1 Alif. Lam. Ra. (Ésta es) una Escritura que te hemos revelado (Muhammad) para que con ella saques a la humanidad de las tinieblas a la luz, con el permiso de su Señor, al camino del Poderoso, el Dueño de la Alabanza,
2 Alá, a Quien pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra. ¡Ay de los incrédulos! ¡Un castigo terrible!
3 Aquellos que aman la vida de este mundo más que la Otra Vida, y apartan a los hombres del camino de Alá y lo quieren torcer: éstos están muy extraviados.
4 Y no enviamos a ningún mensajero sino con la lengua de su pueblo, para que les aclarase el mensaje. Luego, Alá envía a quien Él quiere por el extravío y guía a quien Él quiere. Él es el Poderoso, el Sabio.
5 Enviamos a Moisés con Nuestras revelaciones, diciendo: Saca a tu pueblo de las tinieblas a la luz. Y recuérdales los días de Alá. ¡En él hay revelaciones para todo corazón agradecido!
6 Y (recuérdales) cómo dijo Moisés a su pueblo: Recordad el favor que Dios os concedió cuando os libró del pueblo del Faraón que os afligía con un terrible castigo, matando a vuestros hijos y perdonando a vuestras mujeres; eso fue una tremenda prueba de vuestro Señor.
7 Y cuando vuestro Señor proclamó: Si dais gracias, os daré más; pero si sois ingratos, he aquí que mi castigo es terrible.
8 Y Moisés dijo: Aunque vosotros y todos los que están en la tierra seáis ingratos, ciertamente Alá es Absoluto, Dueño de Alabanza.
9 ¿No os ha llegado la historia de los que os precedieron: el pueblo de Noé, las tribus de Adán y de Tamud, y los que les sucedieron? Nadie excepto Alá los conoce. Sus mensajeros vinieron a ellos con pruebas claras, pero ellos se llevaron las manos a la boca y dijeron: ¡No creemos en aquello con lo que habéis sido enviados y dudamos seriamente de aquello a lo que nos llamáis!
10 Sus mensajeros dijeron: ¿Puede haber dudas acerca de Dios, el Creador de los cielos y la tierra? Él os llama para perdonaros vuestros pecados y os conceda un plazo determinado. Dijeron: Sois sólo mortales como nosotros, que queréis apartarnos de lo que adoraban nuestros padres. Traed, pues, una prueba clara.
11 Sus mensajeros les dijeron: Somos simples mortales como vosotros, pero Alá concede gracia a quien Él quiere de Sus siervos. No nos corresponde a nosotros traeros una garantía sin el permiso de Alá. ¡Que los creyentes confíen en Alá!
12 ¿Cómo no vamos a confiar en Alá cuando Él nos ha mostrado nuestros caminos? Sin duda sufriremos el daño que nos hagáis. En Alá, que confíen los que confían.
13 Y los que no creyeron dijeron a sus mensajeros: Os expulsaremos de nuestra tierra, si no volvéis a nuestra religión. Entonces su Señor les inspiró, (diciendo): Destruiremos a los impíos,
14 Y ciertamente os haremos habitar en la tierra después de ellos. Esto es para quien teme Mi Majestad y teme Mis amenazas.
15 Y buscaron ayuda (de su Señor) y todo poderoso rebelde fue derrotado;
16 El infierno está delante de él, y se le hace beber un agua supurante,
17 Que sorbe pero apenas puede tragar, y la muerte le viene de todos lados mientras aún no puede morir, y ante él hay un duro destino.
18 Una comparación de quienes no creen en su Señor: sus obras son como cenizas que el viento arrastra con fuerza en un día de tormenta. No tienen control sobre nada de lo que han ganado. Ese es el fracaso extremo.
19 ¿No has visto que Alá ha creado los cielos y la tierra con la verdad? Si Él quiere, puede quitaros y traer una nueva creación;
20 Y eso no es gran cosa para Alá.
21 Todos ellos se presentan ante su Señor. Entonces los que fueron despreciados dicen a los que se burlaron: Nosotros fuimos vuestros seguidores, ¿podéis entonces evitarnos algo del castigo de Alá? Dicen: Si Alá nos hubiera guiado, os habríamos guiado a vosotros. Que nos enfurezcamos o que suframos con paciencia es (ahora) lo mismo para nosotros; no tenemos lugar donde refugiarnos.
22 Y Satanás dice, cuando el asunto ha sido decidido: ¡Mirad! Alá os prometió una promesa de verdad; y os la prometí, pero no la cumplí. Y no tuve poder sobre vosotros, salvo que os llamé y me obedecisteis. Así que no os culpéis, sino culpaos a vosotros mismos. No puedo ayudaros, ni vosotros podéis ayudarme. ¡Mirad! No creí en lo que antes me atribuisteis. ¡Mirad! Para los impíos habrá un castigo doloroso.
23 Y quienes creyeron y obraron bien son llevados a jardines por debajo de los cuales corren ríos, allí morando con el permiso de su Señor, su saludo allí: ¡Paz!
24 ¿No ves cómo Alá inventa una parábola: Una palabra hermosa, como un árbol hermoso, cuyas raíces están firmes, cuyas ramas se extienden hasta el cielo,
25 Que da su fruto en cada estación con permiso de su Señor ? Alá acuña las similitudes para los hombres para que reflexionen.
26 Y la semejanza de un dicho malo es como un árbol malo, arrancado de la tierra, que no tiene estabilidad.
27 Alá confirma a los creyentes con una palabra firme en la vida de acá y en la otra, y Alá extravía a los impíos. Y Alá hace lo que quiere.
28 ¿No has visto a quienes dieron la gracia de Alá a cambio de la ingratitud y llevaron a su pueblo a la Morada de la Pérdida,
29 ¿Incluso al infierno? Están expuestos a él. ¡Un final desventurado!
30 Y ponen rivales a Dios para desviar a los hombres de Su camino. Di: Disfrutad de la vida mientras podáis, porque vuestro fin será el Fuego.
31 Dile a Mis siervos que creen que establezcan el culto y gasten de lo que les hemos dado, en secreto y en público, antes de que llegue un día en el que no habrá ni tráfico ni amistad.
32 Alá es Quien creó los cielos y la tierra, y hace descender agua del cielo, produciendo así frutos para que os alimentéis, y hace que los barcos os sean de utilidad, para que puedan surcar el mar a Su orden, y ha puesto a vuestro servicio los ríos;
33 Y hace que el sol y la luna, constantes en sus cursos, os sean de servicio, y ha hecho de servicio para vosotros la noche y el día.
34 Y Él os concede todo lo que le pedís, y si quisierais contar el favor de Alá, no lo podríais contar. ¡Verdaderamente! El hombre es un impío, un ingrato.
35 Y cuando Abraham dijo: ¡Señor mío! Salva este territorio, y líbrame a mí y a mis hijos de servir a los ídolos.
36 ¡Señor mío! ¡Mira! Han extraviado a muchos hombres. Pero quien me sigue, en verdad es de los míos. Y quien me desobedece, Tú eres indulgente, misericordioso.
37 ¡Señor nuestro! ¡He aquí! He establecido a algunos de mis descendientes en un valle inculto cerca de Tu santa Casa, nuestro Señor, para que puedan establecer un culto apropiado; inclina de tal manera algunos corazones de hombres para que puedan anhelarlos, y proporciónales frutos para que puedan ser agradecidos.
38 ¡Señor nuestro! ¡Verdaderamente! Tú sabes lo que ocultamos y lo que anunciamos. Nada en la tierra ni en el cielo está oculto a Dios.
39 Alabado sea Alá, que me ha dado, en mi vejez, a Ismael e Isaac. ¡Mi Señor es, en verdad, el que escucha las oraciones!
40 ¡Señor mío! Haz que yo establezca un culto apropiado, y también a algunos de mis descendientes; ¡Señor nuestro! y acepta mi oración.
41 ¡Señor nuestro! Perdóname a mí y a mis padres y a los creyentes en el día en que se rindan cuentas.
42 No penséis que Dios ignora lo que hacen los malvados. Sólo les concede un plazo hasta un día en que los ojos se quedarán atónitos.
43 Mientras vienen apresurados y asustados, con la cabeza en alto, la mirada no regresa a ellos, y sus corazones como el aire.
44 Y advierte a la humanidad de un día en el que el juicio vendrá sobre ellos, y los que obraron mal dirán: ¡Señor nuestro! Concédenos un poco de tiempo. Obedeceremos Tu llamada y seguiremos a los mensajeros. (Será respondido): ¿No jurasteis antes que no habría fin para vosotros?
45 ¿Y no habéis habitado en las moradas de quienes se portaron mal consigo mismos (en el pasado) y no os ha quedado claro cómo tratamos con ellos y os hemos dado ejemplos?
46 En verdad, han tramado su plan, y su plan está con Alá, aunque su plan era uno por el cual las montañas se moverían.
47 No penséis, pues, que Alá no cumplirá Su promesa a Sus mensajeros. ¡Ciertamente! Alá es Poderoso, Capaz de retribuir (el injusto).
48 El día en que la tierra se convertirá en otra cosa que la tierra, y los cielos (también serán cambiados) y saldrán hacia Dios, el Único, el Todopoderoso,
49 Verás a los culpables ese día unidos en cadenas,
50 Su vestimenta de brea, y el Fuego cubriendo sus rostros,
51 Para que Alá retribuya a cada alma lo que se ha ganado. ¡Verdaderamente! Alá es rápido en ajustar cuentas.
52 Éste es un mensaje claro para la humanidad, para que sean advertidos por él y sepan que Él es un solo Dios, y para que los hombres de entendimiento presten atención.