No se debería intentar ningún gran cambio social o económico de manera repentina. [1] La vida humana es un cambio sin fin de los factores de la vida, unificados por la estabilidad de la personalidad invariable. [2] Los líderes de una civilización deben seguir el ritmo de los avances científicos o si no corre el riesgo de sufrir retrasos. [3] El hombre moderno se enfrenta a la tarea de hacer más reajustes en los valores humanos en una sola generación que en dos mil años. [4]
Aunque la supervivencia de una sociedad depende principalmente de la evolución progresiva de sus costumbres eso no significa que cada uno de los distintos cambios aislados en la composición de la sociedad humana haya sido para mejorar. [5]
Los valores nunca pueden ser estáticos; la realidad significa cambio, crecimiento. El cambio sin crecimiento, sin expansión de los significados y sin exaltación de los valores, no tiene ningún valor —es un mal potencial. [6]