XIX. ¿Qué borrachera es ésta que me trae esperanza? | Página de portada | XXI. No toda la suma de la felicidad terrena |
DE fuera de la calle de Fulano,
Oh viento, trae perfumes dulces para mí
Porque estoy enfermo y pálido de dolor;
Oh, tráeme descanso de la miseria!
El polvo que yace ante su puerta,
El elixir del amor tan deseado, vierte
Sobre este corazón mío desperdiciado—
Traeme una promesa y una señal!
Entre la emboscada de mis ojos
Y en la fortaleza de mi corazón hay enemistad—
El arco de su ceja, el dardo que vuela,
Bajo sus pestañas, tráeme!
Dolor y ausencia, miradas frías,
Antes de que mi tiempo me haya hecho viejo;
Una copa de vino de la mano de la Juventud
Tráeme por piedad y por piedad!
Entonces todos los incrédulos probarán
Un trago o dos de ese mismo vino;
Pero si no les gusta, ¡oh, date prisa!
Y deja que la copa que fluye de la alegría sea mía.
Copero, aprovecha el día de hoy, no esperes
Hasta mañana!—o del destino
Algunos pasaporte a la felicidad,
Algunos escritos ¡Traeme una garantía!
Mi corazón arrojó hacia atrás el velo de la aflicción,
Consolado por Hafiz melodía:
Desde fuera de la calle de Fulano de Tal,
Oh viento, trae perfumes dulces para mi!
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