© 1959 William S. Sadler
© 1961 Fundación Urantia
«Vuestro mundo, Urantia, es uno de muchos planetas habitados similares que juntos comprenden el universo local de Nebadon. Este universo, juntamente con otras creaciones similares, forma el superuniverso de Orvonton, desde cuya capital, Uversa, proviene nuestra comisión. Orvonton es uno de los siete superuniversos evolucionarios del tiempo y del espacio que rodean la creación de la perfección divina que no posee ni principio ni fin —el universo central de Havona. En el corazón de este universo central y eterno está la Isla estacionaria del Paraíso, el centro geográfico de la infinidad y la morada del Dios eterno.» LU 0:0.5
«El alma del hombre es una adquisición experiencial. A medida que la criatura mortal elige «hacer la voluntad del Padre en el cielo», el espíritu residente se vuelve padre de una nueva realidad en la experiencia humana. La mente mortal y material es la madre de esta misma realidad que surge. La sustancia de esta nueva realidad no es material ni espiritual —es morontial. Ésta es el alma inmortal naciente destinada a sobrevivir la muerte mortal y comenzar la ascensión al Paraíso.
«Personalidad. La personalidad del hombre mortal no es ni cuerpo, ni mente, ni espíritu; tampoco es el alma. La personalidad es la única realidad invariable en una experiencia por otra parte constantemente cambiante de la criatura; y une todos los demás factores asociados de la individualidad. La personalidad es el don único que el Padre Universal hace a las energías vivientes y asociadas de materia, mente y espíritu, y que sobrevive con la supervivencia del alma morontial.
«Morontia es un término que designa un vasto nivel entre lo material y lo espiritual. Puede designar realidades personales o impersonales, energías vivientes o no vivientes. El telar de morontia es espiritual, su tejido es físico.» LU 0:5.10
«Conocemos plenamente las dificultades de nuestra tarea; reconocemos la imposibilidad de traducir plenamente el idioma de los conceptos de la divinidad y la eternidad a los símbolos de un idioma de conceptos finitos de la mente mortal. Pero sabemos que reside dentro de la mente humana un fragmento de Dios y que permanece con el alma humana el Espíritu de la Verdad; también sabemos que estas fuerzas espirituales se conjuran en facilitar al hombre material para que capte la realidad de los valores espirituales y entienda la filosofía de los significados universales. Pero con certeza aún mayor, sabemos que estos espíritus de la Presencia Divina son capaces de ayudar al hombre en la apropiación espiritual de toda verdad que contribuya al mejoramiento de la realidad en constante progreso de la experiencia religiosa personal —la conciencia de Dios.» LU 0:12.13
«Las miríadas de sistemas planetarios se formaron para que finalmente las habitaran muchos tipos diferentes de criaturas inteligentes, seres que pudieran conocer a Dios, recibir el afecto divino, y amarle a su vez. El universo de universos es la obra de Dios y la morada de sus diversas criaturas. ‘Dios creó los cielos y formó la tierra; estableció el universo y no creó este mundo en vano; para que fuera habitado lo creó.’»LU 1:0.2 Is 45:18
«Todos los mundos esclarecidos reconocen y adoran al Padre Universal, el hacedor eterno y sustentador infinito de toda la creación. Las criaturas volitivas de universo tras universo han emprendido el largo, muy largo, viaje al Paraíso, que es el desafío fascinador de la aventura eterna de llegar a Dios el Padre. La meta trascendente de los hijos del tiempo es encontrar al Dios eterno, comprender la naturaleza divina, reconocer al Padre Universal. Las criaturas que conocen a Dios tienen una sola ambición suprema, un solo ardiente deseo, y ése es llegar —como son en sus esferas— a ser semejantes a como es él en su perfección paradisiaca de personalidad y en su esfera universal de supremacía recta. Del Padre Universal que habita la eternidad ha emanado el mandato supremo: «Sed vosotros perfectos, así como yo soy perfecto». En amor y misericordia, los mensajeros del Paraíso han llevado esta exhortación divina a través de las edades y a través de los universos, aún hasta llegar a las criaturas tan bajas de origen animal como lo son las razas humanas de Urantia.
«Este magnífico mandato universal de esforzarse por alcanzar la perfección de la divinidad es el deber principal, y debería ser la más alta ambición, de toda la creación de criaturas forcejeantes del Dios de perfección. Esta posibilidad de alcanzar la perfección divina es el destino final y certero de todo progreso espiritual eterno del hombre.» LU 1:0.3 Mt 5:48
«Dios es realidad primordial en el mundo del espíritu; Dios es la fuente de la verdad en las esferas de la mente; Dios envía su sombra por todas partes de los reinos materiales. Para todas las inteligencias creadas, Dios es una personalidad, y para el universo de universos él es la Primera Fuente y Centro de la realidad eterna. Dios no es ni semejante al hombre ni a la máquina. El Padre Primero es espíritu universal, verdad eterna, realidad infinita, y personalidad paterna.
«El Dios eterno es infinitamente más que realidad idealizada o el universo personalizado. Dios no es simplemente el deseo supremo del hombre, la búsqueda mortal objetivada. Tampoco es Dios meramente un concepto, el potencial de poder de la rectitud. El Padre Universal no es un sinónimo de naturaleza, tampoco es él la ley natural personificada. Dios es una realidad trascendente, no simplemente el concepto tradicional humano de los valores supremos. Dios no es una focalización psicológica de los significados espirituales, ni es la «la obra más noble del hombre». Dios puede ser cualquiera de estos conceptos o todos ellos en la mente de los hombres, pero él es aún más. Él es una persona salvadora y un Padre amante para todos los que disfrutan de paz espiritual en la tierra, y que anhelan experimentar la supervivencia de la personalidad en la muerte.» LU 1:2.1
«La infinidad de la perfección de Dios es tal que eternamente lo constituye en un misterio. Y el más grande de todos los misterios impenetrables de Dios es el fenómeno de la residencia divina en la mente de los mortales. La manera en que convive el Padre Universal con las criaturas del tiempo es el más profundo de todos los misterios del universo; la presencia divina en la mente del hombre es el misterio de los misterios.» LU 1:4.1
«Cuando hayas terminado aquí, cuando tu carrera haya acabado en su forma temporal en la tierra, cuando concluya tu viaje de tribulación en la carne, cuando el polvo que compone el tabernáculo mortal «regrese a la tierra de donde provino»; entonces, se ha revelado, «el espíritu» que mora en ti «regresará a Dios que lo otorgó». Habita dentro de cada ser mortal de este planeta un fragmento de Dios, una parte integral de la divinidad. Aún no es tuyo por derecho de posesión, pero está concebido intencionalmente para volverse uno solo contigo si sobrevives a la existencia mortal.» LU 1:4.3 Ec 12:7
«No permitáis que la magnitud de Dios, su infinitud, obscurezca ni eclipse su personalidad. «Aquel que concibió el oído, ¿no oirá? Aquel que formó el ojo, ¿no verá?» El Padre Universal es la cumbre de la personalidad divina; él es el origen y el destino de la personalidad a través de toda la creación. Dios es infinito y personal; es una personalidad infinita. El Padre es verdaderamente una personalidad, a pesar de que la infinitud de su persona le coloca por siempre fuera del alcance de la plena comprensión de los seres materiales y finitos.» LU 1:5.1
«Aunque los mortales materiales no puedan ver la persona de Dios, deben regocijarse en la seguridad de que es una persona; por la fe aceptar la verdad que describe que el Padre Universal tanto amó al mundo que proporcionó a sus humildes habitantes la posibilidad de la eterna progresión espiritual; que él «se agrada de sus hijos». Dios no carece de ninguno de aquellos atributos sobrehumanos y divinos que constituyen la personalidad perfecta, eterna, amorosa e infinita del Creador.» LU 1:5.4 Pr 8:31 Is 62:4
«Dios es para la ciencia una causa; para la filosofía, una idea; para la religión, una persona, incluso el amante Padre celestial. Dios es para el científico una fuerza primordial; para el filósofo, una hipótesis de unidad; para el religioso, una experiencia espiritual viviente. El concepto inadecuado que tiene el hombre de la personalidad del Padre Universal puede ser mejorado solamente mediante el progreso espiritual del hombre en el universo y llegará a ser verdaderamente adecuado sólo cuando los peregrinos del tiempo y el espacio alcancen finalmente el abrazo divino del Dios viviente en el Paraíso.» LU 1:6.2
«Cuanto más completamente se comprenda el hombre a sí mismo y aprecie los valores de personalidad de sus semejantes, tanto más anhelará conocer la Personalidad Original, y tanto más sinceramente luchará ese ser humano que conoce a Dios por llegar a ser como la Personalidad Original. Podéis argüir sobre opiniones acerca de Dios, pero la experiencia con él y en él existe por encima y más allá de toda controversia humana y de la mera lógica intelectual. El hombre que conoce a Dios describe sus experiencias espirituales, no para convencer a los incrédulos, sino para la edificación y la satisfacción mutua de los creyentes.» LU 1:6.6
«Dios es espíritu —personalidad del espíritu; el hombre también es un espíritu — personalidad potencial del espíritu. Jesús de Nazaret alcanzó la plena realización de este potencial de personalidad del espíritu en la experiencia humana; por lo tanto, su vida de alcanzar la voluntad del Padre llega a ser la revelación más real e ideal que tiene el hombre acerca de la personalidad de Dios. Aunque la personalidad del Padre Universal tan sólo pueda ser comprendida mediante una experiencia religiosa real, en la vida terrena de Jesús hallamos inspiración por la demostración perfecta de dicha realización y revelación de la personalidad de Dios en una experiencia verdaderamente humana.» LU 1:6.8 Jn 4:24
«l hombre no logra la unión con Dios como una gota de agua podría encontrar unidad con el océano. El hombre alcanza la unión divina mediante una comunión espiritual progresiva y recíproca, una relación de personalidad con el Dios personal, un creciente logro de la naturaleza divina a través de una conformidad, inteligente y sincera con la voluntad divina. Dicha relación sublime sólo puede existir entre personalidades.» LU 1:7.2
«La realidad última del universo no puede comprenderse por las matemáticas, la lógica o la filosofía, sólo por la experiencia personal en progresiva conformidad a la voluntad divina de un Dios personal. Ni la ciencia, ni la filosofía, ni la teología pueden validar la personalidad de Dios. Solamente la experiencia personal de los hijos de fe del Padre celestial puede efectuar la realización espiritual actual de la personalidad de Dios.» LU 1:7.5
«Tal vez parezca que las reacciones de un Dios inmutable, en la ejecución de su eterno designio, varían de acuerdo con la actitud cambiante y las mentes volubles de sus inteligencias creadas; es decir, que pueden variar aparente y superficialmente; pero debajo de la superficie y más allá de todas las manifestaciones externas, se mantiene presente el propósito inmutable, el plan sempiterno, del Dios eterno.» LU 2:2.3 Ef 3:11
«La misericordia es simplemente justicia atemperada por esa sabiduría que proviene de la perfección del conocimiento y del pleno reconocimiento de la debilidad natural y las limitaciones ambientales de las criaturas finitas. «Nuestro Dios es en extremo compasivo, benigno, paciente y abundante en misericordia». Por tanto «cualquiera que invocare el nombre del Señor será salvado», «porque él perdona abundantemente». «La misericordia del Señor es de eternidad a eternidad»; sí, «su misericordia perdura por siempre». «Yo soy el Señor que imparte benevolencia, juicio y rectitud en la tierra, porque en estas cosas me deleito». ‘No aflijo voluntariamente ni apesadumbro a los hijos de los hombres», porque yo soy «el Padre de las misericordias y el Dios de todo consuelo’.» LU 2:4.1 Sal 86:15 Ro 10:13 Is 55:7 Sal 103:17 1 Cr 16:34 Jer 9:24 Lam 3:33 2 Cor 1:3
«Es erróneo pensar de Dios que sea engatusado a amar a sus hijos por los sacrificios de sus Hijos o la intercesión de sus criaturas subordinadas, «porque el Padre mismo os ama». En respuesta a este afecto paterno Dios envía a los maravillosos Ajustadores para que habiten la mente de los hombres. El amor de Dios es universal; «Todo el que quiera puede acercarse». Él querría «que todos los hombres se salvaran al llegar a la posesión del conocimiento de la verdad». «No desea que ninguno perezca».
«Los Creadores son los primeros que intentan salvar al hombre de los desastrosos resultados de su tonta transgresión de las leyes divinas. El amor de Dios es por naturaleza un afecto paternal; por consiguiente a veces «nos disciplina por nuestro propio bien, para que podamos ser partícipes de su santidad». Incluso durante vuestras pruebas más duras, recordad que «en todas nuestras aflicciones él se aflige con nosotros».» LU 2:5.2 Jn 16:27. Ap 22:17. 1 Tim 2:4. 2 P 3:9. Heb 12:9, 10 Is 63:9.
«Dios es divinamente generoso con los pecadores. Cuando los rebeldes retornan a la rectitud, se los recibe misericordiosamente, «porque nuestro Dios perdonará abundantemente». «Yo soy aquél que borra vuestras transgresiones por mi propio bien, y no recordaré vuestros pecados». «He aquí el gran amor que el Padre nos dona para que se nos llame hijos de Dios». »LU 2:5.4 Is 55:7. 43:25 Jn 3:1
«Después de todo, la mayor prueba de la bondad de Dios y la razón suprema para amarle es el don del Padre que mora en ti: el Ajustador que tan pacientemente aguarda la hora en que ambos os volváis eternamente uno. Aunque no puedes encontrar a Dios mediante la búsqueda, si te sometes a la dirección del espíritu residente, serás guiado infaliblemente, paso a paso, vida tras vida, universo tras universo, y edad tras edad, hasta encontrarte finalmente en la presencia de la personalidad del Padre Universal del Paraíso.» LU 2:5.5 Job 11:7.
«La «abundancia de la bondad de Dios conduce al hombre descarriado al arrepentimiento». «Toda buena dádiva y toda dádiva perfecta baja del Padre de las luces». «Dios es bueno; es el refugio eterno del alma de los hombres». «El Señor Dios es misericordioso y benévolo. Es paciente y abundante en bondad y verdad». «¡Probad y ved que el Señor es bueno! Bendito el hombre que en él confía». «El Señor es misericordioso y lleno de compasión. Es el Dios de la salvación». «Sana al acongojado y cura las heridas del alma. Es el benefactor todopoderoso del hombre»» LU 2:6.3 Ro 2:4. Stg 1:17. Sal 73:1. Dt 33:27. Sal 103:8. Ex 34:6. Sal 34:8; 111:4. Sal 68:20. Is 61:1.
«El amoroso Padre celestial, cuyo espíritu mora en sus hijos de la tierra, no es una personalidad dividida —una de justicia y otra de misericordia— ni tampoco se necesita de un mediador para asegurar el favor del Padre o su perdón. La rectitud divina no está dominada por una estricta justicia retributiva; Dios el padre trasciende a Dios el juez.» LU 2:6.6
«El desafío religioso de esta era pertenece a aquellos hombres y mujeres visionarios, progresistas y con discernimiento espiritual que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de la vida a partir de los ampliados y exquisitamente integrados conceptos modernos de verdad cósmica, belleza universal y bondad divina. Tal visión nueva y recta de la moralidad atraerá todo lo que es bueno en la mente del hombre y estimulará todo lo mejor del alma humana. La verdad, la belleza y la bondad son realidades divinas, y a medida que el hombre asciende la escala de vivir espiritualmente, estas cualidades supremas del Eterno se hacen cada vez más coordinadas y unificadas en Dios, que es amor.» LU 2:7.10 1 Jn 4:8.
«El Padre Universal no es una fuerza transitoria, un poder cambiante, ni una energía fluctuante. El poder y la sabiduría del Padre son completamente adecuados para enfrentar todas y cada una de las exigencias del universo. Según se producen las emergencias de la experiencia humana, él las ha previsto todas, y por lo tanto no reacciona a los asuntos del universo de manera indiferente sino más bien de acuerdo con los dictados de la sabiduría eterna y en consonancia con los mandatos del juicio infinito. A pesar de su apariencia, el poder de Dios no funciona en el universo como una fuerza ciega.» LU 3:2.6
«El Padre Universal es la única personalidad en todo el universo que realmente conoce el número de las estrellas y los planetas del espacio. Todos los mundos de todos los universos están constantemente en el ámbito de la conciencia de Dios. Dice él también: «Con seguridad he visto la aflicción de mi pueblo, he oído su llanto y conozco sus pesares». Porque «el Señor mira desde el cielo; contempla a todos los hijos de los hombres; desde el lugar de su habitación mira a todos los habitantes de la tierra». Cada hijo creado puede decir en verdad: «El conoce el camino que tomo, y cuando me haya puesto a prueba, saldré como el oro». «Dios conoce nuestro sentarnos y nuestro levantarnos; el comprende nuestros pensamientos desde lejos y conoce todos nuestros caminos». «Todas las cosas están desnudas y se abren ante los ojos de aquél con quien tenemos que ver». Y debería ser consuelo auténtico para todo ser humano comprender que «él conoce vuestro cuerpo; y recuerda que sois polvo». Jesús, al hablar del Dios viviente, dijo: «Vuestro Padre sabe qué necesitáis aun antes de que vosotros se lo pidáis».» LU 3:3.2 Ex 3:7. Sal 33:13, 14; 139:2, 3. Heb 4:13. Sal 103:14. Mt 6:8.
«El hombre mortal no puede de ninguna manera conocer la infinitud del Padre celestial. La mente finita no puede pensar a través de semejante verdad o hecho absoluto. Pero este mismo ser humano finito puede realmente sentir — literalmente experimentar— el impacto pleno y no disminuido de ese AMOR infinito del Padre. En verdad se puede experimentar ese amor, aunque la calidad de la experiencia es ilimitada, la cantidad de tal experiencia está estrictamente limitada por la capacidad humana de receptividad espiritual y por la capacidad asociada de devolverle el amor al Padre.» LU 3:4.6
«Las incertidumbres de la vida y las vicisitudes de la existencia no contradicen de ningún modo el concepto de la soberanía universal de Dios. Toda vida de la criatura evolutiva está acechada por ciertas inevitabilidades. Considerad lo siguiente:
«1. ¿Es el valor — la fuerza de carácter— deseable? Si es así, el hombre debe criarse en un ambiente que requiera el enfrentamiento con dificultades y la reacción a los desencantos.
«2. ¿Es el altruismo — el servicio a los semejantes— deseable? Entonces la experiencia de vida debe proporcionarnos el encuentro con situaciones de desigualdad social.
«3. ¿Es la esperanza — la magnitud de la confianza— deseable? Entonces la existencia humana debe enfrentarse constantemente con inseguridades e incertidumbres recurrentes.
«4. ¿Es la fe — la suprema afirmación del pensamiento humano— deseable? Entonces la mente del hombre debe hallarse en esa dificultad problemática donde siempre sabe menos de lo que puede creer.
«5. ¿Es el amor a la verdad y la disposición de ir dondequiera éste conduzca, deseable? Entonces el hombre debe crecer en un mundo donde el error está presente y la falsedad es siempre posible.
«6. ¿Es el idealismo — el concepto que más se acerca a lo divino— deseable? Entonces el hombre debe luchar en un ambiente de bondad y belleza relativas, en un ambiente que estimule el anhelo incontenible de cosas mejores.
«7. ¿Es la lealtad — la devoción al deber más alto— deseable? Entonces el hombre debe proceder rodeado por las posibilidades de traición y deserción. El valor de la devoción al deber consiste en el peligro implícito de incumplimiento.
«8. ¿Es la falta de egoísmo — el espíritu de olvido de sí mismo— deseable? Entonces el hombre mortal debe vivir cara a cara con el incesante clamor de un yo inescapable que exige reconocimiento y honor. El hombre no puede elegir dinámicamente la vida divina si no existe una vida del yo a la que renunciar. El hombre no podría nunca aferrarse a la salvación en la rectitud si no hubiera ningún mal potencial que exalte y diferencie el bien por contraste.
«9. ¿Es el placer — la satisfacción de la felicidad— deseable? Entonces el hombre debe vivir en un mundo en el que la alternativa del dolor y la probabilidad del sufrimiento son posibilidades experienciales siempre presentes.» LU 3:5.5
«Las criaturas de Havona son naturalmente valientes, pero no son valerosas en el sentido humano. De modo innato son dulces y consideradas, difícilmente altruistas a la manera humana. Aguardan ellas un futuro agradable, no con la esperanza de la manera exquisita como confian los mortales en las esferas evolutivas inciertas. Tienen fe en la estabilidad del universo, pero son completamente ajenos a la fe salvadora por la cual el hombre mortal asciende desde su condición animal hasta las puertas del Paraíso. Aman la verdad, pero nada saben de sus cualidades redentoras para el alma. Son idealistas, pero así nacieron; son completamente ignorantes del éxtasis de llegar a serlo por una elección vivificante. Son leales, pero nunca han experimentado la emoción de la devoción sincera e inteligente al deber frente a la tentación del incumplimiento. Son altruistas, pero no ganaron esos niveles de experiencia mediante la magnífica conquista de un yo beligerante. Disfrutan del placer, pero no comprenden la dulzura del placer al huir de la pena potencial.» LU 3:5.17
«Es gran error humanizar a Dios, excepto en el concepto del Ajustador del Pensamiento residente, pero aun eso no es tan tonto como lo de mecanizar completamente la idea de la Primera Fuente y Centro.» LU 3:6.5
«¿Sufre el Padre del Paraíso? Yo no lo sé. Los Hijos Creadores ciertamente pueden sufrir y a veces sufren, como sufren los mortales. El Hijo Eterno y el Espíritu Infinito sufren en un sentido modificado. Pienso que el Padre Universal sufre, pero no puedo entender cómo; acaso mediante el circuito de la personalidad o a través de la individualidad de los Ajustadores del Pensamiento y otros dones de su naturaleza eterna. Él ha dicho de las razas mortales: «En todas vuestras aflicciones yo soy afligido». Él incuestionablemente experimenta una comprensión paternal y compasiva; puede realmente sufrir; pero la naturaleza de ello no la entiendo.» LU 3:6.6 Is 63:9.
«El Gobernante eterno e infinito del universo de los universos es poder, forma, energía, proceso, modelo original, principio, presencia y realidad idealizada. Pero es más; es personal; ejerce una voluntad soberana, experimenta autoconciencia de su divinidad, ejecuta los mandatos de una mente creadora, persigue la satisfacción de la realización de un propósito eterno, y manifiesta amor y afecto Paterno por sus hijos universales. Se pueden comprender mejor todos estos rasgos personales del Padre observándolos tal como fueron revelados en la vida encarnada de Micael, vuestro Hijo Creador, mientras permaneció encarnado en Urantia.» LU 3:6.7
«Dios el Padre ama a los hombres; Dios el Hijo sirve a los hombres; Dios el Espíritu inspira a los hijos del universo a la aventura siempre ascendente de encontrar a Dios el Padre por los caminos ordenados por Dios los Hijos a través del ministerio de la gracia de Dios el Espíritu.» LU 3:6.8
«No hay límites a las fuerzas y personalidades que el Padre puede utilizar para mantener su propósito y sostener a sus criaturas. «El Dios eterno es nuestro refugio, y abajo están sus brazos sempiternos». «El que habita en el lugar secreto del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso». «Mirad, el que nos guarda no se adormecerá ni se dormirá». «Sabemos que todas las cosas cooperan para bien de los que aman a Dios», «porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones». »LU 4:1.4 Dt 33:27. Sal 91:1; 121:4. Ro 8:28. Sal 34:15.
«El Padre Universal nunca hace nada que cause posteriormente dolor o arrepentimiento, pero las criaturas volitivas planeadas y hechas por sus personalidades creadoras en los universos remotos, a veces, por su infortunada elección, producen emociones de pesar divino en las personalidades de sus padres Creadores. Pero aunque el Padre nunca comete errores, ni abriga arrepentimientos, ni experimenta dolor, es un ser con afecto de padre y su corazón indudablemente se acongoja cuando sus hijos no consiguen alcanzar los niveles espirituales que son capaces de lograr con la ayuda que tan libremente se les ha brindado mediante los planes de desarrollo espiritual y la política de ascensión de los mortales de los universos.» LU 4:3.5 Ef 4:30. Heb 3:10, 17.
«En Dios el Padre las acciones de su libre voluntad no están regidas por el poder, ni están orientadas solamente por el intelecto; la personalidad divina está definida como consistente en espíritu y manifestándose a los universos como amor. Por tanto, en todas sus relaciones personales con las personalidades de las criaturas de los universos, la Primera Fuente y Centro es siempre y permanentemente un Padre amante. Dios es un Padre en la más elevada acepción del término. Está eternamente motivado por el perfecto idealismo del amor divino, y esa tierna naturaleza encuentra su expresión más robusta y su satisfacción más grande en amar y ser amado.» LU 4:4.6
«En la ciencia, Dios es la Primera Causa; en la religión, el Padre universal y amante; en la filosofía, el único ser que existe por sí mismo, que no depende de ningún otro ser para existir, sino que magnánimamente les confiere realidad de existencia a todas las cosas y todos los otros seres. Pero hace falta la revelación para mostrar que la Primera Causa de la ciencia y la Unidad autoexistente de la filosofía son el Dios de la religión, pleno de misericordia y bondad y comprometido a realizar la eterna supervivencia de sus hijos en la tierra.» LU 4:4.7
«Nuestro Padre no está oculto, ni se encuentra arbitrariamente en reclusión. Él ha movilizado los recursos de la sabiduría divina en un esfuerzo sin fin para revelarse a los hijos de sus dominios universales. Hay una infinita grandeza y una generosidad inefable relacionadas con la majestad de su amor, que lo lleva a anhelar la asociación con todos los seres creados que puedan comprenderlo, amarlo o acercarse a él; y son, por consiguiente, las limitaciones inherentes a ti, inseparables de tu personalidad finita y de tu existencia material, las que determinan el tiempo y el lugar y las circunstancias en que puedes alcanzar la meta del viaje de ascensión mortal y gozar de la presencia del Padre en el centro de todas las cosas.» LU 5:1.2
«Aunque el acercamiento a la presencia del Padre en el Paraíso debe esperar a que alcancéis los más altos niveles finitos de progresión espiritual, debéis regocijaros en el reconocimiento de la posibilidad siempre presente de una comunión inmediata con el espíritu otorgado por el Padre y tan íntimamente asociado con vuestra alma y con vuestro ser espiritualizante.» LU 5:1.3
«Por mucho que los mortales de Urantia puedan diferir en sus oportunidades y dotes intelectuales, sociales, económicas e incluso morales, no olvidéis que su dote espiritual es uniforme y única. Todos ellos disfrutan de la misma presencia divina de la dádiva del Padre, y todos cuentan con el idéntico privilegio de poder procurar una íntima comunión personal con el espíritu residente de origen divino, a la vez que todos pueden igualmente elegir aceptar la uniforme dirección espiritual de estos Monitores Misteriosos.» LU 5:1.5
«El hombre está espiritualmente habitado por un Ajustador del Pensamiento sobreviviente. Si la mente de un hombre está sincera y espiritualmente motivada, si tal alma humana desea conocer a Dios y hacerse como él, si honestamente desea hacer la voluntad del Padre, no hay influencia negativa alguna de carencia mortal ni fuerza positiva de posible interferencia que pueda prevenir la ascensión certera de dicha alma divinamente motivada, hasta las puertas del Paraíso.» LU 5:1.7 Ro 8:35, 38, 39.
«El Padre desea que todas sus criaturas estén en comunión personal con él. Él tiene un lugar en el Paraíso para recibir a todos los que por su estado de supervivencia y naturaleza espiritual hacen posible tal logro. Por lo tanto, asentad en vuestra filosofía ahora y para siempre: para cada uno de vosotros y para todos nosotros, Dios es accesible, el Padre es alcanzable, el camino está abierto; las fuerzas del amor divino y los medios y arbitrios de la administración divina se entrelazan para facilitar el avance de todas las inteligencias merecedoras de todos los universos hasta la presencia en el Paraíso del Padre Universal.» LU 5:1.8
«La moralidad de las religiones de evolución impulsa a los hombres hacia adelante en la búsqueda de Dios, por el poder motivado por el temor. Las religiones de revelación atraen a los hombres a buscar a un Dios de amor porque anhelan hacerse semejantes a él. Pero la religión no es meramente un sentimiento pasivo de «absoluta dependencia» y «certidumbre de supervivencia»; es una experiencia viviente y dinámica de logro de la divinidad, basada en el servicio de la humanidad.» LU 5:4.1 Ro 2:4.
«El científico que investiga los hechos concibe a Dios como la Primera Causa, un Dios de fuerza. El artista emotivo ve a Dios como el ideal de la belleza, un Dios de la estética. El filósofo razonador a veces tiende a proponer un Dios de unidad universal, incluso una Deidad panteísta. El religioso de fe cree en un Dios que fomenta la supervivencia, el Padre que está en los cielos, el Dios de amor. » LU 5:5.3
«El hombre mortal obtiene tres grandes satisfacciones de la experiencia religiosa, incluso en los días de su estadía temporal en la tierra:
«1. Intelectualmente adquiere la satisfacción de una conciencia humana más unificada.
«2. Filosóficamente disfruta de la substanciación de sus ideales de valores morales.
«3. Espiritualmente prospera en la experiencia de la compañía divina, en las satisfacciones espirituales de la verdadera adoración.» LU 5:5.7
«La supervivencia eterna de la personalidad depende completamente de la elección de la mente mortal, cuyas decisiones determinan el potencial de supervivencia del alma inmortal. Cuando la mente cree en Dios y el alma conoce a Dios, y cuando, y con el Ajustador ayudante, todos ellos desean a Dios, entonces la supervivencia es segura. Las limitaciones del intelecto, las restricciones de la educación, la carencia de cultura, el empobrecimiento del estado social, incluso la inferioridad de las normas morales humanas que resultan de la infortunada falta de ventajas de instrucción, cultura o posición social, no pueden invalidar la presencia del espíritu divino en tales individuos tan desafortunados y humanamente limitados, pero creyentes. La residencia del Monitor Misterioso constituye el comienzo y asegura la posibilidad del potencial de crecimiento y supervivencia del alma inmortal.» LU 5:5.13
«Así que habiendo proporcionado los medios para el crecimiento del alma inmortal y habiendo liberado al ser interior del hombre de las cadenas de la dependencia absoluta de la causación antecedente, el Padre se hace a un lado. Ahora bien, el hombre ya liberado de las cadenas de la respuesta a la causación, al menos en lo tocante al destino eterno, y habiéndose proporcionado los medios para el crecimiento del yo inmortal, del alma, la creación o la inhibición de la creación de este yo superviviente y eterno que es suyo por elección depende de la voluntad del hombre. Ningún otro ser, fuerza, creador, ni agencia en todo el vasto universo de los universos puede interferir en medida alguna en la absoluta soberanía del libre albedrío del ser mortal, tal como éste opera en el ámbito de la elección, en lo que se refiere al destino eterno de la personalidad del mortal que hace su elección. En lo que toca a la supervivencia eterna, Dios ha decretado la soberanía de la voluntad material y mortal, y ese decreto es absoluto.» LU 5:6.8
«Tal como toda la gravedad está puesta en circuito en la Isla del Paraíso, y toda mente está puesta en circuito en el Actor Conjunto y todo espíritu en el Hijo Eterno, del mismo modo toda personalidad está puesta en circuito en la presencia personal del Padre Universal, y este circuito transmite infaliblemente la adoración de todas las personalidades a la Personalidad Original y Eterna.» LU 5:6.11
«El Hijo Eterno es el gran ministro de la misericordia a toda la creación. La misericordia es la esencia del carácter espiritual del Hijo. Los mandatos del Hijo Eterno, tal como salen de los circuitos espirituales de la Segunda Fuente y Centro, son afinados en las notas de la misericordia.» LU 6:3.2
«La atracción de la gravedad espiritual del Hijo Eterno constituye el secreto inherente de la ascensión al Paraíso de las almas humanas supervivientes. La atracción infalible de la gravedad espiritual del Hijo Eterno mantiene todos los valores genuinos del espíritu y todos los individuos sinceramente espiritualizados. La mente mortal, por ejemplo, inicia su carrera como mecanismo material y finalmente ingresa al Cuerpo de Finalistas como existencia espiritual casi perfeccionada, estando cada vez menos sujeta a la gravedad material y correspondientemente cada vez más sensible a la atracción hacia adentro de la gravedad espiritual durante esta entera experiencia. El circuito de la gravedad espiritual literalmente arrastra el alma del hombre hacia el Paraíso.
«El circuito de gravedad espiritual es el canal básico para transmitir las oraciones sinceras del corazón humano creyente desde el nivel de la conciencia humana hasta la verdadera conciencia de la Deidad. Aquello que representa verdadero valor espiritual en vuestras peticiones será aprehendido por el circuito universal de la gravedad espiritual y pasará inmediata y simultáneamente a todas las personalidades divinas competentes, y cada una de ellas se ocupará de aquello que pertenece a su especialidad personal.
Por lo tanto, en vuestra experiencia religiosa práctica, es inmaterial si, al dirigir vuestras súplicas, visualizáis al Hijo Creador de vuestro universo local o al Hijo Eterno en el centro de todas las cosas. LU 7:3.2
«Pero ¡cuánto más perfecta es la magnífica técnica del mundo espiritual! Si algo que se origina en vuestra conciencia contiene un valor espiritual supremo, una vez que lo hayáis expresado, ningún poder en el universo podrá impedir su veloz llegada directa a la Personalidad del Espíritu Absoluto de toda la creación.» LU 7:3.5
«Este plan divino de logro de la perfección comprende tres empresas únicas, aunque maravillosamente correlacionadas, de aventura universal:
«1. El plan de logro progresivo. Éste es el plan de ascensión evolutiva, proyectado por el Padre Universal, un programa aceptado sin reservas por el Hijo Eterno cuando convino con el propósito del Padre: «Hagamos a las criaturas mortales a nuestra propia imagen». Esta disposición para el mejoramiento de las criaturas del tiempo incluye la dádiva del Padre de los Ajustadores del Pensamiento y el otorgamiento de las prerrogativas de la personalidad a las criaturas materiales.
«2. El plan del autootorgamiento. El plan universal subsiguiente es la gran empresa del Hijo Eterno y sus Hijos coordinados de revelar al Padre. Ésta es la propuesta del Hijo Eterno y consiste en su otorgamiento de los Hijos de Dios a las creaciones evolutivas; allí se personalizan y actualizan, para encarnar y hacer real el amor del Padre y la misericordia del Hijo para con las criaturas de todos los universos. Inherente al plan de autootorgamiento, y como rasgo provisional de esta ministración de amor, los Hijos Paradisiacos actúan como rehabilitadores de aquello que la voluntad desviada de las criaturas ha puesto en peligro espiritual. En cualquier momento o lugar donde ocurra un retraso en el funcionamiento del plan de logro, si una rebelión, por ejemplo, afecta o complica esta empresa, entonces las disposiciones de emergencia del plan de autootorgamiento entran en vigencia inmediatamente. Los Hijos Paradisiacos se han comprometido a actuar como rescatadores, están listos para penetrar en los dominios mismos de la rebelión y restaurar el estado espiritual de las esferas. Y este servicio heroico fue el que realizó en Urantia un Hijo Creador coordinado, en relación con su carrera de autootorgamiento experiencial para adquirir la soberanía.
«3. El plan del ministerio de la misericordia. Una vez que fueron formulados y proclamados el plan de logro y el plan de autootorgamiento, el Espíritu Infinito, solo y de sí mismo, proyectó y puso en marcha la empresa extraordinaria y universal del ministerio de la misericordia. Éste es el servicio tan esencial para la operación práctica y eficaz tanto de las empresas de logro como del autootorgamiento, y todas las personalidades espirituales de la Tercera Fuente y Centro comparten el espíritu del ministerio de la misericordia, que es tanto parte de la naturaleza de la Tercera Persona de la Deidad. El Espíritu Infinito funciona verdadera y literalmente como el ejecutivo asociado del Padre y el Hijo, no sólo en la creación, sino también en la administración.» LU 7:4.3 Gn 1:26, 27.
«El Dios de Acción actúa y las bóvedas muertas del espacio están en movimiento. Mil millones de esferas perfectas vienen a existir en un instante. Anteriormente a este momento hipotético en la eternidad, las energías del espacio intrínsecas al Paraíso existen y son potencialmente operativas, pero no tienen ninguna actualidad de ser; ni tampoco puede medirse la gravedad física excepto por la reacción de las realidades materiales a su incesante atracción. No hay ningún universo material en este (supuesto) momento eternamente distante, pero en el mismo instante en que se materializan mil millones de mundos, se evidencia gravedad suficiente y adecuada para mantenerlos dentro de la atracción sempiterna del Paraíso.
«Ahora cruza como un relámpago a través de la creación de los Dioses la segunda forma de la energía, y este espíritu eflúvico es instantáneamente aprehendido por la gravedad espiritual del Hijo Eterno. Así pues, el universo doblemente abrazado por la gravedad es acariciado por la energía del infinito y sumergido en el espíritu de la divinidad. De este modo se prepara el terreno de la vida para la conciencia de la mente que se manifiesta en los circuitos asociados de la inteligencia del Espíritu Infinito.
«Sobre estas simientes de existencia potencial, difundidas a lo largo y a lo ancho de la creación central de los Dioses, el Padre actúa, y aparece la personalidad de la criatura. Luego la presencia de las Deidades del Paraíso llena todo el espacio organizado y comienza efectivamente a atraer todas las cosas y seres hacia el Paraíso.» LU 8:1.4
«Dios es amor, el Hijo es misericordia, el Espíritu es ministerio —el ministerio del amor divino y de la misericordia sin fin para toda la creación inteligente. El Espíritu es la personificación del amor del Padre y de la misericordia del Hijo; en él están ellos eternamente unidos para el servicio universal. El Espíritu es amor aplicado a la creación de criaturas, el amor combinado del Padre y el Hijo.» LU 8:4.2
«Muy frecuentemente, demasiado frequentemente desfiguráis vuestras mentes con la insinceridad y las marchitáis con la maldad; las sometéis a los temores animales y las distorsionáis con ansiedades inútiles. Por lo tanto, aunque la fuente de la mente sea divina, la mente tal como la conocéis en vuestro mundo de ascensión, difícilmente puede llegar a ser objeto de gran admiración, y mucho menos de adoración o culto. La contemplación del inmaduro e inactivo intelecto humano debería llevar tan sólo a reacciones de humildad.» LU 9:5.7
«Las personalidades espirituales de la vasta familia del Espíritu Divino e Infinito, están por siempre dedicadas al servicio del ministerio del amor de Dios y de la misericordia del Hijo para con todas las criaturas inteligentes de los mundos evolutivos del tiempo y el espacio. Estos seres espirituales constituyen la escala viviente por la cual el hombre mortal puede ascender del caos a la gloria.» LU 9:8.25
«Parecería que el Padre, allá por la eternidad, inauguró una política de profunda autodistribución. Hay en la naturaleza altruista, amante y amable del Padre Universal algo inherente que lo hace reservarse el ejercicio exclusivo tan sólo de aquellos poderes y autoridad que al parecer encuentra imposible delegar o conceder.» LU 10:1.1
«La mente mortal puede pensar inmediatamente en mil y una cosas —catástrofes físicas, accidentes espantosos, desastres horribles, enfermedades dolorosas, y calamidades mundiales— y preguntarse si tales visitaciones están correlacionadas con las maniobras desconocidas de este probable funcionamiento del Ser Supremo. Francamente, no lo sabemos; no estamos realmente seguros. Pero sí observamos que, según pasa el tiempo, todas estas situaciones difíciles y más o menos misteriosas re-sultan siempre en el bienestar y progreso de los universos. Puede ser que la función del Supremo y el supercontrol de la Trinidad entrelazan todas las circunstancias de la existencia y las inexplicables vicisitudes de la vida en un modelo significativo de alto valor. » LU 10:7.5 Ro 8:28.
«La atracción inescapable de la gravedad mantiene eficazmente aferrados a todos los mundos de todos los universos de todo el espacio. La gravedad es la atracción todopoderosa de la presencia física del Paraíso. La gravedad es la cuerda omnipotente en la cual están ensartadas las fulgurantes estrellas, los soles llameantes y las esferas rodantes que constituyen el ornamento físico universal del Dios eterno, quien es todas las cosas, llena todas las cosas, y en quien radican todas las cosas. » LU 11:8.1 Col 1:17.
«Después de todo, para los mortales, la cosa más importante acerca del Paraíso eterno es el hecho de que esta morada perfecta del Padre Universal es el destino real y remoto de las almas inmortales de los hijos mortales y materiales de Dios, las criaturas ascendentes de los mundos evolutivos del tiempo y el espacio. Cada mortal que conoce a Dios y que ha abrazado la carrera de hacer la voluntad del Padre, ya se ha embarcado en la larga, la larguísima senda hacia el Paraíso en la búsqueda de la divinidad y logro de la perfección. Y cuando un ser de origen animal llega a la presencia del Dios del Paraíso, como ya lo han hecho muchos, en número incontable, habiendo ascendido de las esferas humildes del espacio, ese logro representa la realidad de una transformación espiritual que llega a tocar los límites de la supremacía.» LU 11:9.8
«En un futuro no lejano, los nuevos telescopios revelarán a la mirada sorprendida de los astrónomos urantianos no menos de 375 millones de nuevas galaxias en los tramos remotos del espacio exterior. Al mismo tiempo, estos telescopios más poderosos revelarán que muchos universos aislados que anteriormente se creía que estaban en el espacio exterior, son en realidad parte del sistema galáctico de Orvonton. Los siete superuniversos aún están creciendo; la periferia de cada uno de ellos se está expandiendo gradualmente; nuevas nebulosas se están estabilizando y organizando constantemente; y algunas de las nebulosas que los astrónomos de Urantia consideran extragalácticas están en realidad junto a la frontera de Orvonton y viajan con nosotros.» LU 12:2.3
«Toda esta inmutabilidad de conducta y uniformidad de acción es personal, consciente y altamente volitiva, porque el gran Dios no es el esclavo indefenso de su propia perfección e infinidad. Dios no es una fuerza ciega y automática; no es un poder sujeto a una ley esclavizante. Dios no es ni una ecuación matemática ni una fórmula química. Es una personalidad libre y primordial. Es el Padre Universal, un ser sobrecargado de personalidad y la fuente universal de toda personalidad de las criaturas.» LU 12:7.6
«El amor del Padre individualiza absolutamente cada personalidad como un hijo único del Padre Universal, un hijo sin duplicado en el infinito, una criatura volitiva irremplazable en toda la eternidad. El amor del Padre glorifica a cada hijo de Dios, iluminando a cada miembro de la familia celestial, perfilando agudamente la naturaleza única de cada ser personal frente a los niveles impersonales que se hallan fuera del círculo fraterno del Padre de todos. El amor de Dios retrata vivamente el valor trascendente de cada criatura volitiva, inequívocamente revela el altísimo valor que el Padre Universal ha colocado sobre todos y cada uno de sus hijos, desde la más elevada personalidad creadora de estado paradisiaco hasta la personalidad más inferior de dignidad volitiva entre las tribus de los hombres salvajes en los albores de las especies humanas, en algún mundo evolutivo del tiempo y el espacio.» LU 12:7.9 Jn 16:27.
«Es un misterio que Dios sea un ser altamente personal y autoconsciente con un centro de gobierno residencial y, al mismo tiempo, esté presente personalmente en un universo tan vasto y en contacto personal con un número de seres casi infinito. Que tal fenómeno sea un misterio que rebasa la comprensión humana no debe disminuir en lo más mínimo vuestra fe. No dejéis que la magnitud de la infinitud, la inmensidad de la eternidad y la grandeza y gloria del carácter incomparable de Dios os sobrecojan, os hagan vacilar u os desalienten; porque el Padre no está muy lejos de ninguno de vosotros; habita dentro de vosotros, y en él todos nosotros literalmente nos movemos, realmente vivimos, y verdaderamente tenemos nuestro ser.
«Aunque el Padre del Paraíso funciona a través de sus creadores divinos y sus hijos criaturas, disfruta también del contacto interior más íntimo con vosotros, un contacto tan sublime, tan altamente personal, que aún está más allá de mi comprensión: esa misteriosa comunión del fragmento del Padre con el alma humana y con la mente mortal en la cual mora realmente. Si sabéis lo que hacéis con estos dones de Dios, por ello mismo sabéis que el Padre está en estrecha relación, no sólo con sus asociados divinos, sino también con sus hijos mortales evolutivos del tiempo. El Padre ciertamente mora en el Paraíso, pero su divina presencia también mora en la mente de los hombres.
«Aunque sea derramado el espíritu de un Hijo sobre toda carne, aunque un Hijo morara cierta vez entre vosotros en semejanza de carne mortal, aunque los serafines personalmente os guarden y guíen, ¿cómo puede ninguno de estos seres divinos de los Centros Segundo y Tercero esperar jamás acercarse tanto a vosotros o comprenderos tan plenamente como el Padre, quien ha dado una parte de sí mismo para que esté en vosotros, para que sea vuestro ser verdadero, divino e incluso eterno?» LU 12:7.12
«En la evolución cósmica, la materia es la sombra filosófica proyectada por la mente en presencia de la luminosidad espiritual del esclarecimiento divino, pero esto no invalida la realidad de la materia-energía. La mente, la materia y el espíritu son igualmente reales, pero no son de igual valor para la personalidad en el logro de la divinidad. La conciencia de la divinidad es una experiencia espiritual progresiva. » LU 12:8.15
«El amor es el secreto de la asociación beneficiosa entre las personalidades. No es posible conocer realmente a una persona como resultado de un solo encuentro. No es posible conocer apreciativamente la música a través de la deducción matemática, aunque la música sea una forma de ritmo matemático. El número asignado a un abonado al sistema de teléfonos no identifica de ninguna manera la personalidad de ese abonado ni significa nada respecto de su carácter.» LU 12:9.2
«El análisis técnico no revela lo que una persona o una cosa puedan hacer. Por ejemplo: el agua se usa eficazmente para extinguir el fuego. Que el agua apaga el fuego es un hecho de la experiencia cotidiana, pero tal propiedad no se dedujo jamás del análisis del agua. El análisis determina que el agua está compuesta de hidrógeno y oxígeno; un estudio ulterior de estos elementos revelaría que el oxígeno es el verdadero sostén de la combustión y que el hidrógeno mismo arde libremente.
«Vuestra religión se está tornando real, porque está brotando de la esclavitud del temor y de la servidumbre de la superstición. Vuestra filosofía lucha por emanciparse del dogma y de la tradición. Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.» LU 12:9.4
«El amor por la aventura, la curiosidad y el pavor a la monotonía —esas características inherentes a la naturaleza humana en evolución— no se pusieron allí tan sólo para irritarte y perturbarte durante tu breve estadía en la tierra, sino más bien para sugerirte que la muerte es tan sólo el comienzo de una interminable carrera de aventura, una vida sempiterna de anticipación, un viaje eterno de descubrimiento.» LU 14:5.10
«La curiosidad—el espíritu de investigación, el instinto de descubrimiento, el impulso a la exploración— es parte de la dote innata y divina de las criaturas evolutivas del espacio. Estos impulsos naturales no te fueron dados meramente para que tengas que frustrarlos y reprimirlos. Ciertamente, estos impulsos ambiciosos con frecuencia deben ser frenados durante tu corta vida en la tierra, a menudo la desilusión debe ser experimentada, pero han de ser plenamente realizados y gloriosamente gratificados durante las largas edades por venir.» LU 14:5.11
«Es en mundos tales como Uversa donde los seres que representan la autocracia de la perfección y la democracia de la evolución se encuentran cara a cara. La rama ejecutiva del supergobierno se origina en los ámbitos de la perfección; la rama legislativa surge del florecimiento de los universos evolucionarios.» LU 15:11.1
«A través de esta influencia personal de los Siete Espíritus Rectores cada criatura de cada orden de seres inteligentes, fuera del Paraíso y de Havona, debe llevar la marca característica de individualidad que indica la naturaleza ancestral de uno de estos Siete Espíritus Paradisiacos. En lo que se refiere a los siete superuniversos, cada criatura nativa, hombre o ángel, llevará por siempre esta marca de identificación natal.» LU 16:5.2
«La mente cósmica responde sin falla (reconoce la respuesta) en tres niveles de la realidad universal. Estas reacciones son autoevidentes para las mentes de razonamiento claro y pensamiento profundo. Estos niveles de la realidad son:
«1. Causación—el ámbito de la realidad de los sentidos físicos, los ámbitos científicos de la uniformidad lógica, la diferenciación de lo factual y de lo no factual, las conclusiones reflexivas basadas en la reacción cósmica. Ésta es la forma matemática de la discriminación cósmica.
«2. Deber—el ámbito de la realidad de la moral y del reino filosófico, el campo de la razón, el reconocimiento del bien y del mal relativos. Ésta es la fórmula judicial de la discriminación cósmica.
«3. Adoración—el ámbito espiritual de la realidad de la experiencia religiosa, la comprensión personal de la fraternidad divina, el reconocimiento de los valores espirituales, la seguridad de la sobrevivencia eterna, la ascensión del estado de siervos de Dios al de regocijo y libertad de los hijos de Dios. Éste es el discernimiento más elevado de la mente cósmica, la forma reverencial y adoradora de la discriminación cósmica.» LU 16:6.5
«La respuesta selectiva de un animal se limita al nivel motor de conducta. El supuesto discernimiento de los animales más elevados está en un nivel motor y generalmente aparece tan sólo después de la experiencia motora de prueba y error. El hombre es capaz de ejercer discernimiento científico, moral y espiritual antes de toda exploración o experimentación.
«Tan sólo una personalidad puede reconocer lo que hace antes de hacerlo; tan sólo personalidades poseen el discernimiento antes de la experiencia. Una personalidad puede observar antes de saltar y por lo tanto puede aprender de la observación así como de la acción de saltar. Un animal sin personalidad generalmente aprende sólo saltando.» LU 16:7.2
«La criatura personal dotada de mente cósmica, morada por el Ajustador, posee habilidad innata para reconocer y comprender la realidad de la energía, la realidad mental, y la realidad espiritual. La criatura volitiva está por lo tanto equipada para discernir el hecho, la ley, y el amor de Dios. Aparte de estas tres prerrogativas inalienables de la conciencia humana, toda experiencia humana es en realidad subjetiva, excepto que la comprensión intuitiva de la validez se asocia a la unificación de estas tres respuestas de realidad universal de reconocimiento cósmico.
«El mortal que discierne a Dios es capaz de sentir el valor de unificación de estas tres cualidades cósmicas en la evolución del alma sobreviviente, la empresa suprema del hombre en el tabernáculo físico en el que la mente moral colabora con el espíritu divino residente para dualizar el alma inmortal. Desde sus comienzos más tempranos el alma es real; tiene cualidades cósmicas de sobrevivencia.» LU 16:9.1
«La creación de Majeston señaló la primera acción creadora suprema del Ser Supremo. Esta voluntad de acción fue volitiva en el Ser Supremo, pero la reacción estupenda del Absoluto de Deidad no se conocía de antemano. Desde la aparición de Havona en la eternidad, el universo no había presenciado tan extraordinaria actualización de una alineación tan gigantesca y vasta de poder y coordinación de actividades espirituales funcionales. La respuesta de la Deidad a las voluntades creadoras del Ser Supremo y de sus asociados fue mucho más allá de su propósito intencional y excedió grandemente sus pronósticos conceptuales.
«Nos sobrecoge la posibilidad de lo que las edades futuras, en las que el Supremo y el Último puedan alcanzar nuevos niveles de divinidad y ascender a nuevos dominios de la función de la personalidad, puedan presenciar en los reinos de la deidización, aun otros seres más inesperados e inimaginados, que poseyeran poderes inimaginables de coordinación universal enaltecida. Parecería que no hubiese límite al potencial de respuesta del Absoluto de Deidad ante tal unificación de relaciones entre la Deidad experiencial y la Trinidad existencial del Paraíso.» LU 17:2.5
«Cada Hijo Creador es el unigénito y el único vástago nacible de la unión perfecta de los conceptos originales de las dos mentes infinitas y eternas y perfectas de los Creadores sempiternos del universo de los universos. No puede haber jamás otro Hijo tal, porque cada Hijo Creador es la expresión e incorporación no cualificada, completa y final de todas y cada una de las fases de cada característica de cada posibilidad de cada realidad divina que por toda la eternidad podría encontrarse en, expresarse por, o evolucionarse a partir de aquellos potenciales creadores divinos que se unieron para traer a la existencia a este Hijo Micael. Cada Hijo Creador es el absoluto de los unidos conceptos de Deidad que constituyen su origen divino.» LU 21:1.2 Jn 3:16.
«Los Mensajeros Poderosos pertenecen al grupo ascendente de los Hijos Trinidizados. Constituyen una clase de mortales perfeccionados probados en rebeliones o de otra manera igualmente probados en cuanto a su lealtad personal; todos han pasado alguna prueba específica de lealtad universal. En algún momento durante su ascensión al Paraíso, permanecieron firmes y leales frente a la deslealtad de sus superiores, y algunos actuaron activa y lealmente en lugar de dichos líderes traicioneros.» LU 22:2.1
«Todo mortal ascendente con experiencia de insurrección que actúe lealmente frente a la rebelión está finalmente destinado a ser un Mensajero Poderoso de servicio en el superuniverso. Del mismo modo lo es toda criatura ascendente que prevenga eficazmente tales disturbios debidos al error, la maldad o el pecado; porque la acción dirigida a la prevención de la rebelión o a realizar tipos más elevados de lealtad en una crisis universal se considera de aun mayor valor que la lealtad frente a una rebelión auténtica.» LU 22:2.3
«Yo soy un Mensajero Poderoso, y es posible que interese a los urantianos saber que el compañero y asociado de mi experiencia mortal también triunfó en la gran prueba y que, aunque muchas veces y durante prolongados períodos estuvimos separados durante el larguísimo ascenso hacia el interior en dirección a Havona, fuimos abrazados en el mismo grupo de setecientos mil, y transcurrimos el tiempo que pasamos en Vicegerington en asociación estrecha y amante. Finalmente fuimos comisionados y asignados juntos a Uversa de Orvonton, y frecuentemente se nos envía juntos para la ejecución de asignaciones que requieren el servicio de dos Mensajeros.» LU 22:2.6
«Vosotros los mortales que leéis este mensaje, podréis vosotros mismos ascender al Paraíso, lograr el abrazo de la Trinidad, y en remotas edades futuras ser asignados al servicio de los Ancianos de los Días en uno de los siete superuniversos, y alguna vez ser asignados a ampliar la revelación de la verdad en algún planeta habitado evolutivo, así como yo ahora lo estoy haciendo en Urantia.» LU 22:4.7
«La confusión y disturbios en Urantia no significan que los Gobernantes Paradisiacos carezcan del interés o de la habilidad para arreglar en forma distinta los asuntos. Los Creadores poseen pleno poder para hacer de Urantia un verdadero paraíso, pero dicho edén no contribuiría al desarrollo de aquellos rasgos fuertes, nobles y experimentados que los Dioses con tanta seguridad forjan en vuestro mundo entre el yunque de la necesidad y el martillo de la angustia. Vuestras ansiedades y penas, vuestras pruebas y desilusiones, son tanto parte del plan divino en vuestra esfera como lo son la perfección exquisita y la adaptación infinita de todas las cosas a su propósito supremo en los mundos del universo central y perfecto.» LU 23:2.12 Jn 16:33. Hch 14:22. Ro 12:12. 2 Cor 1:4. Ap 7:14.
«Los Directores del Censo se preocupan de los seres humanos —así como también de otras criaturas volitivas— tan sólo hasta el punto de registrar el hecho de la función de la voluntad. No se ocupan de los registros de tu vida y de tus acciones; no son en ningún sentido personalidades que registran. El Director del Censo de Nebadon, número 81.412 de Orvonton, actualmente estacionado en Salvington, está en este mismo momento personalmente consciente de tu presencia viviente aquí en Urantia; y otorgará a los registros confirmación de tu muerte en el momento en que cesas de funcionar como criatura volitiva.» LU 24:2.7
«El nombre de este peregrino descubridor de Havona es Grandfanda, y provino del planeta 341 del sistema 84 en la constelación 62 del universo local 1.131 ubicado en el superuniverso número uno. Su llegada fue la señal para el establecimiento del servicio de transmisión del universo de los universos. Hasta ese momento sólo habían estado en operación las transmisiones de los superuniversos y los universos locales, pero el anuncio de la llegada de Grandfanda a las compuertas de Havona señaló la inauguración de los «informes espaciales de gloria», así llamados porque la transmisión universal inicial informó la llegada a Havona del primero de los seres evolucionarios que había logrado el ingreso al objetivo de la existencia ascendente.» LU 24:6.8
«Estos Compañeros Morontiales son asociados tan cordiales que, cuando finalmente dejéis la última fase de la experiencia morontial, al prepararos para embarcaros en la aventura espiritual del superuniverso, verdaderamente lamentaréis que estas criaturas sociales no os puedan acompañar, pero sirven exclusivamente en los universos locales. En cada etapa de la carrera ascendente, todas las personalidades contactables serán cordiales y gregarias, pero no conoceréis otro grupo tan dedicado a la amistad y al compañerismo hasta que no os topéis con los Compañeros Paradisiacos.» LU 25:7.3
«Cuando, mediante y a través del ministerio de todas las huestes de ayudantes del esquema universal de supervivencia, finalmente sois depositados sobre el mundo de recepción de Havona, llegáis tan sólo con un tipo de perfección: perfección de propósito. Vuestro propósito se ha comprobado plenamente; vuestra fe ha sido probada. Se sabe que estáis a prueba de desilusiones. Ni siquiera el fracaso de percibir al Padre Universal podrá sacudir la fe ni alterar seriamente la confianza de un mortal ascendente que ha pasado a través de la experiencia que todos deben atravesar para lograr las esferas perfectas de Havona. Para cuando alcancéis Havona, vuestra sinceridad se habrá vuelto sublime. La perfección de propósito y la divinidad de deseo, con constancia de fe han asegurado vuestro ingreso en las moradas establecidas de la eternidad; vuestra liberación de las incertidumbres del tiempo es plena y completa; ahora debéis enfrentaros con los problemas de Havona y las inmensidades del Paraíso, para encontraros con aquello para lo cual por tanto tiempo os habéis estado capacitando en las épocas experienciales del tiempo en los mundos escuela del espacio.
«La fe ha hecho ganar al peregrino ascendente el propósito de perfección que ad-mite a los hijos del tiempo hasta las compuertas de la eternidad. Ahora los ayudantes de los peregrinos deben comenzar su trabajo para desarrollar esa perfección de comprensión y esa técnica de entendimiento que son tan indispensables para la perfección paradisiaca de la personalidad.
«La habilidad para comprender es el pasaporte mortal al Paraíso. El deseo de creer es la llave de Havona. La aceptación de la filiación, la cooperación con el Ajustador residente, es el precio de la supervivencia evolutiva.» LU 26:4.13
«Ése es pues el curso primario o elemental que enfrenta a los peregrinos de fe comprobada y que tanto han viajado en el espacio. Pero mucho antes de llegar a Havona, esos hijos ascendentes del tiempo han aprendido a disfrutar de la incertidumbre, alimentarse de la desilusión, entusiasmarse frente a la derrota aparente, vigorizarse en presencia de dificultades, exhibir valor indomable frente a la inmensidad, y ejercer una fe inconquistable al enfrentarse con los desafíos de lo inexplicable. Por mucho tiempo, el grito de batalla de estos peregrinos ha sido: «Juntamente con Dios, nada —absolutamente nada— es imposible»» LU 26:5.3 Mt 19:26. Lc 1:37; 18:27. Mc 10:27.
«El logro del Padre Universal es el pasaporte para la eternidad, a pesar de los circuitos que aún quedan por atravesar. Es por lo tanto una ocasión pletórica, en el mundo piloto del círculo número tres, cuando el trío de tránsito anuncia que la última aventura del tiempo está por comenzar; que otra criatura del espacio intenta ingresar al Paraíso a través de las compuertas de la eternidad.
«La prueba del tiempo está casi concluida; la carrera de la eternidad se ha corrido casi por entero. Los días de incertidumbre están terminando; la tentación de la duda se desvanece; el mandato de ser perfecto ha sido obedecido. Desde el fondo mismo de la existencia inteligente, la criatura del tiempo y personalidad material ha ascendido las esferas evolucionarias del espacio, probando así la posibilidad del plan de ascensión, mientras demuestra por siempre la justicia y rectitud del mandato del Padre Universal a sus criaturas humildes de los mundos: «Sed perfectos, así como yo soy perfecto».
«Paso a paso, vida a vida, mundo a mundo, la carrera ascendente ha sido conquistada, la meta de la Deidad se ha logrado. La supervivencia es completa en perfección, y la perfección es pletórica en la supremacía de la divinidad. El tiempo se pierde en la eternidad; el espacio se hunde en la identidad y armonía adoradora con el Padre Universal. Las transmisiones de Havona envían al espacio informes de gloria, la buena nueva de que en verdad las criaturas conscientes de naturaleza animal y origen material se han tornado, a través de la ascensión evolucionaria, en realidad y eternamente en los hijos perfeccionados de Dios.» LU 26:9.2 Mt 5:48.
«Ahora, pues, en la culminación de la carrera de Havona, al dormiros vosotros los mortales en el mundo piloto del círculo interior, no estáis solos en vuestro reposo como lo estuvisteis en los mundos de vuestro origen cuando cerrabais los ojos en el sueño natural del fallecimiento mortal, ni como lo hicisteis cuando ingresasteis en el largo trance de tránsito preparatorio para el viaje a Havona. Ahora, al prepararte para el reposo de logro, se pone a tu lado tu asociado de mucho tiempo del primer círculo, el majestuoso complemento de reposo, quien se prepara para ingresar en el reposo como uno solo contigo, como la promesa de Havona de que tu transición será completa y de que tú aguardas tan sólo los toques finales de la perfección.
«Tu primera transición fue, efectivamente, muerte; la segunda, un sueño ideal, y ahora la tercera metamorfosis es verdadero reposo, el descanso de las edades.» LU 26:11.7
«Ingresas en el reposo del circuito final de Havona y resurges eternamente en el Paraíso. Y cuando te repersonalizas espiritualmente allí, inmediatamente reconocerás al instigador del reposo quien te da la bienvenida a las orillas eternas como el mismo supernafín primario que produjo el sueño final en el circuito más interior de Havona; y recordarás el último largo tramo de fe mientras se te prepara nuevamente para encomendar tu identidad en las manos del Padre Universal.
«El último reposo del tiempo ha sido disfrutado; el último sueño de transición ha sido experimentado; ahora os despertáis a la vida imperecedera en las orillas de la morada eterna. «Y ya no habrá más sueño. La presencia de Dios y de su Hijo están ante vosotros y vosotros sois eternamente sus servidores; habéis visto su rostro y su nombre es vuestro espíritu. No habrá noche allí; y no necesitan de la luz del sol, porque la Gran Fuente y Centro les da luz; vivirán por siempre y para siempre. Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron».» LU 27:1.4 Ap 22:4, 5.
«Es tarea de los conductores de la adoración enseñar a las criaturas ascendentes cómo adorar para que éstos puedan ganar esta satisfacción de autoexpresión y al mismo tiempo ser capaces de prestar atención a las actividades esenciales del régimen del Paraíso. Sin el mejoramiento de la técnica de adoración, le llevaría cientos de años al mortal promedio que llega al Paraíso alcanzar expresión plena y satisfactoria de sus emociones de apreciación inteligente y gratitud ascendente. Los conductores de adoración abren nuevas avenidas, hasta ese momento desconocidas, de expresión para que estos maravillosos hijos del seno del espacio y de las tribulaciones del tiempo puedan ganar las plenas satisfacciones de la adoración en mucho menos tiempo.» LU 27:7.4
«La Memoria de la Misericordia debe mostrar que el crédito salvador establecido por los Hijos de Dios se ha pagado plena y fielmente en ministerio amante de las pacientes personalidades de la Tercera Fuente y Centro. Pero cuando seagota la misericordia, cuando la «memoria» de la misma atestigua su agotamiento, entonces prevalece la justicia y la rectitud decreta. Puesto que la misericordia no ha de ser volcada sobre aquellos que la desprecian, la misericordia no es un don que pueda ser pisoteado por los rebeldes persistentes del tiempo. Sin embargo, aunque la misericordia sea así de preciosa y tan amorosamente otorgada, tu crédito individual está siempre muy en exceso de tu habilidad para agotar la reserva si eres sincero en tu propósito y honesto en tu corazón.» LU 28:6.6 Dn 7:9, 10.
«En Urantia, vosotros intentáis en forma grotesca leer el carácter y estimar las habilidades específicas; pero en Uversa hacemos estas cosas en perfección. Estos seconafines pesan la confiabilidad en las balanzas vivientes de la evaluación infalible del carácter, y una vez que os han mirado, tan sólo tenemos que mirarlos a ellos para conocer las limitaciones de tu habilidad para cumplir con una responsabilidad, llevar a cabo un encargo, y ejecutar las misiones. Tus activos de confiabilidad se establecen claramente junto con tus pasivos de falla o posible traición.
«Es el plan de tus superiores avanzarte mediante responsabilidades cada vez mayores tan rápido como se vaya desarrollando suficientemente tu carácter como para soportar con gracia estas responsabilidades agregadas, pero sobrecargar al individuo atrae únicamente el desastre y asegura la desilusión. Y el error de colocar responsabilidad prematuramente sobre el hombre o el ángel se puede evitar utilizando el ministerio de estos estimadores infalibles de la capacidad de confianza de los individuos espacio-temporales. Estos seconafines acompañan siempre a Aquellos Elevados en Autoridad, y estos ejecutivos no hacen nunca asignaciones hasta tanto haber sopesado a los candidatos en las hojas de balance secoráficas y haberlos declarado «sin faltas».» LU 28:6.14
«Puesto que no tienen un pasado ascendente que recordar, los centros del poder y los controladores físicos no juegan; son totalmente serios en todas sus acciones. Están siempre en función; no hay disposiciones en el esquema universal para la interrupción de las líneas físicas de energía. No pueden abandonar jamás, ni siquiera por una fracción de segundo, la supervisión directa de los circuitos de la energía del tiempo y del espacio.» LU 29:3.5
«Los Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios son los manipuladores de las fuerzas espaciales primordiales o básicas del Absoluto No Cualificado; son creadores de nebulosas. Son los instigadores vivientes de los ciclones de energía del espacio y los organizadores primitivos y direccionalizadores de estas manifestaciones gigantescas. Estos organizadores de la potencia transmutan la energía primordial (pre-energía que no responde a la gravedad directa del Paraíso) en energía primaria o energía poderosa, energía que se transmuta de la atracción exclusiva del Absoluto No Cualificado a la atracción de la gravedad de la Isla del Paraíso. De allí en adelante los suceden los organizadores asociados de la fuerza, que continúan el proceso de transmutación de la energía de la etapa primaria, a través de la etapa secundaria o de gravedad-energía.» LU 29:5.5
«Dios, como superpersona, eventúa; Dios, como persona, crea; Dios, como prepersona, fragmenta; y el fragmento de Dios que es el Ajustador evoluciona el alma espiritual en la mente material y mortal de acuerdo con la selección por libre albedrío de la personalidad que se ha donado a dicha criatura mortal por el acto paternal de Dios como Padre.» LU 30:1.99
«El paso del tiempo no es de importancia para los mortales adormecidos; están totalmente inconscientes y desapercibidos de la longitud de su reposo. Al reensamblarse la personalidad al fin de una época, aquellos que han dormido cinco mil años no reaccionan diferentemente de los que tan sólo han descansado cinco días. Aparte de este atraso en el tiempo, estos sobrevivientes pasan a través del régimen de ascensión en forma idéntica a la de aquellos que evitan el sueño más largo o más corto de la muerte.» LU 30:4.12
«El cuerpo físico de la carne mortal no es parte del reensamblaje del sobreviviente adormecido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín de asignación patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma in-mortal y para recibir al Ajustador que ha retornado. El Ajustador es el custodio de las transcripciones espirituales de la mente del sobreviviente adormecido. El serafín de asignación es el que mantiene la identidad sobreviviente —el alma inmortal— hasta donde haya evolucionado. Y cuando estos dos, el Ajustador y el serafín, reúnen sus fideicomisos de personalidad, el nuevo individuo constituye la resurrección de la antigua personalidad, la supervivencia de la identidad evolutiva morontial del alma. Dicha reasociación de alma y Ajustador se denomina en forma totalmente apropiada, una resurrección, un reensamblaje de los factores de la personalidad; pero aún esto no explica enteramente la reaparición de la personalidad sobreviviente. Aunque tal vez vosotros no comprendáis jamás el hecho de dicha transacción inexplicable, alguna vez conoceréis experiencialmente la verdad de esto si no rechazáis el plan de la sobrevivencia mortal.» LU 30:4.15
«La primera acción de tu carrera en Havona será reconocer y agradecer a tu seconafín de transporte el viaje largo y certero. Luego se te presentará a aquellos seres que patrocinarán tus primeras actividades en Havona. A continuación registrarás tu llegada y prepararás tu mensaje de acción de gracias y adoración para despachar al Hijo Creador de tu universo local, el Padre de tu universo, que hizo posible tu carrera de filiación. Esto concluye las formalidades de la llegada a Havona; de allí en adelante, se te otorgará un largo período de recreación para la observación libre, y esto te ofrece la oportunidad de buscar a tus amigos, compañeros y asociados en la larga experiencia de ascensión. También podrás consultar las transmisiones para asegurarte de cuáles entre tus semejantes peregrinos han partido hacia Havona desde el momento en que abandonaste Uversa.» LU 30:4.28
«El cuerpo recibe los habitantes del universo central en una relación de uno por mil —una compañía de finalistas. El cuerpo está organizado para servicio provisional en compañías de mil, siendo las criaturas ascendentes 997, con un nativo de Havona y un Mensajero de Gravedad. Los finalistas de este modo se movilizan en compañías, pero el juramento de la finalidad se administra individualmente. Es un juramento de implicaciones enormes e importancia eterna. El nativo de Havona toma el mismo juramento y se vuelve por siempre un miembro del cuerpo.» LU 31:1.3
«Estos siete grupos de Arquitectos Maestros suman 28.011 planificadores de los universos. En el Paraíso existe una tradición de que allá lejos en la eternidad se intentó la eventuación del Arquitecto Maestro número 28.012, pero que este ser no consiguió absonidizarse, experimentando el secuestro de la personalidad por parte del Absoluto Universal. Es posible que la serie ascendente de los Arquitectos Maestros haya alcanzado el límite de la absonidad en el Arquitecto número 28.011, y que el intento 28.012 se topó con el nivel matemático de la presencia del Absoluto. En otras palabras, en el nivel 28.012 de eventuación, la calidad de absonidad equivalió al nivel de lo Universal y logró el valor del Absoluto.» LU 31:9.10
«La reunión de estos siete cuerpos de finalistas significa una movilización de la realidad de potenciales, personalidades, mentes, espíritus, absonitos y actualidades experienciales que probablemente trasciendan aún las funciones futuras del Ser Supremo en el universo maestro. Estos siete cuerpos de finalistas probablemente significan la actividad actual de la Trinidad Última ocupada en incorporar a las fuerzas de lo finito y lo absonito en preparación para desarrollos inconcebibles en los universos del espacio exterior. Nada que se asemeje a esta movilización ha ocurrido desde los tiempos cercanos de la eternidad, cuando la Trinidad del Paraíso movilizó en forma similar las entonces existentes personalidades del Paraíso y de Havona y las comisionó como administradores y gobernantes de los siete proyectados superuniversos del tiempo y del espacio. Los siete cuerpos de finalistas representan la respuesta de divinidad del gran universo a las necesidades futuras de los potenciales no desarrollados en los universos exteriores de actividades futuras-eternas.» LU 31:10.10
«Los mortales evolucionarios nacen en los planetas del espacio, pasan a través de los mundos morontiales, ascienden a los universos espirituales, atraviesan las esferas de Havona, hallan a Dios, logran el Paraíso y son integrados en el Cuerpo primario de la Finalidad, para aguardar allí la próxima asignación de servicio en el universo. Existen otros seis cuerpos de finalidad que se están reuniendo, pero Grandfanda, el primer ascendente mortal, preside como jefe del Paraíso sobre todas las órdenes de los finalistas. Y al visualizar este espectáculo sublime, todos nosotros exclamamos: ¡Qué glorioso destino para los hijos del tiempo de origen animal, los hijos materiales del espacio!» LU 31:10.20