En Jerusem hay una serie de laboratorios donde los serafines transportadores transforman a los seres materiales en un estado totalmente semejante al de la orden morontial de existencia. [1]
Aunque existe esta técnica de desmaterialización para preparar a los Adanes a fin de ser transportados desde Jerusem hasta los mundos evolutivos, no existe un método equivalente para sacarlos de dichos mundos a menos que se vacíe todo el planeta, en cuyo caso se instala de urgencia la técnica de la desmaterialización para toda la población salvable. [2]
Adán y Eva se desmaterializaron en Jerusem, siendo despedidos por sus hijos, quedándose dormidos y despertando cuando fueron rematerializados en Urantia, a los diez días de su llegada. [3] El cuerpo de Jesús fue desmaterializado por arcángeles y otros ayudantes mediante una disolución casi instantánea. [4] El cuerpo de Melquisedek fue también desmaterializado por sus semejantes. [5]