Los anditas contribuyeron al rasgo; fueron aventureros; no pararon hasta haber circunnavegado el globo. [1] Deberíamos ser pacientes y no dejarnos tentar por las aventuras baratas y sórdidas. [2] Dios se ha embarcado en la aventura eterna con el hombre. [3] El amor de la aventura sugiere que con la muerte comienza el descubrimiento eterno. [4] Las personalidades espirituales superiores no son dadas a satisfacer curiosidades sin objeto, aventuras puramente inútiles. [5] La aventura suprema es el hombre buscando y encontrando a Dios. [6]