidumbre como ciudadano inexperto del universo; seguridad como hijo ascendente en las estancias del universo de un Padre todopoderoso, omnisapiente y omniamante.» LU 111:7.1
###TEXTOS DE LA BIBLIA
«Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree…» Gn 1:26
«Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.» Mt 5:48
Proposición. El otorgamiento encarnado de los Hijos Paradisíacos a las razas mortales es el proyecto del Hijo Eterno.
«El plan del autootorgamiento. El plan universal subsiguiente es la gran empresa del Hijo Eterno y sus Hijos coordinados de revelar al Padre. Ésta es la propuesta del Hijo Eterno y consiste en su otorgamiento de los Hijos de Dios a las creaciones evolutivas; allí se personalizan y actualizan, para encarnar y hacer real el amor del Padre y la misericordia del Hijo para con las criaturas de todos los universos. Inherente al plan de autootorgamiento, y como rasgo provisional de esta ministración de amor, los Hijos Paradisiacos actúan como rehabilitadores de aquello que la voluntad desviada de las criaturas ha puesto en peligro espiritual.» LU 7:4.5
Proposición. El logro de la meta paradisíaca de la perfección quedó ensalzada con el otorgamiento de Miguel.
«Vosotros como mortales podéis ahora reconocer vuestro lugar en la familia de filiación divina y comenzar a sentir la obligación de aprovecharos de las ventajas tan libremente proveídas por el plan del Paraíso de supervivencia mortal, tal plan ha sido tan grandemente enaltecido e iluminado por la experiencia de vida de un Hijo autootorgador. Todas las facilidades y todos los poderes han sido provistos para asegurar vuestro logro último del objetivo paradisiaco de perfección divina.» LU 40:10.14
«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.» Lc 19:10
Proposición. Cuando se proclamaron el plan del logro y de otorgamiento, el Espíritu Infinito promulgó su plan de ministerio de la misericordia.
«El plan del ministerio de la misericordia. Una vez que fueron formulados y proclamados el plan de logro y el plan de autootorgamiento, el Espíritu Infinito, solo y de sí mismo, proyectó y puso en marcha la empresa extraordinaria y universal del ministerio de la misericordia. Éste es el servicio tan esencial para la operación práctica y eficaz tanto de las empresas de logro como del autootorgamiento, y todas las personalidades espirituales de la Tercera Fuente y Centro comparten el espíritu del ministerio de la misericordia, que es tanto parte de la naturaleza de la Tercera Persona de la Deidad. El Espíritu Infinito funciona verdadera y literalmente como el ejecutivo asociado del Padre y el Hijo, no sólo en la creación, sino también en la administración.» LU 7:4.6
Proposición. El Espíritu Infinito ministra para el Padre y el Hijo y también en su propio nombre.
«El Creador Conjunto es verdadera y eternamente la gran personalidad ministradora, el ministro de la misericordia universal. Para comprender el ministerio del Espíritu, ponderad la verdad de que él es el retrato combinado del amor infinito del Padre y la eterna misericordia del Hijo. Sin embargo, el ministerio del Espíritu no está restringido solamente a la representación del Hijo Eterno y del Padre Universal. El Espíritu Infinito posee también el poder de ministrar a las criaturas del reino en su propio nombre y derecho; la Tercera Persona es de dignidad divina y otorga también en su propio nombre el ministerio universal de la misericordia.» LU 8:4.7
«Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.» Ro 8:26
Proposición. En caso de rebelión o de demora del plan del logro, los Hijos Paradisíacos actúan como rescatadores.
«En cualquier momento o lugar donde ocurra un retraso en el funcionamiento del plan de logro, si una rebelión, por ejemplo, afecta o complica esta empresa, entonces las disposiciones de emergencia del plan de autootorgamiento entran en vigencia inmediatamente. Los Hijos Paradisiacos se han comprometido a actuar como rescatadores, están listos para penetrar en los dominios mismos de la rebelión y restaurar el estado espiritual de las esferas. Y este servicio heroico fue el que realizó en Urantia un Hijo Creador coordinado, en relación con su carrera de autootorgamiento experiencial para adquirir la soberanía.»LU 7:4.5
Proposición. Los Creadores son los primeros que intentan salvar al hombre de los resultados de la transgresión.
«Los Creadores son los primeros que intentan salvar al hombre de los desastrosos resultados de su tonta transgresión de las leyes divinas. El amor de Dios es por naturaleza un afecto paternal; por consiguiente a veces «nos disciplina por nuestro propio bien, para que podamos ser partícipes de su santidad». Incluso durante vuestras pruebas más duras, recordad que «en todas nuestras aflicciones él se aflige con nosotros».» LU 2:5.3
«Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.» Heb 12:10
«Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.» 1 P 1:5
Proposición. La filiación con Dios es inherente al amor divino; no depende de los otorgamientos de los Hijos Paradisíacos.
«Todo lo que el Hijo del Hombre dijo o hizo en la tierra embelleció grandemente las doctrinas de la filiación con Dios y de la hermandad de los hombres, pero estas relaciones esenciales de Dios y de los hombres son inherentes en los hechos universales del amor de Dios por sus criaturas y de la misericordia innata de sus Hijos divinos. Estas relaciones conmovedoras y divinamente hermosas entre el hombre y su Hacedor en este mundo y en todos los otros a lo largo y a lo ancho del universo de los universos, han existido desde la eternidad; y no son en sentido alguno dependientes de esas actuaciones periódicas de autootorgamiento de los Hijos Creadores de Dios, quienes así toman la naturaleza y semejanza de las inteligencias creadas por ellos, como parte del precio que deben pagar para adquirir finalmente la soberanía ilimitada de sus respectivos universos locales.» LU 186:5.5
Proposición. Hay cinco razones fundamentales por las que los mortales de Urantia tienen derecho a considerarse hijos de Dios.
«1. Vosotros sois hijos de la promesa espiritual, hijos de fe; vosotros habéis aceptado el estado de filiación. Creéis en la realidad de vuestra filiación, y por lo tanto vuestra filiación con Dios se torna eternamente real.
«2. Un Hijo Creador de Dios se ha vuelto uno de vosotros; es vuestro hermano mayor de hecho; y si en espíritu os volvéis hermanos verdaderamente emparentados con Cristo, el victorioso Micael, entonces en espíritu también debéis ser hijos de ese Padre que vosotros tenéis en común, aun el Padre Universal de todos.
«3. Sois hijos porque el espíritu de un Hijo ha sido derramado sobre vosotros, ha sido libre y certeramente otorgado a todas las razas urantianas. Este espíritu por siempre os atrae hacia el Hijo divino, que es la fuente, y hacia el Padre Paradisiaco, que es la fuente de ese Hijo divino.
«4. Por su divino libre albedrío, el Padre Universal os ha otorgado vuestra personalidad de criatura. Habéis sido dotados con una medida de esa espontaneidad divina de acción de libre albedrío que Dios comparte con todos aquellos que pueden volverse sus hijos.
«5. Dentro de vosotros mora un fragmento del Padre Universal, y por lo tanto vosotros estáis emparentados con el Padre divino de todos los Hijos de Dios.» LU 40:6.4
«Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.» Ro 8:14
«De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.» Jn 3:3
«De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es.» 2 Cor 5:17
«Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.» 2 Cor 5:17
Proposición. La preordenación de los límites o el conocimiento previo de la elección de la voluntad de ninguna manera anula la volición finita.
«La función de la voluntad del Creador y de la voluntad de la criatura, en el gran universo, opera dentro de los límites y de acuerdo con las posibilidades establecidas por los Arquitectos Maestros. Esta preordenación de estos límites máximos no limita, sin embargo, en lo más mínimo la soberanía de la voluntad de la criatura dentro de estas fronteras. Tampoco constituye el preconocimiento último —con la plena libertad de toda elección finita— una abrogación de la volición finita. Un ser humano maduro y con visión podría tal vez pronosticar en forma más precisa la decisión de un asociado más joven, pero este preconocimiento no quita nada de la libertad y autenticidad de la decisión misma. Los Dioses han sabiamente limitado la gama de acción de la voluntad inmadura, pero ésta es sin embargo voluntad auténtica dentro de estos límites definidos.» LU 118:7.1
Proposición. La providencia es la función de la Trinidad que motiva la marcha cósmica a través del tiempo, hacia las metas de la eternidad.
«La providencia es la marcha segura y certera de las galaxias del espacio y de las personalidades del tiempo hacia las metas de la eternidad, primero en el Supremo, luego en el Último y tal vez en el Absoluto. Y en la infinidad creemos que existe la misma providencia y que ésta es la voluntad, las acciones, el propósito de la Trinidad del Paraíso que motiva así el panorama cósmico de universos tras universos.» LU 118:10.23
Proposición. Algunas de las circunstancias fortuitas de la vida pueden deberse a la presencia emergente del Ser Supremo.
«Algunas de las condiciones sorprendentemente fortuitas que ocasionalmente prevalecen en los mundos evolucionarios pueden ser debidas a la presencia en gradual emergencia del Supremo, la anticipación de sus actividades universales futuras. La mayor parte de lo que un mortal llamaría providencial no lo es; su juicio en estos asuntos está muy dificultado por la falta de visión perspicaz en los verdaderos significados de las circunstancias de la vida.» LU 118:10.9
Proposición. Un destino aparentemente cruel puede ser el fuego templador que está transmutando el hierro blando de la personalidad inmadura en el acero duro del verdadero carácter.
«Mucho de lo que un mortal llamaría buena suerte puede ser en realidad mala suerte; la sonrisa de la fortuna, que dona tiempo libre no ganado y riqueza no merecida puede ser la mayor de las aflicciones humanas; la crueldad aparente del hado perverso que acumula tribulaciones sobre un mortal sufriente puede ser en realidad un fuego templador que está transmutando el hierro blando de la personalidad inmadura en el acero duro del verdadero carácter.»LU 118:10.9
Proposición. La providencia del supercontrol de la Supremacía se vuelve cada vez más evidente a medida que el universo progresa en el logro de los destinos finitos.
«El amor del Padre actúa directamente en el corazón del individuo, independientemente de las acciones o reacciones de todos los demás individuos; la relación es personal —hombre y Dios. La presencia impersonal de la Deidad (el Supremo Todopoderoso y la Trinidad del Paraíso) manifiesta respeto por el todo y no por la parte. La providencia del supercontrol de la Supremacía se vuelve cada vez más aparente a medida que las sucesivas partes del universo progresan en el logro de los destinos finitos. A medida que los sistemas, constelaciones, universos y superuniversos se establecen en luz y vida, el Supremo emerge cada vez más como correlativo significativo de todo lo que ocurre, mientras que el Último emerge gradualmente como unificador trascendental de todas las cosas.» LU 118:10.11
Proposición. Dios ama al individuo; la providencia actúa con respecto al todo.
«Dios ama a cada criatura como a un hijo, y ese amor acompaña a cada criatura a lo largo de todo el tiempo y de la eternidad. La providencia funciona respecto al total y trata de la función de cualquier criatura en cuanto tal función esté relacionada con el total. La intervención providencial respecto de un ser específico es indicativa de la importancia de la función de ese ser en cuanto al crecimiento evolucionario de algún total; dicho total puede ser la raza total, la nación total, el planeta total o aun un total más elevado. Es la importancia de la función de la criatura la que ocasiona la intervención providencial, no la importancia de la criatura como persona.» LU 118:10.5
Proposición. Dios puede en cualquier momento interponer una mano paterna en la corriente de los acontecimientos cósmicos.
«Sin embargo, el Padre como persona puede en cualquier momento interponer una mano paterna en la corriente de los acontecimientos cósmicos, todo de acuerdo con la voluntad de Dios y en consonancia con la sabiduría de Dios y motivado por el amor de Dios.» LU 118:10.6
Proposición. La providencia no es infantil, arbitraria o material. De acuerdo con la ley cósmica, la providencia trabaja para el honor de Dios y el bienestar de sus hijos.
«Por muchas épocas los habitantes de Urantia han interpretado erróneamente la providencia de Dios. Hay una providencia divina trabajando en vuestro mundo, pero no se trata del ministerio infantil, arbitrario y material que muchos mortales han concebido. La providencia de Dios consiste en las actividades entrelazadas de los seres celestiales y de los espíritus divinos que, de acuerdo con las leyes cósmicas, laboran incesantemente por el honor de Dios y para el desarrollo espiritual de sus hijos en el universo.» LU 4:1.1
Proposición. La providencia es siempre coherente con la naturaleza inmutable del Legislador supremo.
«La providencia está siempre de acuerdo con la naturaleza inmutable y perfecta del supremo Legislador.» LU 4:1.2
Proposición. La providencia es el supercontrol parcial del Supremo incompleto y por tanto debe ser siempre parcial e imprevisible.
«La providencia es en parte el supercontrol del Supremo incompleto manifestada en los universos incompletos, y por lo tanto por siempre debe ser:
«1. Parcial—debido a la condición incompleta de la actualización del Ser Supremo;
«2. Imprevisible—debido a las fluctuaciones de la actitud de la criatura, que por siempre varía de un nivel a otro, causando así aparentemente una respuesta variable recíproca en el Supremo.» LU 118:10.20
Proposición. Los Dioses tienen atributos, pero la Trinidad tiene funciones. La providencia es una función del supercontrol distinto del personal del universo de universos.
«Los Dioses tienen atributos pero la Trinidad tiene funciones, y como la Trinidad, la providencia es una función, el compuesto del supercontrol distinto de personal del universo de los universos, que se extiende de los niveles evolucionarios del Séptuple, sintetizándose en poder del Todopoderoso hasta los dominios trascendentales de la Ultimidad de la Deidad.» LU 118:10.4
Proposición. Los creyentes deben confiar en Dios como Jesús confiaba en Dios, y creer en los hombres como él creía en los hombres.
«No debe ser objetivo de los creyentes del mundo imitar literalmente la vida exterior de Jesús en la carne, sino más bien compartir su fe; confiar en Dios como él confió en Dios y creer en los hombres como él creyó en ellos. Jesús nunca discutió la paternidad de Dios ni la hermandad de los hombres; él fue una ilustración viviente de lo uno y una profunda demostración de lo otro.» LU 196:1.5
Proposición. Jesús quiere que creas con él, más que en él; no solo creer lo que él creía, sino también como él creía.
«Jesús no requiere que sus discípulos crean en él sino más bien que crean con él, que crean en la realidad del amor de Dios y acepten con plena confianza la certeza de la seguridad de la filiación con el Padre celestial. El Maestro desea que todos sus seguidores compartan plenamente su fe trascendental. Jesús desafió en forma enternecedora a sus seguidores, no sólo a que creyeran lo que él creía, sino también a que creyeran como creía él. Éste es el significado pleno de su requisito supremo: «sígueme».» LU 196:0.13
Proposición. La resurrección dispensacional de Urantia de los mortales durmientes se asoció a la resurrección morontial de Jesús.
«El circuito de los arcángeles operó entonces por primera vez desde Urantia. Gabriel y las huestes de arcángeles se trasladaron al sitio de la polaridad espiritual del planeta; y cuando Gabriel dio la señal, se transmitió su voz al primero de los mundos de estancia del sistema diciendo: «Por mandato de Micael, ¡dejad que se levanten los muertos de una dispensación de Urantia!» Entonces, todos los sobrevivientes de las razas humanas de Urantia que habían caído en el sueño desde los días de Adán, y que aún no habían sido juzgados, aparecieron en las salas de resurrección del grupo de mundos de estancia, prontos para la investidura morontial. En un instante de tiempo, los serafines y sus asociados se prepararon para partir hacia los mundos de estancia. Ordinariamente estos guardianes seráficos, anteriormente asignados a la custodia de grupo de estos mortales sobrevivientes, habrían estado presentes, en el momento del despertar, en las salas de resurrección del grupo de mundos de estancia, pero en este momento se encontraban en este mundo mismo porque la presencia de Gabriel era necesaria aquí en relación con la resurrección morontial de Jesús.» LU 189:3.2
Proposición. Los urantianos siguen creyendo en dioses de ira y cólera (los dioses de las religiones primitivas).
«El pueblo de Urantia sigue padeciendo la influencia de los conceptos primitivos de Dios. Los dioses desencadenados en la tormenta; que hacen temblar la tierra en su cólera, y destruyen a los hombres en su ira; que manifiestan su descontento con carestías e inundaciones —éstos son los dioses de la religión primitiva; no son los Dioses que viven y rigen los universos.» LU 4:5.3
Proposición. La idea bárbara de apaciguar a un Dios iracundo mediante el derramamiento de sangre representa una religión pueril y primitiva.
«La idea bárbara de apaciguar a un Dios airado, de propiciar a un Señor ofendido, de ganar el favor de la Deidad mediante sacrificios y penitencias e incluso por el derramamiento de sangre, representa una religión completamente pueril y primitiva, una filosofía indigna de una época esclarecida de ciencia y verdad. Tales creencias son absolutamente repulsivas a los seres celestiales y a los mandatarios divinos que sirven y reinan en los universos. Es una afrenta a Dios creer, sostener o enseñar que debe derramarse sangre inocente a fin de ganar su favor o conjurar la ficticia ira divina.» LU 4:5.4
Proposición. El concepto de expiación está enraizado en el egoísmo. Jesús enseñó servicio, no sacrificio.
«Este concepto de expiación y salvación a base de sacrificios está arraigado y anclado en el egoísmo. Jesús enseñó que el servicio al prójimo es el concepto más alto de la hermandad de los creyentes espirituales. La salvación debe darse por sentado por los que creen en la paternidad de Dios. La mayor preocupación del creyente no debe ser el deseo egoísta de la salvación personal sino más bien el impulso altruista al amor, y por lo tanto al servicio del prójimo así como Jesús amó y sirvió a los hombres mortales.» LU 188:4.9
Proposición. La idea del rescate y la expiación es puramente filosófica; la salvación humana es real.
«Toda esta idea del rescate de la expiación coloca la salvación en un plano de irrealidad; tal concepto es puramente filosófico. La salvación humana es real; está basada en dos realidades que pueden ser captadas por la fe de la criatura e incorporarse de esa manera a la experiencia humana de cada individuo: el hecho de la paternidad de Dios y su verdad correlacionada, la hermandad del hombre. Es verdad, después de todo, que se os «perdonarán vuestras deudas, aun como vosotros perdonáis a vuestros deudores».» LU 188:4.13
Proposición. Según Pablo, Cristo es el sacrificio definitivo; el Juez divino está ahora plenamente satisfecho para siempre.
«Pablo comenzó a construir un nuevo culto cristiano basado en «la sangre del pacto eterno». Aunque tal vez complicara innecesariamente al cristianismo con enseñanzas de sangre y sacrificio, puso fin de una vez por todas a las doctrinas de la redención mediante sacrificios humanos o animales. Sus compromisos teológicos indican que aun la revelación debe someterse al control gradual de la evolución. Según Pablo, Cristo fue el último sacrificio humano y el que colmó la medida; el Juez divino ya está plena y eternamente satisfecho.»LU 89:9.3
Proposición. La doctrina de la expiación es un asalto filosófico a la unidad y a la volición de Dios.
«La suposición errónea de que la rectitud de Dios era irreconciliable con el amor altruista del Padre celestial, presuponía una falta de unidad en la naturaleza de la Deidad y condujo directamente a la elaboración de la doctrina de la expiación, que es un asalto filosófico a la unidad y al libre albedrío de Dios.» LU 2:6.5
Proposición. Dios no es una personalidad dividida (una para la justicia y otra para la misericordia). Dios como padre trasciende a Dios como juez.
«El amoroso Padre celestial, cuyo espíritu mora en sus hijos de la tierra, no es una personalidad dividida —una de justicia y otra de misericordia— ni tampoco se necesita de un mediador para asegurar el favor del Padre o su perdón. La rectitud divina no está dominada por una estricta justicia retributiva; Dios el padre trasciende a Dios el juez.» LU 2:6.6
Proposición. Un Hijo Creador no se otorgó a la humanidad para apaciguar a un Dios airado. Vino para revelar el amor de Dios y exaltar la filiación con Dios.
«El Hijo Creador no se encarnó en semejanza de carne mortal ni se autootorgó para la humanidad de Urantia para reconciliar a un Dios airado, sino más bien para que la humanidad entera reconociera el amor del Padre y comprendiera su filiación de Dios. Después de todo, aun el gran abogado de la doctrina de la expiación se dio cuenta de parte de esta verdad, pues declaró que «Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo».» LU 98:7.1
Proposición. Jesús no murió como sacrificio por los pecados, para expiar la culpa innata de la raza humana. La culpa es una cuestión de pecado personal.
«Jesús no está a punto de morir como sacrificio por el pecado. El no expía la culpa moral innata de la raza humana. La humanidad no tiene tal culpa racial ante Dios. La culpa es puramente una cuestión de pecado personal y rebeldía deliberada y de sabiendas contra la voluntad del Padre y la administración de sus Hijos.» LU 186:5.7
Proposición. La salvación de los mortales Urantia hubiera sido igual de segura si Jesús no hubiese sido puesto a muerte por las manos crueles de mortales ignorantes. La filiación con Dios no se ha visto afectada por ello de ninguna manera.
«La salvación de Dios para los mortales de Urantia habría sido igualmente eficaz y perfectamente certera si Jesús no hubiese sido puesto a muerte por las manos crueles de mortales ignorantes. Si los mortales de la tierra hubieran recibido favorablemente al Maestro y si él hubiera partido de Urantia por abandono voluntario de su vida en la carne, el hecho del amor de Dios y de la misericordia del Hijo —el hecho de la filiación con Dios— de ninguna manera habría sido afectado. Vosotros los mortales sois hijos de Dios, y sólo una cosa se requiere para que esta verdad se vuelva un hecho en vuestra experiencia personal, y ésa es: vuestra fe nacida del espíritu.» LU 186:5.9
Proposición. Jesús eliminó todos los ceremoniales de sacrificio y expiación. Dios se convierte en un Padre amoroso para sus hijos e hijas mortales.
«Jesús eliminó todos los ceremoniales de sacrificio y expiación. Destruyó la base para toda esta culpa ficticia y sentido de aislamiento en el universo al declarar que el hombre es hijo de Dios; la relación criatura-Creador se tornó así una relación hijopadre. Dios se vuelve el Padre amante para sus hijos e hijas mortales. Todas las ceremonias que no sean parte legítima de tal relación familiar íntima se eliminan para siempre.» LU 103:4.4
Proposición. Cristo no se ocupa de la innoble tarea de tratar de persuadir a su Padre indulgente a que ame a sus criaturas inferiores. El amor del Padre es tan real como la misericordia del Hijo.
«Este Hijo divino no se ocupa de la innoble tarea de tratar de persuadir a su Padre indulgente a que ame a sus criaturas inferiores y sea misericordioso con los seres descarriados temporales. ¡Cuán erróneo imaginar al Hijo Eterno apelando ante el Padre Universal para que sea misericordioso para con sus criaturas inferiores en los mundos materiales del espacio! Tales conceptos de Dios son groseros y grotescos. Más bien deberíais daros cuenta de que todas las ministraciones misericordiosas de los Hijos de Dios son una revelación directa del corazón de amor universal e infinita compasión del Padre. El amor del Padre es el origen real y eterno de la misericordia del Hijo.» LU 6:3.4
Proposición. La doctrina de la expiación estaba diseñada para hacer más aceptable el evangelio para los judíos (fracasó). Pero hizo menos aceptable el evangelio para las demás religiones.
«El esfuerzo por vincular las enseñanzas del evangelio directamente con la teología judía, como se ilustra en la doctrina cristiana del arrepentimiento —la enseñanza de que Jesús fue el Hijo que se sacrificó para satisfacer la rígida justicia del Padre y aplacar su ira divina. Estas enseñanzas se originaron en el bien intencionado esfuerzo por hacer que el evangelio del reino resultara más aceptable para los judíos incrédulos. Aunque no consiguieron atraer a los judíos, sí confundieron y alienaron a muchas almas honestas de todas las generaciones subsiguientes.» LU 149:2.3
«Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.» 2 Cor 5:19
Proposición. La ciencia busca identificar. La religión capta el todo. La filosofía unifica. La revelación afirma que el Infinito es el Dios de la salvación humana.
«La ciencia trata de identificar, analizar y clasificar las porciones segmentadas del cosmos ilimitado. La religión capta la idea del todo, el entero cosmos. La filosofía intenta la identificación de los segmentos materiales de la ciencia con el concepto de discernimiento espiritual del todo. Allí donde la filosofía fracasa en este intento, la revelación triunfa, afirmando que el círculo cósmico es universal, eterno, absoluto e infinito. Este cosmos del Infinito YO SOY es por lo tanto sin fin, sin límites, y lo comprende todo —sin tiempo, sin espacio e incualificado. Somos testigos de que el Infinito YO SOY es también el Padre de Micael de Nebadon y el Dios de la salvación humana.» LU 102:3.10
Proposición. Al embarcarte en el camino de la vida eterna, no temas las dudas y limitaciones de la naturaleza humana. En cada encrucijada, el Espíritu de la Verdad hablará: «Este es el camino».
«Habiendo comenzado el camino de la vida eterna, habiendo aceptado el deber y recibido tus órdenes de avanzar, no temas los peligros del olvido humano e inestabilidad mortal, no te preocupes por el temor al fracaso, o por la confusión que te deja perplejo, no vaciles ni interrogues tu estado y situación porque en las horas sombrías, en cada encrucijada de la lucha por progresar, el Espíritu de la Verdad siempre hablará, diciendo: «Éste es el camino».» LU 34:7.8
Proposición. Hemos comenzado el despliegue incesante de un panorama infinito de oportunidades que nunca acaban de aventura sin par y logro ilimitado.
«Vosotros los humanos habéis comenzado una progresión sin fin de panorama casi infinito, una expansión sin límites de esferas de oportunidad que nunca acaban, en constante ampliación para el servicio regocijante, la aventura sin par, la incertidumbre sublime y el logro ilimitado.» LU 108:6.8
Proposición. Cuando se acumulan las nubes allá arriba, deberías mirar por la fe más allá de las nieblas de la incertidumbre mortal al brillo claro del sol de la rectitud eterna en las alturas acogedoras de los mundos mansión de Satania.
«Cuando se acumulan las nubes allá arriba, vuestra fe debe aceptar el hecho de la presencia del Ajustador residente, y así deberíais poder contemplar más allá de las nieblas de la incertidumbre mortal el brillo claro del sol de la rectitud eterna en las alturas acogedoras de los mundos de estancia de Satania.» LU 108:6.8
Proposición. El mortal victorioso se atreve a desafiar cada episodio recurrente de debilidad humana con la declaración firme: «aunque yo no pueda hacer esto, en mí vive alguien que puede y que lo hará». Esa es «la victoria que sobrecoge al mundo, aun vuestra fe».
« La conciencia de una vida humana victoriosa en la tierra nace de esa fe de la criatura que se atreve a desafiar cada recurrente episodio de la existencia cuando se enfrenta con el pavoroso espectáculo de las limitaciones humanas, con la firme declaración: aunque yo no pueda hacer esto, en mí vive alguien que puede y que lo hará, una parte del Padre-Absoluto del universo de los universos. Y ésa es «la victoria que sobrecoge al mundo, aun vuestra fe».» LU 4:4.9
Proposición. El destino presente de los mortales supervivientes es el Cuerpo Paradisíaco de la Finalidad. En el futuro les aguardan tareas aun más sublimes.
«El destino presente conocido de los mortales sobrevivientes es el Cuerpo de los Finalistas del Paraíso; éste también es la meta del destino de todos aquellos Ajustadores del Pensamiento que se unen en eterna unión con sus compañeros mortales. En el presente, los finalistas del Paraíso trabajan en todo el gran universo en muchas empresas, pero todos conjeturamos que tendrán otras tareas aun más excelsas de cumplir en el futuro distante después de que los siete superuniversos se hayan establecido en luz y vida, y cuando el Dios finito haya finalmente emergido del misterio que rodea ahora a esta Deidad Suprema.» LU 112:7.15
«Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.» 1 Jn 5:4
Proposición. Comenzando por el séptimo circuito de Havona, los ascendentes avanzan de circuito en circuito hasta que logran el primero, desde el cual pasan hacia el Paraíso para residir allí y ser admitidos en el Cuerpo de la Finalidad.
«Cuando los seres inteligentes alcanzan por primera vez el universo central, son recibidos y hospedados en el mundo piloto del séptimo circuito de Havona. A medida que los recién llegados progresan espiritualmente y adquieren comprensión de la identidad del Espíritu Rector de su superuniverso, son transferidos al sexto círculo (es sobre este modelo en el universo central que se han designado los círculos de progreso de la mente humana). Una vez que los seres ascendentes han alcanzado una comprensión de la Supremacía y están por lo tanto preparados para la aventura de la Deidad, se trasladan al quinto circuito; y después del logro del Espíritu Infinito, son transferidos al cuarto. Después del logro del Hijo Eterno, se les traslada al tercero; y cuando han reconocido al Padre Universal, proceden al segundo circuito de mundos, donde se familiarizan más con las huestes del Paraíso. La llegada al primer circuito de Havona significa la aceptación de los candidatos del tiempo para el servicio del Paraíso. Indefinidamente, según la longitud y naturaleza de la ascensión de la criatura, permanecen en el círculo interior del logro espiritual progresivo. Desde este círculo interior, los peregrinos ascendentes proseguirán hacia adentro, hasta obtener la residencia en el Paraíso y la admisión en el Cuerpo de Finalistas.»LU 14:5.4
Proposición. En los siete circuitos de Havona, tu logro es intelectual, espiritual y experiencial. Hay tareas concretas para cada mundo.
«En los siete circuitos de Havona vuestro logro es intelectual, espiritual y experiencial. Existe una tarea definida que debe cumplirse en cada uno de los mundos de cada uno de estos circuitos…» LU 14:5.1
Proposición. Hay diferencias experienciales y de contraste entre los nativos de Havona y los ascendentes mortales.
«Las criaturas de Havona son naturalmente valientes, pero no son valerosas en el sentido humano. De modo innato son dulces y consideradas, difícilmente altruistas a la manera humana. Aguardan ellas un futuro agradable, no con la esperanza de la manera exquisita como confian los mortales en las esferas evolutivas inciertas. Tienen fe en la estabilidad del universo, pero son completamente ajenos a la fe salvadora por la cual el hombre mortal asciende desde su condición animal hasta las puertas del Paraíso. Aman la verdad, pero nada saben de sus cualidades redentoras para el alma. Son idealistas, pero así nacieron; son completamente ignorantes del éxtasis de llegar a serlo por una elección vivificante. Son leales, pero nunca han experimentado la emoción de la devoción sincera e inteligente al deber frente a la tentación del incumplimiento. Son altruistas, pero no ganaron esos niveles de experiencia mediante la magnífica conquista de un yo beligerante. Disfrutan del placer, pero no comprenden la dulzura del placer al huir de la pena potencial.»LU 3:5.17