El tiempo es eternidad, el límite absoluto. [1] Solo el tiempo madura la fruta en el árbol; todo debe esperar la llegada de su tiempo. [2]
Los animales carecen de autoconciencia del tiempo, a diferencia del hombre, que progresa interiormente para percibir el tiempo como un ciclo completo, trascendiendo la secuencia lineal de eventos hacia la simultaneidad circular. [3] La fe en Jesús trae la salvación del tiempo, otorgando vida eterna de progreso sin fin en el reconocimiento y servicio a Dios. [4]
Consultar las Importancias del Tiempo permite predecir eventos futuros con la misma fiabilidad que otros indicadores utilizados por las autoridades de los universos del tiempo. [5]
El inútil intento de Lucifer de cortocircuitar el tiempo amenazó el libre albedrío de todos los seres en Satania y representó una amenaza monumental para robar la libertad personal a una escala sin precedentes. [6]
Cada dos mil millones de años Urantia marca un ciclo completo de expansión-contracción dentro del universo maestro y las actividades espaciales horizontales, mientras que se sabe poco sobre las moradas de espíritu puro de los satélites del Paraíso, repletas de seres del Hijo Eterno, que se reúnen para ministrar en los nuevos universos del espacio exterior. [7]
Un día de Havona equivale a 1000 años Urantia, basándose en el tiempo que tarda el primer circuito de Havona en completar una vuelta alrededor del Paraíso. [8]
El día estándar del Paraíso-Havona, equivalente a una vigilia nocturna para Dios, es solo siete minutos, tres segundos y un octavo menos que mil años en Urantia. [9] El tiempo en Uversa está estandarizado en 30 días Urantia, y un año equivale a 100 días. [10]
El tiempo en Nebadon lo calculan seres especiales en Salvington. Un día equivale a 18 días de Urantia, 6 horas y 2,5 minutos, mientras que un año equivale a 100 días del tiempo estándar del universo o aproximadamente a 5 años en Urantia. [11] El tiempo en Nebadon lo calcula meticulosamente un grupo especial en Salvington, donde un año equivale a 100 días o 5 años en Urantia. [12]
La cronología en Nebadon la calculan y sincronizan seres en Salvington, donde el tiempo estándar es la medida para todas las actividades del universo local. [13]
En Jerusem, una semana consta de diez días, cada uno ligeramente más corto que los tres días de Urantia. [14]
Las constelaciones utilizan el tiempo de Edentia para todos los órdenes de inteligencias celestiales en sus mundos sede, reflejando el cómputo del tiempo y la medición de distancias de la capital del universo. [15]
Los pueblos primitivos basaban su tiempo en el mes lunar, y la semana de siete días, introducida posteriormente por los maestros de Dalamatia como un cuarto de veintiocho días, incorporaba un elemento espiritual. [16] La semana de siete días se creó porque 7 era un cuarto de 28, una medida de tiempo basada en el mes lunar. [17] La cena de Pascua se celebraba el viernes por la noche, ya que los judíos contaban el día comenzando al atardecer. [18] La confusión en el Antiguo Testamento sobre los meses y los años dio lugar a informes exagerados sobre la longevidad de las vidas humanas. [19]
El origen de la sanción casi sagrada de la semana de 7 días se basó en la tradición de que Adán y Eva dedicaron seis días a su primera exploración del Jardín. [20] Los Documentos Urantia utilizan el calendario actual para mayor precisión histórica. [21]
El tiempo es el criterio mediante el cual el yo evalúa la vida, reflejando la relación directa entre la madurez y la unidad de conciencia temporal dentro de cualquier intelecto. [22]
El tiempo amortigua la huida prematura de las barreras a la acción humana, ralentizando el progreso cultural y distribuyendo los resultados potencialmente letales de un avance demasiado rápido. [23]
El tiempo permite la coexistencia de lo finito con lo Infinito, permitiendo la participación de las criaturas en la creación divina y compensando la imperfección en el proceso evolutivo. [24] El tiempo es a la vez la mayor ayuda y el mayor obstáculo para la percepción de la realidad de las criaturas finitas. [25]
El tiempo permite el crecimiento de aquello que crece, cerrando la brecha entre lo constitutivamente perfecto y lo evolutivamente perfeccionado en las relaciones de eternidad. [26]
El lapso de misericordia antes de que el mal y el juicio se materialicen, en última instancia, permite el triunfo de la personalidad de nivel superior sobre la de nivel inferior en cualquier contienda universal de realidad. [27]
A medida que el hombre asciende, la visión creciente del tiempo pasa de una secuencia lineal a un ciclo perfectamente relacionado, donde la simultaneidad circular desplaza la conciencia de los acontecimientos. [28]
El sentido único del tiempo de la personalidad trasciende tanto el tiempo percibido por la mente como el percibido por el espíritu, combinando la comprensión de la Realidad con la conciencia de la presencia y la percepción de la duración. [29] La llegada del tiempo marca la génesis de la realidad para todas las criaturas, sin que ninguna realidad sea concebible antes de lo finito. [30] El tiempo existe como una dádiva del Paraíso, dependiente del movimiento y de la conciencia inherente de la secuencialidad por parte de la mente. [31] La relación de la Deidad con el cosmos se experimenta como un eterno ahora. [32]
El continuo del tiempo, sin principio ni fin, revela la relación coordinada de pasado-presente-futuro, permitiendo al ser comprender la totalidad de los acontecimientos. [33]
El tiempo, al igual que el espacio, es una concesión indirecta del Paraíso, arraigada en el movimiento y en la comprensión mental de la secuencialidad. [34]
En el gran esquema del universo, el tiempo es relativo: aunque parezca veloz, el proceso de juzgar el crimen de Lucifer abarca una duración incomprensible en comparación con las acciones de los mortales en Urantia. [35]
La lucha en esta era del universo se da entre el potencial y la realización, a medida que el hombre mortal elige seguir o rechazar los movimientos del tiempo dentro de la corriente de la eternidad. [36] La Ultimidad de la Deidad trasciende tanto el tiempo como el espacio, sin que sea ni absoluta ni infinita. [37] El tiempo es inexistente en el Paraíso, donde todos los eventos están presentes en cualquier momento en la mente del Infinito. [38] El tiempo era inexistente para Lázaro cuando despertó en el jardín, inconsciente de los cuatro días transcurridos desde su muerte. [39] El tiempo no se mide por el espacio; más bien, el espacio está condicionado por el tiempo en siete concepciones diferentes. [40] El logro, no el tiempo, es la prueba definitiva en los círculos de Havona. [41]
El tiempo no es más que el andamiaje transitorio que conecta con la tierra prometida de la realidad espiritual y la existencia excelsa en relación con la eternidad. [42] El descanso es la utilización negativa del tiempo, mientras que el trabajo es su empleo positivo; ambos son cruciales en los mundos de las mansiones. [43]
En los límites superiores de lo finito, donde el tiempo se une al tiempo trascendido, la secuencia se difumina y se funde, sugiriendo una predicción de la presencia universal en niveles supratemporales por parte del Supremo. [44]
En la batalla por el triunfo de la realidad, los hijos de Dios se unen contra las sombras parciales de la existencia, con el apoyo de las fuerzas divinas y del universo, transformando el tiempo en la sombra de la eternidad. [45]
Mediante la visión integradora de la personalidad, la Deidad unifica las manifestaciones espacio-temporales a la concepción finita, percibiendo el tiempo como un ordenamiento sucesorio mediante el cual los eventos se analizan y separan. [46] El tiempo y el espacio son inseparables en los suprauniversos, un factor vital en todas las realidades cósmicas. [47]
Siempre es difícil inducir a las mentes evolutivas a aceptar repentinamente la verdad revelada y avanzada sobre el Islam. [48]
Dedicar tiempo a la contemplación de las realidades eternas es esencial para descubrir a Dios en todas las almas y creaciones del universo, permitiendo que el Padre aparezca como un Dios de lealtades supremas e ideales divinos. [49] El tiempo es esencial para todos los ajustes humanos, físicos, sociales o económicos, excepto los morales y espirituales. [50] El tiempo se desperdicia fatalmente cuando se lo entierra en la negligencia, obstaculizando el camino de ascenso de todas las criaturas volitivas. [51] La identidad humana es transitoria, existiendo en un instante fugaz del tiempo a medida que los humanos nacen, viven y mueren. [52]
En la morontia, el tiempo ya no está disponible para eludir responsabilidades desagradables, lo que fomenta la erradicación de la procrastinación y la insinceridad en los supervivientes mortales. [53] La vida en Urantia es una prueba corta e intensa; aprovéchala bien. [54]
La madurez está directamente relacionada con la unidad de conciencia del tiempo, y configura la manera en que el yo evalúa las experiencias pasadas y planifica el futuro. [55] El tiempo es el único don universal, crucial para asegurar la supervivencia de todos los seres inteligentes. [56]
Los milagros de Jesús acortaron el tiempo, mientras que sus prerrogativas como Creador permanecen independientes de él. [57]
Las respuestas gravitacionales del espíritu, la mente y la materia son independientes del tiempo y el espacio, a diferencia de los circuitos de fuerza no relacionados del universo. [58]
El Ajustador Personalizado le recuerda a Jesús la naturaleza atemporal de su función al aceptar el mando de las huestes universales que asisten a Cristo Miguel. [59]
El servicio de reflectividad extraparadisíaca opera independientemente del tiempo y el espacio, dentro de las limitaciones de los siete superuniversos. [60]
Véase también: LU 12:5; LU 118:1.