Caligastia impugnó el paso de Moisés a los mundos de las mansiones. [1]
Aunque Lucifer estaba privado de toda autoridad administrativa en Satania, no existía entonces ningún poder ni tribunal en el universo local que pudiera detener o destruir a este malvado rebelde; en aquella época, Miguel aún no era gobernante soberano. [2]
No se encontró forma de evitar que los archirrebeldes asistieran a los consejos de Edentia hasta después de que Miguel se donara en Urantia y asumiera posteriormente la soberanía ilimitada en todo Nebadon. [3]