Ésta es una reproducción litografiada, en facsímil (pero sólo en blanco y negro), de una página de un volumen manuscrito árabe bellamente escrito y espléndidamente iluminado, en posesión del Sr. E. J. W. Gibb, cuya traducción de la Oda a la primavera de Mesīhī enriquece el Apéndice de la presente obra. La página contiene los once primeros versos de la célebre Qasīda (Poema, o más bien, Himno) de El-Būsīrī en alabanza de Mahoma, de la que se encontrará una traducción al inglés, por el Sr. J. W. Redhouse, en las páginas 319-341. Casi no es necesario decir, lo que casi todo lector inglés ya debe saber, que el árabe, como la mayoría de las lenguas orientales, se escribe de derecha a izquierda; pero puede explicarse que el espacio en el centro de la página separa el primer y segundo hemistiquio de cada verso. Por ejemplo: el primer pareado está contenido en la primera línea, en la parte superior de cada columna; el segundo pareado, en la segunda línea de cada columna; y así sucesivamente, leyendo a través de la división central. El señor Redhouse me ha hecho el favor de una transliteración de esta página (no todos los arabistas pueden leer correctamente cualquier manuscrito árabe), y una traducción de los títulos y la invocación habitual. Los títulos del poema y de la primera sección, en la parte superior de la página, son:
qasīdatun burdatun faslun fi ta’dīli 'n-nafsi
Un poema; un manto. Una sección sobre la Justificación del hombre carnal.
Luego sigue la invocación que invariablemente se coloca al comienzo de cada composición musulmana, ya sea secular o religiosa:
bi 'smi 'llāhi 'r-rahmānī 'r-rahīmi
En el nombre de Dios, el Más Misericordioso, el Compasivo.
Nuestros antiguos autores europeos de la misma manera siempre encabezaban sus [viii] escritos con el signo de la cruz, +. Así, en el King’s Quair, de Jaime I, de Escocia:
Y en seguida tomé mi pluma en la mano,
Y hizo un +, y así empezó mi libro.
Los cristianos modernos no siguen tan literalmente el mandato bíblico: «Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas». Pero entre los musulmanes no es una forma vacía.
Al lector inglés le interesará observar, en los siguientes cuatro primeros versos del Poema de El-Būsīrī, en caracteres cursivos, el movimiento de la rima qasīda:
1 e min tezekkuri jīrāmin bi dhī-selemi
mezejta dem‘an jerà min muqletin bi demi
2 em hebeti 'r-rīhu min tilqā’i katzimetin
wa ewmadza ’l-barqu fī ’tz-tzalmā’i min idzami
3 fa mà li 'ayney-ke in qulta 'kfufà hemetà
wa mà li qalbi-ke en qulta ’stefiq yehimi
4 e yahsibu ’s-sabbu enna ’l-hubba munketimun
mà beyna munsejimin min-hu wa mudztarimi
Las dos mitades del primer dístico, como se indica arriba, riman; y la sílaba final (mi) de la segunda mitad de cada dístico sucesivo, hasta el final del poema, es la misma que la de los hemistiquios del verso inicial.
W.A.C.