Adán y Eva, miembros del cuerpo superior de los Hijos Materiales de Jerusem, medían ocho pies de altura. [1] La ansiedad no puede añadir un palmo a tu estatura ni un día a tu vida. [2]
Las inesperadas tendencias de gigantismo entre los pueblos verde y naranja muestran variaciones a expensas de la dote original, y la estatura mortal tiende a disminuir desde el hombre rojo hasta la raza índigo. [3]