Rebia, el hermano de Amarah, urde un nuevo complot para frustrar el matrimonio de Antar. Rebia emplea a una esclava para atraer a Abla al lago una noche, con el pretexto de su encuentro con Antar, cuando es raptada y ocultada en la tierra de Shiban. La esclava poco después descubre el inicuo asunto y Rebia se ve obligado a abandonar la tribu. Se dirige a Shiban, donde encuentra a Mooferrij, el amigo que estaba a cargo de Abla, aterrorizado por si Antar se enterara de su participación en la transacción. Deciden asesinar a Abla y enterrarla en las dunas, para no dejar rastro de ella. Un esclavo, [271] llamado Basharah, lleva a Abla al desierto y está a punto de asestarle un golpe fatal con su puñal, cuando de repente un hombre se abalanza sobre él, lo golpea con una daga entre los hombros y el asesino cae al suelo, bañado en sangre.
El que liberó a Abla fue Shiboob, que pasó por allí en su busca. Sin embargo, Basharah no murió, aunque resultó gravemente herido. Descubrió a los principales actores del complot asesino y, con el consentimiento de Shiboob, puso a Abla al cuidado de su propia madre, que vivía en un lugar lejano; y allí permaneció hasta que Antar encontró una oportunidad de exponer la culpabilidad de Rebia al Rey.