1. Mi anhelo buscó la Tierra Alta y mi aflicción la Tierra Baja, de modo que estaba entre Najd y Tiháma.
2. Son dos contrarios que no pueden encontrarse: por lo tanto mi desunión nunca será reparada.
3. ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo idear? Guíame, oh censor mío, ¡no me asustes con la culpa!
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4. Los suspiros se han elevado y las lágrimas se derraman sobre mis mejillas.
5. Los camellos, doloridos por el viaje, añoran sus hogares y emiten el grito lastimero del amante frenético.
6. Después de que se hayan ido, mi vida no es más que aniquilación. ¡Adiós a ella y a la paciencia!
1. ‘La Tierra Alta’, refiriéndose a Dios en Su trono.
2. «Son dos contrarios», etc.: dice: «Puesto que el elemento espiritual en el hombre siempre gobierna el cuerpo, nunca puede contemplar lo que no está compuesto aparte de su cuerpo e independientemente, como algunos Ṣúfís y filósofos y personas ignorantes declaran». Por lo tanto, el escritor dice: «mi desunión nunca se reparará», es decir, «no puedo unirme con Aquel que es puro y simple, y que se asemeja a mi esencia y realidad. Por lo tanto, el anhelo es una locura, porque esta posición es inalcanzable, pero el anhelo es un atributo necesario del amor, y en consecuencia no dejo de anhelar».
3. ‘Mi censor’, es decir, el alma que culpa (###).
5. ‘Los camellos’, es decir, las acciones o los pensamientos elevados (###) —ya que, en mi opinión, tales pensamientos pertenecen a la clase de acciones— sobre los cuales las buenas palabras (###) ascienden al trono de Dios. ‘Anhelan sus hogares’, es decir, los Nombres Divinos de los que proceden y por los cuales son controlados.
6. ‘Mi vida no es más que aniquilación’: dice, ‘Cuando los pensamientos elevados ascienden a su meta, permanezco en el estado de desaparecer de desaparecer (###), porque he ganado la vida imperecedera que no es seguida por ningún opuesto.’ En consecuencia, se despide de la paciencia y de la vida mortal, porque ha abandonado el mundo sensible.