Van tuvo que enfrentarse a muchas deserciones en los trabajadores que prepararon el Jardín de Edén. [1]
Después del episodio en el que la muchedumbre trató de proclamar a Jesús como rey, la decepción que provocó Jesús fue tan grande que muchos de los seguidores cambiaron de parecer y a partir de aquel día dejaron de seguirlo. [2] Si la lealtad es deseable entonces el hombre debe caminar entre las posibilidades de traición y de deserción. [3]