1. Oh conductor de los camellos de color blanco rojizo, no te apresures con ellos, ¡sino detente! porque yo soy un cojo que va tras ellos.
2. ¡Detén los camellos y aprieta sus riendas! Te lo suplico por Dios, por mi pasión, por mi angustia, ¡oh conductor!
3. Mi alma está dispuesta, pero mi pie no la secunda. ¿Quién tendrá piedad y me ayudará?
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4. ¿Qué debe hacer el artesano experto en un caso en que sus herramientas han demostrado estar haciendo daño?
5. Apártate, porque sus tiendas están a la derecha del valle. Dios te bendiga, oh valle, por lo que contienes!
6. Has reunido un pueblo que es mi alma y mi aliento y el núcleo más íntimo del coágulo negro en la membrana de mi hígado.
7. ¡Que mi amor sea desdichado si no muero de pena en Ḥájir o Sal‘ o Ajyád!
1. El Espíritu Divino que habla en el Hombre y está encargado del gobierno de este cuerpo dice al camellero, es decir, al invocador de Dios que guía las elevadas aspiraciones en su viaje hacia el cielo: «No te apresures con ellos, porque estoy obstaculizado por este cuerpo al que estoy atado hasta la muerte».
3. ‘¿Quién tendrá compasión y me ayudará?’ Se refiere al decreto de Dios (###).
4. Dice: «¿Qué debo hacer? Aunque a veces puedo abandonar el cuerpo, es decir, en momentos de desaparición y ausencia (###) bajo la influencia del éxtasis, mi objetivo es partir por completo; y, además, en esos momentos el mundo sensible ejerce una poderosa atracción sobre mí. Esta atracción (aquí llamada “sus herramientas») arruina lo que estoy tratando de hacer y perturba mi estado de desaparición y ausencia para traerme de regreso al cuerpo”.
5. Sus tiendas, es decir, las moradas de estas aspiraciones, que están en su conocimiento de Dios, no en Dios, ya que Él no es un lugar para nada. El conocimiento de Dios es la meta máxima a la que puede llegar el ser contingente, y todo el universo depende del conocimiento y de nada más.
‘A la derecha del valle’, refiriéndose a la ocasión en que Dios habló a Moisés en el monte Sinaí (Kor. xix, 53).
‘Lo que tú contienes’, es decir, los tipos de conocimiento divino, santo y mosaico.
7. ‘Ḥájir’, es decir, el mundo intermedio (###).
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‘Sal‘, una montaña cerca de Medina, es decir, la estación de Muhammad.
‘Ajyád’, una montaña cerca de La Meca, es decir, una estación Divina que me hace pasar lejos de toda existencia fenomenal.