La mente humana, corta de miras y atada al tiempo, debería ser lenta en criticar las demoras temporales concedidas por los administradores clarividentes y omnisapientes de los asuntos del universo. [1]
En el Paraíso, una decepción nunca se considera como una derrota; un aplazamiento nunca se contempla como una desgracia; los fracasos aparentes del tiempo nunca se confunden con los retrasos significativos de la eternidad. [2] La vida en las mansonias enseña muy pronto a los jóvenes alumnos morontiales que posponer no significa en ningún sentido evitar. [3]
Entre las razones para la demora están: [4]
- La misericordia exige que todo malhechor tenga tiempo suficiente para formular una actitud.
- La justicia suprema está dominada por el amor de un Padre.
- Ningún padre afectuoso se apresura nunca a infligir un castigo.
- La sabiduría y el amor exhortan a los hijos honrados a tener paciencia con un hermano equivocado.
- Se requiere una soberanía incondicional para ejercer una jurisdicción sumaria.
- Los Ancianos de los Días raras veces ejecutan a los malhechores sin haber escuchado plenamente su caso.
- Es mejor permanecer apartado de los rebeldes y permitir que la rebelión siga su curso natural de autodestrucción.
- Es mejor permitir a los rebeldes tener el camino libre a fin de que toda simpatía por estos malhechores se desarraigue lo más pronto posible del corazón.
- Hay que fomentar todo tipo de oportunidades para que cada criatura viviente madure una decisión deliberada respecto a los asuntos.
- Que el pecado tenga la oportunidad ilimitada de revelarse plenamente es la técnica más rápida para conseguir la curación perfecta y final de la plaga del mal y del pecado.
- Si se intentan métodos de represión arbitrarios o sumarios, al menos un número tres veces mayor de seres se descarriarán.
- El tiempo, incluso en un universo temporal, es relativo. A veces el tiempo es más corto de lo que nos parece.