La atmósfera primitiva apareció a consecuencia de la lucha interna elemental entre el interior caliente y la corteza que se enfriaba. [1] La atmósfera terrestre fue evolucionando lentamente hace entre 1000 y 1500 millones años. [2] El alto grado de carbono en la atmósfera proporcionó a las nuevas variedades de vida terrestre la oportunidad de crecer con rapidez y exuberancia. [3] Los continentes continuaron elevándose y la atmósfera se fue enriqueciendo en oxígeno. [4]
Hace 160 millones de años, la Tierra estaba ampliamente cubierta de una vegetación adaptada al mantenimiento de la vida animal terrestre, y la atmósfera se había vuelto ideal para la respiración animal. [5]
Si no fuera por el efecto «invernadero» de la atmósfera durante la noche, el calor se perdería por radiación con tanta rapidez que sería imposible mantener la vida sin disposiciones artificiales. [6] Las fajas de luz más altas de las auroras —a unos 640 kilómetros— indican el punto culminante de la atmósfera de la Tierra. [7]
La atmósfera de Urantia se disipa cada vez más hasta unos 5000 kilómetros de altura, donde empieza a desvanecerse en la materia espacial media de esta sección del universo. [8]
La atmósfera está presente en todos los planetas evolutivos si no son demasiado pequeños. [9]
La atmósfera de las esferas morontiales está formado por oxígeno, nitrógeno, y un gas morontial adecuado para las respiración de las criaturas morontiales. [10]
Véase también: LU 58:2; LU 59:6.12.