Ezequiel, el profeta judío, fue más sabio que sus contemporáneos pues aunó la responsabilidad moral personal con una observancia fiel de un ritual superior. [1] Ezequiel proclamó la liberación a través del servicio consagrado. [2] Habló de un nuevo espíritu que moraría en el alma del hombre. [3] Fue uno de los pocos líderes espirituales que no fueron silenciados. [4]
Véase también: LU 145:2.7; LU 165:4.8.