A causa de su contacto directo con los restos de la civilización de los adamitas, los babilonios ampliaron y embellecieron la historia de la creación del hombre, y enseñaron que el hombre había descendido directamente de los dioses. [1]
Los judíos formaban parte de la raza semita más antigua, que incluía también a los babilonios, los fenicios y a los enemigos más recientes de Roma, los cartagineses. [2] Los babilonios, como muchas otras razas, tuvieron dioses que formaban tríadas, pero éstas no eran todavía verdaderas trinidades. [3]