Este es un discurso que Jesús pronunció para sus seguidores junto al vado de Betania en el Jordán: Jesús enfatizó la importancia de estar dispuesto a pagar el precio completo de la dedicación a la voluntad de Dios. Instó a sus discípulos a estar listos para abandonar todo, incluyendo la familia e incluso sus propias vidas, para seguirlo. Ilustró esto con ejemplos de calcular el costo antes de construir una torre o ir a la guerra. Jesús advirtió que seguirlo implicaría severas persecuciones y sacrificios, y que solo aquellos que estuvieran completamente comprometidos y dispuestos a renunciar a todos los apegos mundanos serían dignos de ser sus discípulos. Concluyó instando a sus seguidores a examinar sus motivos y estar preparados para las pruebas que se avecinaban. [1]