El comercio, unido a la aventura, condujo a la exploración y al descubrimiento. [1]
El consejo de Jesús sobre la riqueza derivada del dsecubrimiento fue: Un individuo sólo puede vivir en la Tierra un corto período de tiempo; por consiguiente, debería tomar las disposiciones adecuadas para compartir estos descubrimientos de manera útil con el mayor número posible de sus semejantes. [2]