Al principio los asistentes de los primeros reyes se convirtieron en la nobleza reconocida. [1]
Los chamanes se vestían bien y tenían generalmente varias esposas; fueron la aristocracia original, y estaban exentos de todas las restricciones tribales. [2]
Pronto surgió una nobleza comercializada, y el ser admitido en ella dependía de la prestación de algún servicio especial a la realeza, o simplemente se concedía a cambio de dinero. [3] La aristrocracia ejerció una influencia restrictiva en los primeros reyes. [4]