La expresión moderna «regreso a la naturaleza» es una ilusión de la ignorancia, una creencia en la realidad de una antigua «edad de oro» ficticia. La única base que tiene la leyenda de la edad de oro es el hecho histórico de la existencia de Dalamatia y del Edén. Pero aquellas sociedades mejoradas estaban lejos de haber realizado los sueños utópicos. Pero estas ideas eran desalentadoras, puesto que estaban basadas en una creencia en la regresión más bien que en la progresión, y además implicaban una Deidad vengativa. [1] La tradición de Adán y del Jardín del Edén también dio consistencia a la ilusión de una antigua «era de oro» en los albores de las razas. [2] La verdad es que las experiencias iniciales de la raza humana se caracterizaron por unas terribles condiciones antisociales. [3] Los tiempos de Onagar fueron en verdad la edad de oro para el hombre primitivo. [4] Las edades de luz y vida que llegarán a Urantia en un futuro distante serán auténticas edades de oro.