Jesús fue acusado de blasfemia. [1]
Sobre esto dijo Jesús: «Decid lo que queráis sobre el Hijo del Hombre, que eso os será perdonado; pero el que se atreva a blasfemar contra Dios, difícilmente encontrará perdón. Cuando los hombres llegan hasta el extremo de atribuir a sabiendas los actos de Dios a las fuerzas del mal, esos rebeldes deliberados difícilmente buscarán el perdón de sus pecados». [2]