1. Dios salve a un pájaro en un árbol bán, un pájaro que me ha revelado la verdadera historia
2. Cómo los amados ataron las monturas a sus camellos y luego los llevaron al amanecer.
3. Viajé, y en mi corazón por amor a ellos había un fuego ardiente a causa de su partida—
4. Esforzándose por superarlos en la oscuridad de la noche, llamándolos y luego siguiendo su rastro.
5. No tuve guía en perseguirlos excepto un aliento perfumado de su amor.
6. Las mujeres levantaron la cortina, la oscuridad se convirtió en luz, y los camellos siguieron su camino a causa de la luz de la luna.
7. Entonces dejé que mis lágrimas se derramaran delante de los camellos, y los jinetes dijeron: «¿Cuándo surgió este río?»
8. Y no pudieron cruzarlo. Dije: «Mis lágrimas rodaban en ríos».
9. Es como si los truenos estallaran al resplandor de los relámpagos y el paso de las nubes a la caída de la lluvia.
10. Eran las palpitaciones de los corazones ante el destello de los dientes y el fluir de las lágrimas de los viajeros que se alejaban.
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11. Oh tú que comparas la suavidad de las altas formas (de los amados) con la suavidad de la rama verde y fresca,
12. Si hubieras invertido la comparación, como yo lo he hecho, habrías tomado una visión acertada;
13. Porque la suavidad de las ramas es como la suavidad de las formas altas, y la rosa del prado es como el rubor rosado de la vergüenza.
1. ‘Un pájaro en un árbol bán’, es decir, el espíritu del Profeta en su cuerpo.
‘La verdadera historia’, es decir, la Tradición sobre el descenso de Dios al cielo terrestre.
2. ‘Cómo los amados’, etc., es decir, cómo Dios descendió a la noche de las formas fenoménicas y ‘se lo llevó al amanecer’, es decir, se manifestó en el mundo intermedio, que, como el amanecer, es luz mezclada con oscuridad; porque esta manifestación es impura en comparación con la pureza y santidad de la Deidad per se.
4. ‘Siguiendo su rastro’: se refiere a la investidura con cualidades divinas.
5. ‘Un aliento perfumado’, en alusión a la costumbre de los guías, que al perderse en lugares desérticos intentan recuperarlo oliendo la tierra.
6. Este versículo se refiere a Cor. xxxiv, 22: ‘cuando el terror sea quitado de sus corazones,’ etc.
7. ‘Los jinetes’, es decir, los ángeles mencionados en Corintios 2:206.
8. ‘Y no pudieron cruzarlo’, porque estas lágrimas se derramaron en el dolor de la despedida, y las Huestes Celestiales carecen de esta emoción, porque no están veladas de Dios: por lo tanto, no se les permite atravesar esta estación.
11-13. Dice el autor que, conforme a la relación real que subsiste entre Dios y sus criaturas, ellas deben estar relacionadas con Él, no Él con ellas. Así, la rama flexible debe compararse con la forma del Divino Amado y la rosa con sus mejillas, no al revés, como [p. 127] sucede en aquellas Tradiciones que atribuyen a Dios cualidades humanas, aunque en realidad Él es la fuente eterna de tales cualidades y, por tanto, incomparable.